Una danza cualquiera (relato infraordinario)

Una danza cualquiera (relato infraordinario)

Andres Vamir

07/03/2023

Entró súbitamente entre la puerta y los rayos de sol, cual niño travieso y con fuerza recorrió cada rincón del cuerpo cambiante de Evelyn, y se detuvo, constantemente a acariciar sus pulmones, bailó lentamente con su ritmo al respirar y pasó delicadamente sus dedos por cada línea de su cabello; Evelyn parpadeó, se dió cuenta de esta, tan hermosa, suave y diáfana danza, que apenas percibió la Música que está provocaba en sus oídos, un placentero zumbido que se hacía cuando él los besaba.

Él seguía apasionado e imparable recorriendo la habitación, chocaba con las ventanas mientras Evelyn se movía dejándose llevar por él, sumisa ante el placer tan fresco que sentía, estaba viva, conciente de su propia existencia, y esto le generaba tan preciosa sonrisa de oreja a oreja que está encantaría a cualquiera sin dudar, sus labios mostraban una expresión que invitaba a besarla, y él jamás desaprovecharía esa oportunidad de oro, de rozar aquella boca, cada que pueda. 

Ella tomó el trapo que guardaba en su bolsillo, empezó a acompañar su baile con fuertes sacudidas que solamente enturbiaban el cuerpo de él con partículas ya muertas; él, cómo siempre, no le importa y hace lo que mejor sabe hacer, moverse, llenar todo, ella incluida, que a pesar que ella mandaba en su cuerpo, que él no la controlaba realmente, sí era quien llevaba el ritmo.

Pasaron los minutos, muy rápido y ellos jamás dejaron de derrochar pasión, quedó brillante la habitación, reluciente por su trabajo conjunto y su danza, Evelyn lo volvió a besar profundamente y cerró la puerta, dejando que la brisa relajante del viento la abandonara ese día, haciendo lo mejor que sabe hacer, moverse.

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