El frío calaba los huesos, el viento helado soplaba desde el río y en la lejanía de las penumbras matinales podía oírse la sirena de un barco arribando al puerto.
El frío calaba los huesos, el viento helado soplaba desde el río y en la lejanía de las penumbras matinales podía oírse la sirena de un barco arribando al puerto.
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