ELLA Y EL.

Ella iba delante, el detrás. Nadie lo notaba. Sin embargo, caminaban sujetados del mismo ritmo cardiaco. Hasta entonces jamás se habían visto, pero se tropezaban en el pensamiento. El prefiere vino tinto, ella café. La debilidad de ella son las rosas, él se desvive por las mariposas. El frecuenta el teatro, a ella en cambio le gusta leer. Las fresas con helado son el delirio de ella, él se desvela por la miel. El ama el carmesí del alba, ella las noches de luna clara. A ella le encanta danzar bajo la lluvia, a él cantar entre el rocío de hojas secas. Él es un loco soñador, a ella le encanta contar las estrellas. El mar desborda las pasiones de ella, escalar montañas es el pasatiempo favorito de él. Jamás se habían visto hasta una tarde de primavera en la biblioteca. Ella decidió irse corriendo de ese lugar, él fue tras ella. Las nubes los seguían, la puesta del sol también. Se alcanzaron a mirar el uno al otro y fueron felices por ese instante. Pero, no cruzaron palabra. Cada quien tomo su rumbo. Nadie lo notaba. Sin embargo, se alejaban sujetados del mismo ritmo cardiaco.

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