Recuerdo de muchacho que mi abuela me decía que todo en exceso es malo, porque mantenía el criterio que el cuidado del cuerpo humano debía de hacerse a temprana edad, y de esa manera se evitaría tener muchas enfermedades. La discusión nacía cuando le respondía para que quiere uno llegar a viejo si no puede disfrutar lo bueno que da la vida. Lo cierto del caso que hablamos de épocas diferentes, y toda esa mentalidad arcaicas debe adaptarse a todos los cambios que se presenten.

Cuando inicie mi educación descubrí las primeras letras a través de una cartilla llamada ¨ABECEDARIO¨, fueron días de angustias tratando de aprender a leer. Los niños de ahora se inician primeramente en la escritura, porque nacen con la urgente necesidad de tener comunicación con otras personas que van conociendo a través de las redes sociales. En la actualidad los niños tienen amiguitos en cualquier parte del mundo, lugares que solamente se podían ubicar en las viejas enciclopedia que las recordamos acumulando polvo en un sitio apartado de la casa.

Todos los años en navidad después de la noche buena, corríamos al pie de árbol para encontrar los respectivos obsequios. Estos juguetes sin no eran didácticos, eran para desarrollar actividades deportivas como; patines, bicicleta, pelota, etc. Los niños de ahora se enfrascan en pedir a SANTA CLAUS, cosas tecnológicas como computadora (procesador), tablet o teléfono inteligente (Así los llaman) de última generación, porque esos artefactos son realmente los juguetes de los niños del futuro.

Reconozco que soy de la vieja escuela, y trato de resolver las cosas como la he venido aprendiendo, pero existen situaciones que al no encontrarle solución, busco la salida del problema a través del internet. Es apremiante como sin darse uno cuenta, se crea un vicio de dependencia tecnológica, al punto que nos puede faltar los alimentos, el aire, el agua, los servicios públicos en general, pero no puede faltar el internet, porque nos desesperamos.

La abuelita contaba que todo exceso es malo, pero en la actualidad diría que toda dependencia es mala. El borracho que consume con exceso alcohol al decidir salir de su mal, busca ayuda con grupos de apoyo como es la asociación de alcohólicos anónimos (AA). Así mismo, los adictos al sexo o a la nicotina. Si esto sigue de la manera que la estoy planteando debemos de crear grupo de apoyo a los viciosos de las redes sociales. Simplemente esto se está formado como una enfermedad debido al exceso a la tecnología.

El hijo de un amigo se quito la vida porque unos malhechores le robaron el teléfono, y como su padre no se lo pudo reponer de inmediato, tomo esa trágica decisión. Era tanta la dependencia al teléfono que no se sentía lo suficientemente fuerte y maduro de sobrevivir un tiempo sin el bendito aparato. Otro caso fue de un niño que fue víctima del BULLYING  por las redes sociales, Por mucho que bloqueara esos mensajes siempre terminaban de llegar, afectándolo nefastamente.

También se debe mencionar los depravados sexuales que visitan constantemente las redes buscando atrapar inocentes, haciéndose pasar por infantes para ganarse la confianza de sus víctimas. Sin dejar de mencionar los estafadores que consiguen en las redes un lugar apetecible para cometer su fechoría. En una ocasión a mi correo electrónico llegó un mensaje de alguien que se identificó como un profesional de la abogacía. En el mensaje me propuso ser el heredero de una persona que había muerto en otro continente y dejó una fortuna. Estos estafadores manejan una situación que casi llegan o terminan convenciendo a uno, lo que me regreso a la realidad fue cuando me solicitaron que le depositara en una agencia monetaria, con figura de CASA DE CAMBIO, un monto equivalente en divisa extrajera, para apertura una cuenta en la agencia bancaria del país donde residía el difunto. Fue allí donde se perdió la legalidad del proceso y nació la desconfianza.

He podido notar que toda la información que se obtiene por internet llega sin ningún tipo de censura, cualquier infante puede tener acceso a sitios prohibido por contenido sexual. En mis años de infancia la censura era primordial en los medios de comunicación (Cine, radio y televisión). Supuestamente existen filtros o aplicaciones que se pueden crear para evitar estos inconvenientes. Pero como se dice por ahí: ËL QUE CREO LA SOLUCION, FUE QUIEN CREO EL PROBLEMA, o sea, se tardaría más en instalar la aplicación que desinstalarla. Esto lo menciono porque es asombrosa la destreza demostrada en la actualidad por los niños para manipular cualquier artificio tecnológico, llámese procesador, Tablet o teléfono.

La tecnología llegó al mundo con sus virtudes y desafectos. En esta época de pandemia, las personas se han visto en la urgente necesidad de recurrir a los medios tecnológicos para solventar esta crisis y no salir de sus casas. Con eso ayuda evitando que el virus no se propague. Los niños experimentaron una nueva modalidad virtual de asistir a clases. Para evitar que mis hijas no perdieran esa actividad educativa, se realizó un sacrificio para obtener los instrumentos tecnológicos que permitiera cumplir con esa finalidad. Es allí donde pude comprobar que los cambios de tecnología son constantes, puede que adquiramos un aparato que sea la última versión (en ese momento), pero en cuestiones de días esa versión sea hace obsoleta y debemos cambiarla por una versión más reciente.

En conclusión la tecnología se involucró en nuestra vida de una manera que va a ser difícil desprenderse de ella. Si la abuelita estuviera viva sortaria el rosario que siempre cargaba para rezar, y tomaría la computadora portátil para chatear con los viejitos amigos que residen en otros asilos simplemente para saludarlos..

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