Mirada a un aliado mudable.

Mirada a un aliado mudable.

Te saludo afectuoso mi estimada persona que hoy te empapas de mi voz aguda, plasmada en palabras que desnudan mi pensamiento.

Te comparto que he crecido fuerte e inquieto a lo largo de los años, similar a los árboles de la bella naturaleza que rodean los jardines de mi hogar con una fragancia fresca, un olor tan impactante como el sentimiento de libertad al caminar sobre el mar o sencillamente, andar sobre la calle con la mente en paz.

Me parece importante recalcar que durante mi existir he logrado ver el crecimiento de muchas almas, especies, fenómenos y catástrofes en todo el mundo, pero, existe un surgimiento que me ha provocado, en particular, cierta admiración e inseguridad por su monstruoso poder. Una bestia de tempestades y milagros tan atinados como si fueran ocasionados por las manos de Dios; esto es la tecnología.

La tecnología ha marcado sucesos sorprendentes a lo largo de la historia; hasta la fecha con enormes aportaciones en diferentes ámbitos más allá de lo tecnológico, por lo tanto, también abarca el mundo científico, educativo, económico, político, cultural, familiar y personal. Indudablemente se ha expandido en la vida de cada uno de nosotros como un compañero constante, silencioso y sigiloso como nuestra propia sombra, un invitado querido y anhelado por lo tanto que facilita las actividades que nos agotan o que en su defecto, deseamos evitar.

La tecnología ahorra tiempo, y en lo personal, el tiempo es un tesoro vital e invaluable de la existencia.

Mis palabras no buscan vender la tecnología como lo omnipotente del universo, solamente deseo que veas a la tecnología a través de mis ojos por algunos minutos, porque gracias a ella nos estamos posicionando a un paso más cerca del gran juego, como el banquete especial de una cena que define el destino del mundo o quizá, todos unidos con la tecnología y el resto de los conocimientos nos transformamos en aquella respuesta tenaz que se requiere para la victoria, la gloria difundida y promocionada mediante la famosa discordia entre el dios de nuestras creencias y su rival más odiado.

Más allá de lo religioso, filosófico y científico es innegable admitir que la tecnología vive y muere con nosotros.

En ocasiones reviven en mi mente los recuerdo de mi infancia y visualizo las veces que me divertía fuera de casa jugando fútbol con una pelota o balón en el mejor de los casos, ganar torneos mundiales de canicas, competencias con el trompo o simplemente crear miles de aventuras con las figuras de acción de mis personajes favoritos. Siendo sincero son momentos maravillosos que me hacen llenar de alegría inmediatamente.

Recuerdo que poco a poco aparecieron en mi vida algunas consolas de videojuegos y celulares, era una realidad alejada a mis fantasías, pero, que deseaba poseer por lo atrapantes que fueron con el transcurso del tiempo.

Ahora, veo que los niños se encuentran encerrados en sus casas, sometidos a las misiones de sus videojuegos. El deseo de un celular o consola se ha convertido en una exigencia para los padres de familia, cuando antes, era considerado un lujo de alto sentimiento y valor, se ha modificado demasiado nuestra realidad, aunque no todo con un efecto positivo, incluso, actualmente nuestros niños se manifiestan ilusionados, por no suponer obsesionados, a la recolección de logros inservibles en lugar de estar con sus seres amados, sin olvidar que tanto niños como jóvenes y adultos son capaces de dañar a otras personas como así mismas por dichos logros.

Cierta es la bondad de la tecnología para la humanidad como su gran magnetismo cauteloso con lo destructivo y adictivo. Cuando la humanidad la sumerge en la soberbia e ignorancia, más temibles serán las consecuencias.

La tecnología es una aliada, siempre y cuando nosotros la mantengamos así, no caer en los errores cometidos anteriormente o que irónicamente perduran hasta la fecha.

La humanidad es capaz de crear su propio paraíso como también, implantar los cimientos de un infierno tormentoso en vida. El surgimiento de la era virtual como si fuera el espejo de cada persona, el vuelo de los drones sobre el cielo que nos abraza, la sustitución total de las manos trabajadoras por maquinaria sofisticada o hasta la suplencia de nuestra propia inteligencia por una que es programada, muestran algunos indicios de errores costosos que se verán reflejados dentro de algunos años.

Retomo las anteriores experiencias como una forma de transmitir lo complejo que es ser un ser integral, el proceso arduo y constante para la integración plena de lo tecnológico a nuestro ser y que, evidentemente, ha sucumbido a nuestros aciertos y errores; la hemos humanizado en un inicio, pero también, somos capaces de potenciarla tan salvajemente, que en un futuro pueda superar sus propias limitaciones, más allá de un aliado, nacerá un nuevo enemigo, un demonio aún más nauseabundo e imparable.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS