Metamorfosis, la película

Metamorfosis, la película

De las infinitas formas de empezar esta película, elijo empezar con una esfera o bola de cristal que contiene una energía muy potente…, potentísima…; por lo tanto…, es muy peligrosa… Pero, no tengáis miedo…, siguiendo a seis intrépidos jóvenes alquimistas, descubriremos todo respecto a esta energía misteriosa, y aprenderemos a manejarla o manipularla, para transmutarla o transformarla en sus infinitas posibilidades, hasta descubrir su última forma, su forma original e inconcebible…, y su fuente…. Acompáñenme por favor, en esta increíble historia.

Ahora la cámara bordea la bola de cristal, alejándose paulatinamente y en forma ascendente…; dejándonos vislumbrar que se encuentra fija (sobre una pequeña base) en el centro de una mesa circular, alrededor de la cual se encuentran seis jóvenes sentados en sus respectivas sillas…, mirando fijamente la bola de cristal, totalmente concentrados, absortos… La cámara no se detiene en ningún rostro, más bien, nos permite vislumbrar que esta mesa circular se encuentra, a su vez, en el centro de una pequeña biblioteca, de cinco por diez, ¡una joya de biblioteca!…, reluciente, antigua…, de techo artesonado estilo mudéjar de color caoba; haciendo juego con toda la estantería llena de libros que cubren las paredes, con la mesa redonda, las seis sillas y los dos percheros móviles que decoran todo el ambiente…, hasta que la cámara se ubica en posición cenit sobre la mesa y sus seis ocupantes. Se van mostrando los créditos de la película “Metamorfosis”.

De pronto se escucha, desde el más profundo silencio, el mantra oooooommmmmm… Sostenido…, vibrante… Cantado al unísono por seis voces que invocan a la fuente de esta poderosa energía que contemplan, plenamente relajados…, entregados… Mientras la cámara se acerca a la esfera de cristal, siempre lentamente y en posición cenit, hasta abarcarla por completo…; desapareciendo en la penumbra los personajes protagonistas (por ahora desconocidos), ya que la cámara se enfoca solo en la esfera de cristal… llena de luz…, y en el sonido del mantra om… Paulatinamente la imagen se va transformando en… una fuente de agua vista en planta…, escuchándose su sonido natural…, fresco…, relajante…, que va reemplazando poco a poco al mantra om… 

Es la fuente de agua de la Plaza Mayor de Lima, Perú. La cámara asciende gradualmente en forma vertical hasta ver en planta este axis mundi con su entorno inmediato: la catedral, el palacio de gobierno, el municipio, el comercio… Luego, la cámara desciende paulatinamente y nos muestra la Plaza Mayor en plenas actividades del día, cuyos típicos sonidos capitalinos se mezclan con el sonido del agua de su fuente… Se escuchan las campanadas de la torre de la catedral… Son las siete de la mañana, la gente camina por la calle y se desplaza por los diversos servicios del casco urbano central. La cámara se pasea… por aquí, por allá y acullá…

Nuevamente la cámara toma posición aérea para ampliar la visión de la gran ciudad de Lima, llevándonos por la Alameda Chabuca Granda, por el río Rímac y sus puentes que estructuran el gran centro histórico… Seguimos por el puente Ricardo Palma y la Avenida Abancay con sus buses…, vemos la Biblioteca Nacional a la derecha, el Mercado Central a la izquierda…, y así, yendo de un lado a otro vamos siguiendo varios buses intercaladamente, hasta llegar al Parque Universitario. Luego, la cámara sigue a un bus muy atractivo y curioso por los colores que reviste, por los gritos de su cobrador, y porque va demasiado atestado de pasajeros que van colgando de sus puertas abiertas…; especialmente uno que va bien sujeto -con su mano izquierda- del tubo de la puerta de adelante, y con la derecha sostiene bien abrazado en su pecho un bolso de lona…, es un joven de diecisiete o dieciocho años… La cámara lo bordea…, es delgado; tamaño promedio; rasgos mestizos; cabello negro largo, lacio…, amarrado en una cola; lleva un tatuaje de la flor de cantuta (la flor representativa del Perú) en la mejilla derecha…, de cuatro centímetros de tamaño, más o menos…

Desde el interior del bus se escucha fuerte -en el radio del chofer- la voz inconfundible de Lucha Reyes (1936-1973), la morena de oro del Perú, cantando el vals Regresa… Vemos los paraderos donde bajan y suben pasajeros… Vemos el interior del bus…, los rostros de la gente…, adultos…, jóvenes…, niños… Ahora el joven del tatuaje ha ingresado más al bus, situándose a un costado del chofer… El bus continúa su marcha… tomando la Avenida Universitaria… Minutos después, se detiene en la entrada principal del campus de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, esquina con la Avenida Venezuela. La cámara enfoca, desde la vereda, los rostros de un grupo de jóvenes que bajan apresurados en este paradero, especialmente el del joven del tatuaje… El bus se va… dejándonos con el sonido del correr del agua de una fuente…

Anexos:

El mantra om
La fuente de agua
Sonidos de la gran ciudad
Regresa de Lucha Reyes

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