John

1 enero 20XX

¡Clic! Flash

—listo…

Luego de unos segundos María ya no recordaba lo que la fotografía significaba para ella.

¡Clac! ¡clac! ¡clac!

Luis publicaba su primera obra en línea de la que no recordaba una sola palabra.

¡Clin! ¡Clin!

Andrea miraba un video que había revolucionado la red. Tenía muchísimos comentarios, pero ella no recordaba nada lo que le aterrorizó. Ella era el personaje principal.

Días después, del cielo provino una terrible voz que decía:

—Ustedes han olvidado la creación…

por eso Yo destruiré la suya…

todo lo que se publique en sus redes,

será borrado de sus mentes.

Estas furiosas palabras se escucharon en el mundo entero, pero el terror duró muy poco… el internet se llenó de publicaciones sobre lo sucedido y la humanidad lo olvidó.

Pocas personas que no publicamos nada o no teníamos como hacerlo empezamos a hablar de lo sucedido, sin embargo fuimos considerados locos y nos encerraron.

Hoy, ¡heme aquí! A punto de perder mi memoria por publicar este hecho…

María

15 enero de 20XX

No sé qué sucede, pero he notado que algo raro pasa.

Hace unos días, por error, dejé caer mi teléfono y se rompió. Desde ese día siento que mi mente está más lucida, pero…

Ayer salimos con Charlie al parque. Creo que la pasamos muy bien, mas hoy en la mañana ni él ni nadie recordaba nada, solamente yo. Esto me asustó. De inicio creí que bromeaban, pero a pesar de mis insistencias, nadie recordó. Lo mismo pasó con una fiesta y, poco después con una cena.

¡Lo de la cena fue fatal!

Al momento en que llegó la comida, todos la admiramos, incluso aplaudimos

—Hermoso festín— pensamos, mas como suele hacerse ahora y casi como una tradición, alguien dijo:

—Esperen, esto merece una foto— así, todos sacaron sus celulares tomaron la foto y ¡Bang! Todos terminaron anonadados, se levantando y sin dejar el teléfono jamás, se sentaron en la sala y nadie comió bocado y, lo que es peor, nadie recordaba que estábamos por comer, aunque se los repetí varias veces. Me tacharon de loca.

Al día siguiente, permanecí encerrada en mi habitación mirando las paredes, deprimida, asustada. Es como si el publicar las cosas en el teléfono afectara la memoria de todos o algo así…

¡Ring! ¡Ring!

—¡La puerta!

Era el repartidor con mi celular nuevo. Pagué el paquete y lo abrí apresuradamente. La vida no es la misma sin la red. Lo encendí y me acosté. A pesar de esto, mi mente seguía lleno de dudas y frente la deducción que había hecho, decidí buscar sobre publicar y olvido. Pronto encontré un relato de algún tipo que hablaba de alguna «maldición» de Dios. ¡Dios había decidido eliminar la virtualidad…! 

1 febrero 20XX

A pesar de mi incredulidad me alejé de la virtualidad y hora veo todo con claridad. Al parecer publicar y perder la memoria es común y hay gente que en parte se da cuenta, los noticieros lo mencionan, «¿una pandemia de olvido? Así rezan los titulares, pero ahora todo noticiero es subido a la red, así que todo vuelve a cero. Al día siguiente alguien hace al parecer los mismos descubrimientos y los vuelven a subir como noticia fresca, se publica, se comparte y se olvida… «la vida sigue», aunque ya no sé qué significa eso.

15 de febrero 20XX

Hice mis propias averiguaciones. Hay gente que, como yo, ya se ha dado cuenta de lo que sucede, somos muy pocos y ninguno, incluso yo, no sabemos como ayudar a solucionar este problema. Además, me un viejo supo decirme que tuviera cuidado. Me habló de un grupo organizado que se ha percatado de esto y le han sacado provecho, por lo que, están eliminando a los pocos que se ha liberado de «la maldición».

20 de febrero 20XX

Me ha sucedido algo terrible. No sé cómo explicarlo ¡Eh! Por la mañana me llegó una notificación a mi red social principal, la cual decía: —no has publicado nada en este mese. Obviamente no lo hice y traté de seguir con mi investigación ya que, en teoría, nadie más lo estaría haciendo.

Tomé mi bolso, mi chaqueta para el frío, salí de la habitación y me dirigí a desayunar donde mi vecino. Entré como ya me había acostumbrado a hacerlo, comí y tomé algo de dinero, saludé con él, me acerqué, le sonreí, le mostré una foto que demostraba que éramos amigos, me tomé una nueva foto, me aseguré de que la subiera a sus redes y ¡voilà! el crimen perfecto… la evidencia solo existía en la virtualidad, pero no en la realidad, ni siquiera en recuerdos.

A lo que iba a salir, escuché que alguien golpeaba a mi puerta y, seguido a esto, la derrumbaba… escuché gritos, policías arengando —Srta. María, es la policía— con sus grandes armas y su ropa oscura.

—¿Qué? ¡La policía?

Estaba dicho, no me quedaba más que escapar.

21 de febrero.

Desde la notificación no he dejado de escapar y he visto cosas terribles.

Gente que muere de hambre porque se olvida de comer.

Padres que han olvidado a sus hijos.

Hijos que han olvidado a sus familias.

La gente que trabaja no descansa y la que viaja no regresa.

Un pequeño grupo me persigue, vienen por mí y no puedo notificar a nadie, ni publicarlo.

La policía ya no hace su trabajo, nadie en realidad.

27 de febrero.

La cosa se ha puesto peor. Esta gente ha empezado a matar por atraparme, incluso en la vía pública. La gente asustada ha tomado fotos o han tratado de ayudarme grabando sus caras y matrículas, mas cuando lo suben al internet, ya no tiene importancia.

1 de marzo

¡Me han atrapado…! 

Diario virtual… 

Publicar diario… 

¿Desea continuar…?

Publicando…

Publicando…

Publicando…

Su publicación está lista,

puede verla en su muro ahora.

(…)

15 de marzo… 16 de … 17… (…)

Me encuentro en prisión, estas son mis primeras palabras. He decidido redactar este diario… según dice la psicóloga es terapéutico. Al final del día lo publicamos. 

Creo que es bueno, sé que esto ayudará a mucha gente…

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS