Una vez… siete… veinticinco! ¿cuántas? Sinceramente, no lo sé, pero ¿quién elije contarlas y quién decide dormir teniéndonos tan entregados?
Todo lo demás nos sobra, absolutamente todo sobra! …y a su vez, todo falta si no estamos andándonos, Querido Mío.
Ahora, agárrame fuerte de la mano, que yo me cogeré de tu cuello mientras estoy sobre ti una vez más antes de que marches.
Disfrutamos perdiendo el norte… se nos va… siempre se nos va y enloquecemos perdiendo los papeles.
Adictos a nosotros y a necesitar(nos) así, rendidos entre el desorden de la Lujuria y el Amor.
Si pudiéramos ver esta imagen a 3 metros de distancia, podríamos ver que tú y yo, juntos, Querido Mío… somos casi perfectos, sintiéndonos reconocidos en el otro.
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