VR Optimus 4D

VR Optimus 4D

adrian lopez

18/04/2023

Buenas tardes damas y caballeros, mi nombre es Bartolomé Fernández. Como todos sabréis estoy aquí para mostrar mi prototipo «VR Optimus 4D». Después de 10 años trabajando en ello, mi equipo y yo hemos conseguido crear este dispositivo inmersivo. Tiene la capacidad de literalmente, lograr que el usuario se adentre en la totalidad del videojuego. Pudiendo tocar, ver y oír con absoluta naturalidad, podríamos decir, como si usted estuviera viviendo en el videojuego. En el momento en el que usted active el dispositivo, sentirá una sensación de elevación, como si volase, un «teletransporte» digamos. Ahí es donde su aventura habrá comenzado. No distinguirá la realidad de la ficción.

-Necesito un voluntario del público que quiera probar la sensación de una nueva realidad.

-Usted mismo, ¿Cómo es su nombre?

-Mi nombre es José Manuel Olivares. 

-Es todo un placer José Manuel. Mi equipo le dirá que hacer, vaya a su derecha y espere.

-Mientras mis compañeros ponen a punto el prototipo, les iré informando sobre lo que va a suceder. A los lados tendremos dos monitores , por los cuales, podremos ver todo lo que José Manuel vea dentro del videojuego. Actualmente el prototipo consta de dos demos, que no desvelaremos para mantener el suspense. José Manuel se introducirá en la cabina y es ahí cuando su aventura empezará. 

-Mis compañeros me dicen que José Manuel está listo para la inmersión.

-José Manuel ¿Como se encuentra?

-No te voy a engañar, un poco nervioso la verdad.

-No se preocupe, no hay problema alguno.

¡Damas y caballeros! Esto se pone en marcha. Muchas gracias por acudir a la presentación y disfruten con José Manuel del viaje.

Que dolor de cabeza, ¿Dónde estoy? No puede ser, ¿Eso a lo lejos es una diligencia? 

«Estoy como en un pequeño pueblo, lo que no comprendo es por qué me encuentro en medio de la avenida. Y parece que llevo un sombrero, con estas ropas con flecos. ¿Dónde diablos estoy?»

-¡Eh tú! ¡Forastero!

-¿Me dice a mí?

-Si, no quiero forasteros en Tombstone. ¡Largo de aquí!

-¡No quiero problemas!

-Demasiado tarde, le reto a un duelo.

-¿Un duelo? ¿Que dice?

-Si, sea un hombre y desenfunde su revólver a la cuenta de diez pasos.

«No puede ser, estoy en el lejano Oeste. Pero podría decir que puedo tocar a ese individuo, que es totalmente real. Su vestimenta, su voz e incluso piel. Es todo demasiado real.»

-¡Forastero! Sea un hombre y acepte el duelo.

«La verdad que me tiemblan demasiado las manos, no sé si seré capaz de desenfundar el arma con rapidez. Es más, ¡Nunca he cogido un arma! No sé ni como se carga y mucho menos como se dispara.»

-¡Forastero! Me va a obligar a dispararle a quema ropa y sin honor.

-¡Esta bien! Acepto el duelo.

-Acérquese, nos pondremos de espaldas y contaremos hasta diez. Luche por su honor.

Se colocan espalda con espalda con el revólver en alto, José Manuel es un manojo de nervios. Pero está decidido a plantarle cara al supuesto «Vaquero».

Ambos se encuentra frente a frente, el «Vaquero» de denso bigote y rostro serio. José Manuel con una clara actitud titubeante. Se disponen a la cuenta de los pasos.

-¡Uno, dos, tres, cuatro, cinco…!

«Dios, se me va a salir el corazón por la boca. Es todo un juego, tengo que estar tranquilo.»

-¡Seis, siete, ocho, nueve…!

¡DIEZ!

-¿Qué es esto? No veo absolutamente nada. Tengo algo en el bolsillo del pantalón. 

-¿Una linterna? Que casualidad pero en cierta parte me viene de perlas. Parece que me encuentro como en una sala de hospital, es todo bastante lúgubre y tenebroso. Esta situación no me está haciendo mucha gracia.

José manuel procede a abrir la puerta de la sala, que da a un enorme pasillo totalmente oscuro lleno de puertas a los lados.

-Tengo que salir de este sitio, me estoy agobiando demasiado.

Jose Manuel al borde de un ataque de nervios, comienza a caminar cada vez más rápido a través de aquel pasillo infinito. Todo esto hasta que en la lejanía escucha un sonido.

-No sé si es cosa mía, pero parece que se escucha como algo metálico arrastrarse. Debo de estar alucinado, quiero salir de aquí.

A medida que avanza, el sonido se hace cada vez más sonoro. José Manuel sigue avanzando sin mirar hacia atrás. Pero a cada paso está más cerca. Ante el estrés generado por la ignorancia de saber que está sucediendo, este echa a correr sin entender la situación. Con la mala fortuna de que tropieza con una silla de ruedas. La linterna se le apaga por el golpe, trata de encenderla y cuando lo consigue enfoca al fondo del pasillo dando se cuenta de que…

-!¿QUE COJONES?! ¿!DE VERDAD HAY UN PUTO TIPO CON UN HACHA!?

Por instinto de supervivencia José Manuel empieza a sprintar sin girar ni un solo momento su rostro, su visión es intermitente debido a la luz de la linterna al correr. Su cabeza se imagina figuras por todos lados, las paredes del pasillo se estrechan a su paso, las puertas se abren y se cierran sin control, se escuchan cristales romperse mientras una carcajada le pisa los talones. Solo visualiza puertas y más puertas, no ve un final a ese pasillo. La adrenalina hace que su cuerpo no se agote, su cabeza no para de pensar que debe de hacer. Las piernas le queman pero no puede parar, siente muy próxima la sensación de que la figura del hacha cada vez está más cerca. Como medida desesperada decide entrar en una de las miles de puertas, con el pensamiento de que su perseguidor siga de largo.

-Me esconderé debajo de esta cama, es mi única opción.

Un ensordecedor silencio inunda la sala, el latir retumba en su sien. Todo parece tranquilo hasta que de repente….

-¡Y esto ha sido todo! Espero que os haya gustado la experiencia, de José Manuel no sé si puedo decir lo mismo. Nos veremos en sus tiendas de confianza.

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