Hacía mucho que pensaba en ella pero en las últimas semanas el reverberar de su recuerdo se había convertido en pura obsesión.
Seducido por la evocación de las imágenes que atesoraba en mi memoria, por su húmedo magnetismo, sus misteriosas fragancias, no pude resistir más.
Me senté al ordenador y planifiqué una nueva visita a la Amazonia.
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