Mi despedida

Mi despedida

A.B.J

04/07/2023

La lluvia caía mientras rozaba la palma de mi mano desde mi ventana pero al sentirla todas las personas corrieron ante su presencia, temían mojarse o para lo peor enfermarse, pero para mí es una de las maravillas que puedo disfrutar día a día, siempre espere de niña que lloviera podía observar las pequeñas gotas por mi ventana o sentir como caía por mi rostro con la vista en ese cielo nublado donde el sol se había ocultado y dando paso a la brillante lluvia para refrescar la vida de un ser humano.

Hoy tenía una pequeña cita, el clima estaba perfecto para este día, hoy hablaría con la verdad, diría lo que hace mucho tiempo, me lo guarde muy dentro de mí. Nunca me preocupe como me podía ver, la verdad es que me daba miedo mirarme al espejo por todas las palabras que una vez me dijeron, de lo que estaba segura era que hoy quería verme hermosa, sobre todo porque esa persona estaría ahí, puedo ver su mirada a través de las mías, los sueños son sueños que un día se pueden volver realidad, pero nada es lo que parece. Todo puede acabar en un instante. Note como empecé a sudar mientras me veía en el espejo, como se me hacía más difícil el hecho de respirar, esta casa es tan grande, pero me constó ir a la sala y tomar mi celular, me fije la hora sabia que ya estaba atrasada para mi encuentro. Aun así, trate de salir, teniendo a cambio un desequilibrio en mis piernas, haciendo que me apoye en esa pared fría con el vestido blanco que había decidido ponerme al final. El broche que me dio relucía en mi cabello, pero el dolor no paso.

Un dolor en el pecho que invadió mi ser mientras la luz dejo de brillar, lo último que pude hacer era hablar con la verdad, querer a alguien puede ser tan doloroso, amar a alguien te cuesta el corazón, más si lo tienes que ocultar, más si quieres negarlo y no puedes hacerlo porque simplemente es tan difícil mentirte a ti misma. Mientras este corazón palpitaba más rápido por segundo y el dolor era insoportable, en mi mente solo estaba los días que me enamore de ti, desde que te conocí todo dio comienzo a una nueva vida llena de colores que jamás imagine tener, esos ojos verdes me cautivaron sin perdón, ahora solo me quedaba decirte adiós.

Le diría adiós a la persona que más quiero, le diría adiós a la persona que no quiero decir adiós, son 5 palabras pero tan poderosas para romper a una sola persona.

¿Qué es la vida? Me pregunté a mí misma después de saber que algún día me despediría; sin embargo, para ese entonces solo pensé que sería lo mejor, que alguien se compadecía de mí para poder descansar de todo lo que había vivido, pero no fue lo que el destino tenía preparado para mí, llego alguien que hizo que por primera vez quisiera mi vida, que no quisiera perderla, que no me importaba si aquella persona correspondiera mis sentimientos, solo con estar a su lado estaba feliz, no importaba lo demás de hecho no importaba nada. Lástima que me diera cuenta demasiado tarde que la persona que amaba estaba a mi lado y no me di cuenta.

«Estoy segura de que, no me arrepiento de haberte conocido Leónidas Lander»

Llamada entrante.

Una llamada, que triste que tus últimas palabras sean por un medio como el celular, por un aparato que solo se escucha la voz, pero no puedes ver a la persona. Ya no podrás verlo más.

— Luvia ¿Dónde estás? Sigo esperando por ti en nuestro apreciado lugar. No me dejes plantado como la última vez, porque quiero enseñarte mi obra de arte.

Escucharlo hizo que las lágrimas cedieran, trate de hablar bien, pero el tiempo era mi enemigo, mi más grande enemigo.

— Luvia ¡¿Qué pasa?! ¡Porque estás llorando! ¿Dónde estás?

Tenía que ser fuerte, tenía que decir lo que siento aunque sea por última vez, aunque sea egoísta y sé que lo es, pero al menos no me iría sin decir nada.

— Te… Amo … Leónidas Lander Te amo.

— ¡¿Qué?! Dime donde estás. Sabes que eso se tiene que decir frente a frente ¿Verdad? Luvia por favor donde estás, sabes que iré por ti a donde sea que estés solo dime.

Su voz estaba exaltada y lo entendía, el tiempo no espero, de hecho no me espero y solo dejo dolor, la llamada terminó, colgué con mis últimas fuerzas, el dolor se hacía más fuerte. Sabía que era el final, mi corazón no aguanto, caí de rodilla en ese departamento tan grande para una sola persona, mientras observa el primer cuadro que hizo para mí Leónidas.

Aquel que mostraba quién era, aquel que solo yo podía entender como un rompecabezas, solo para mí, solo yo podía unir las piezas. Fue brillante ver por última vez esa obra de arte, poder conocer el callejón del pintor fue lo mejor de mi vida.

«Adiós mi querido pintor, adiós al amor de mi vida»

Créditos de la Melodia: The _ Mountain 

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