La perplejidad arropa a el abrazo momentáneo del viento

que dice llevarme lejos, a las cordilleras esperanzadas, por una tinta invaluable

de permanencia absoluta.

¡Oh marcas infinitas que ni conmigo perecerán!

¡Tatuaje que lleva el viento a mis secuelas benditas!

La escalinata agotará mis rodillas, ya las veo expulsando dolor rojo y mis ojos, las cristalinas aguas malditas.

¿serán las olas del porvenir las que anclarán, a las adversidades de las inclinadas orillas?

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