Viento y Vals

Tu vida nunca tuvo un rumbo fijo,
pues la vida era tu rumbo mismo…

Girabas al ritmo del vals, aunque no era lo que te gustaba bailar..
nunca seguiste muy bien su compás..
no lo entendías quizás…

Las reglas no eran para ti, más que una pausa en tu danzar…
sentías que debías mandar,
quien dijera algo contrario a tu pensar,
sabía que en la otra vereda se iba a parar.

Eso me pasó a mi, fruto de tu supuesto amar.
la niñez que recuerdo aún y que anhelo en mi soñar
me lleva a tiempos gratos, que contigo han de volar.

Supiste que te amé, como debía de hacer, 
pero no aceptaste que te cuide, no creías en mi poder..

Cuando la juventud es muy viva, nos da una clase de sentir..
que cualquier vicisitud podremos combatir,
y así fue como creíste vivir..
incapaz de morir.

Pero el momento llegó.. debías partir…
yo sabía que con este dolor tenía que convivir,
y así aprender, a llevar el duelo en mi sentir.

Yo quise que te fueras y no por desamor,
todo lo contrario fue, quería que termine el dolor..
Si era un acto de amor, estaba dispuesta a llorar,
mares y mares después, de tu ausencia aceptar.

Vestido de blanco marfil en tu féretro final…
te vi bailar de nuevo ese rítmico vals,
esta vez eras libre, como nunca jamás ..
envuelto en viento y sol con tu eterno brillar.

No se si a donde fuiste, yo iré a parar…
no se si después de ésta, habrá otra oportunidad…
Solo se que estuviste y en tu elegante danzar
cruzamos nuestras vidas como hija y papá.

Hubiese querido tenerte, aún un poco más,
si solo hubieses escuchado, estarías acá,
no quiero cargar esa culpa, la voy a dejar…
de nada sirve el reproche, si no se puede cambiar.

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