Hola querido Ruby

Ya estoy en casa. Después de tanta prisa, y tantos golpes, llegué. Y como ves, tanto correr para al final algo tan sencillo y tan cercano. Quizá tenías razón y todo eran mis miedos. Ojalá hayas perdonado que te soltara de la mano en mitad del camino, ese mismo que me trajo hasta aquí. Ojalá que tu viaje, a pesar de todo, se hiciera más liviano sin mí. Yo soy porque tú existes.

Agradecida y echándote de menos, tu Carmela

Ruby

Calle el Manojo de Rosas 45

Madrid 28033

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