Donde comienza lo que no termina?

Donde comienza lo que no termina? Pues debe tener un final… o talvez no… Vida tas vida tratando de llegar a la fuente…
En esta vida me había alejado de la fuente definitivamente. 

Entraban en aulas con su guía, como si fuera una escuela, o se acercará más la comparación con una terapia? Lo que sucedía después era casi que un rito, una práctica espiritual. Definitivamente había una combinación holistica de arquetipos que realmente se quedaban cortos para describir el misterioso ritual. Como se abría la mente, como se abría el corazón! Como se levantaban los pesos pero aveces como dolía…

Se dice que antes de sanar se debe procesar la herida. Aveces los ponian a escribir, aveces a hablar y aveces a escuchar. Yo los veía sin sentirme parte, pero más pronto que tarde empece a verme en todos. 

No me quede al llegar. Solo eché un vistazo, por deseperación, por que era mi destino? No lo se, creo que ambas. 

Hay un deseo interno por tener paz y una inhablidad para lograrlo por mi cuenta que me llevo a probar cualquier sugerencia.  

Comence a interesarme por esta pequeña pero gran «escuela de vida». Era el espejo de los espejos. Se reunian en secreto y eso me hacía sentir segura. Había una profundidad en las palabras que salían de sus bocas que no se le podía aludir a una mente humana común. Había una gran conexion con su espiritu y una certeza contagiosa. 

Comence a meditar y mezclarme entre ellos, pronto me asignaron un guía, y para mi asombro fue como anillo al dedo. Por donde yo estaba pasando ella ya había pasado, por donde yo no sabía cruzar ella había cruzado. Y pues me comenzó a enseñar como lo logró. 

«Hazlo de una vez, chorrealo como una escalera en donde cada palabra sincera te llevara un peldaño más arriba,. Entre más subas, mas verás y en lo alto podrás organizar tus pensamientos!!» Eso me decían.

Yo no podía, estaba chorreando mi descanso en la escalera, tanta verdad en una vida de mentiras golpea como un tren bala en su pico de velocidad. Sentimientos de pesar, verguenza y negacion surgen de inmediato. 

Una ilusión que se esfuma, se convierte en la niebla que deja de proteger. Pero si lo pienso más detenidamente en realidad nunca lo hizo. Las balas llegaban igual, simplemente no podía verlas venir.

Derrotada en el piso, con una lucha interna, llegue a pensar que cada una de esas sesiones era una especie de exorcismo. Sentía otro demonio entrar a tomar el lugar del anterior.

«Pero, pon atención a que no es el mismo de antes» , también me dijeron.

Mientras mi cuerpo se retorcía, mi mente se dividía en mil partes y mi espíritu vibraba de alivio. Esa conexión misteriosa me dio la esperanza de seguir al comprender que si estaba cambiando. Había una nueva manera de percibir y reaccionar ante los azotes de mi propio juez interno.

Uno de esos días finalmente sentí merecimiento y me le enfrenté: «di lo que quieras pero no hayarás la perfección a menos que puedas dejar de juzgar.» le dije ese día.

Inmediatamente el juez se desplomó de lo alto de su pedestal con su látigo ahora no ondeando violentamente hacia mí y el mundo sino contra si mismo. Somos habitantes del mismo cuerpo por lo que me arrastró con el al fondo de un pozo sin agua. Solo oscuridad. No hay ni lágrimas, es un estado inútil que sólo busca entumirme.

Sentí compasión y entendí que eran estados aprendidos de una sociedad que ha venido cargando heridas muy profundas por siglos. Sentí el impulso de tomarlo en mis brazos así que le despoje del látigo y lo abrace. Enseñándole a escalar esa escalera que había estado chorreando.

Si, en mis brazos le lleve hasta donde había llegado. Le conté con cariño que aun faltaba. Le pedí que me ayudara. Pero primero que descansara. El podría estar atento a los alrededores y cuidarme mientras yo construía.

Acordamos dormir un poco, ninguno tenía energia.

Carmín es el nombre de mi ego. Juez y víctima muta para echar sizaña. Pero no es una causa perdida, es un ser abandonado a liderar algo sin forma cuya naturaleza no comprende. Esta eternidad a la que carmín a suplantado ha esperado paciente a tomar su lugar, pues no desea una dictadura.

Sabía que llegaría el día.

«Entonces Carmín, te invito a residir juntos pero debes escuchar con otros oídos el espacio que te rodea.»

«Las voces dirán cosas dolorosas y nosotros juntos les daremos un significado que bien nos sirva.»

Salí del aula, caminando sobre la escalera que había venido construyendo con Carmin aún en brazos.

Me reuní con los demás integrantes que salían de las aulas.

Se encendió el fuego, la luz que anunciaba la presencia de algo superior a todos nosotros. Nos sentamos en un círculo alredodor de la luz a escuchar y a compartir.

Cada vez era más fácil escuchar.

Miré el fuego crepitante y senti paz. Carmin entró junto con otros más a la fogata que se hacía cada vez más grande.
Cambiando de color su perfil, fue purificandose.
Pronto la luz se convirtió en dorado. Y sentí amor por ese momento.

Sabía que al salir volverían los demonios, quizá incluso volvería alguno ya conocido pero más fácil sería invitarlo a salir, ya no les temía. El miedo, le habían explicado es la raíz y la vez el alimento de esas energías negativas.

Con mucha esperanza di un paso afuera y me prepare para enfrentar el día. Supongo que esto ya empezó pero no se cuando terminara. Siento que falta trabajo. Y me digo a mi misma que las cosas están cambiando, porque es lo que veo y es lo que siento.