Para Eli Mev
Hay un ritual de los lunes: vino, queso, embutido, un gato que vuela, arañazos, el desastre.
Fragmentos rotos que disparan recuerdos de sangre y nieve:
Cuando vuelvas a casa, te explicaré el sonido del sol entre los fresnos y el sabor de los panes más antiguos.
Te llevaré en silencio hasta un lugar de brezos.
Te mostraré la gruta helada del deseo donde se esconden treguas verdes y hogueras esparcidas, y tú serás, bajo mi vientre, como sangre mordida.
Las conexiones más extrañas surgen del caos. De mis mujeres perdidas: mi vida sin Grace, sin Cristina, sin Esther… y, sobre todo, parafraseando a Safrika, hay imbéciles que dejan su rastro de fragmentos rotos en tu vida.
Hay sangre que cae sobre los baldosines, la lentitud de los bueyes, Julio Llamazares, pedazos de un jabonero naranja que son el mejor disparador de la poesía.
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