Querida María,
Me gustaría que esta postal fuera más agradable, pero por desgracia no es nada reconfortante saber que la gente se está muriendo. Los monumentos han sido destruidos y muchas fábricas están quemándose. Qué puedo decirte para que no te decepciones, la verdad es que nuestra patria está destrozada. La casa ha recibido un impacto de cohete y, por ironía del destino, ha sido la única destruida en está zona. Los vecinos han emigrado y solo unos cuantos perros y gatos merodean buscando comida. Ayer vi a los soldados que con cara de decepción han aceptado que vamos a perder la guerra. Bueno, un beso y hasta pronto
Te quiere Vanya.
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