El Mensajero de Dios

Dios bajo desde los cielos

 vio entre su rebaño

Un cordero,

Suave como el terciopelo,

Ágil como el viento,

Y con una voz melódica

que cada vez que se le oía, 

sus hermanos se le acercaban para intentar comprender que decía. 

Dios cree que es el correcto,

Dios cree que es el indicado,

Dios cree que es perfecto 

Para comunicar su palabra

Su pensamiento

Todo para que el este en boca de todos, en mente y corazón.

Lo llamo Shimon

Era tan importante su nombre

como su tarea.

Tomo al cordero como suyo

Y todas las noches

Antes de que se duerma

Dios le hablaba

Le contaba sobre el futuro

Sobre sus planes

para el mundo, para el rebaño y para el, su querido cordero.

Sobre las maravillas y secretos que alberga el universo.

Todas las noches

Le hablaba,

Le contaba,

Le susurraba

Hasta que se quedaba profundamente dormido.

Pero al pasar de los días

Dios se percato de algo

El cordero nunca comunicaba lo que dios le decía,

Ni una sola palabra,

Ni una sola frase.

Hablaba sobre cualquier cosa

Dios preocupado pensó

«Sera que se lo estará reservando todo lo que le digo»

«Sera que me odia por elegirlo»

«Sera que esta jugando conmigo»

Sera que, tal vez

Solo tal vez

Se equivoco.

Dios empezó a delirar

Pensando que tal vez 

Su rebaño,

Su bello cordero,

Sus planes, 

Eran obra completa de su imaginación

Solo una fantasía

una rara e increíble fantasía.

Hasta empezó a dudar

no solo de la existencia de todo lo que le rodeaba,

Sino de si mismo.

Dios dudo de su propia existencia,

Pero todo pensamiento delirante seso,

Al notar 

Que el pequeño cordero 

No era mas que 

un cordero dañado,

Un cordero sordo

Una invisible discapacidad 

que el mismísimo Dios

No noto.

¿Cómo pudo ser?

Dios es Dios,

Es todo el,

Y todo es por el.

Ese cordero

Ese hermoso, suave, ágil, melódico y sordo cordero

No solo hizo cuestionar a dios

Si no que le hizo darse cuenta

Que dios era simplemente

Un campesino

Y el cordero era solo eso

Un cordero.

Dios al darse cuenta de esto,

Rio a carcajadas,

Respiro profundo,

Miro el valle, su rebaño, a Shimon

y finalmente volvió a reír.