Amor,
no puedo imaginar
la locura que provocas con tu mirada,
manejas el ritmo de mi corazón
con tan solo mover tus labios,
derrumbas todos mis miedos con tus cálidos abrazos.
Voy a escribirte como la reina de los infiernos,
como la mujer que abandona la tierra y
permanece para siempre en las lóbregas tinieblas del Hades.
II
El Alzheimer, ¡qué rara enfermedad!,
elimina con desgarro los recuerdos de la vida;
da tristeza intentar recordar lo que alguna vez fue familia,
Amigos y amores.
Pese a que,
nos hace entender que todo es una ilusión en la noción del tiempo.
Ver cómo se lucha para recibir un poco de los magníficos
recuerdos de seres queridos,
tristemente efímeros…
Es como si los siniestros pájaros de la muerte pasaran por ti,
recogiendo las cenizas consumidas por el tiempo.
Liberando el infierno poseído de tu insignificante vida,
extrañando… las huellas dejadas del ser que fuiste,
evocando las infinitas alusiones de un ciclo desesperante.
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III
No tengo palabras para dedicarte este poema,
eres la luz de mi camino,
el sol que brilla mi espíritu,
mi agua bendita,
refrescas mi alma,
la purificadora de mi conciencia,
tus ojos reflejan la liberación de mi espíritu.
Tus besos unificados con mi lengua renuevan mi ser
Tus lágrimas representan el gran dolor que causé por mis errores y la tentación.
Mi Diosa, eres el fruto que refresca mi corazón.
Emerges de lo más profundo e inmenso del mar,
rodeada de delfines.
La luna conecta con tu dulce cuerpo e inspira armonía en mi vida
provocando el nacimiento de mis infinitos sentimientos hacia ti
dando la esperanza de recuperar el trono que pertenecía al cielo.
IV
El reflejo de mi alma está cuestionando la malicia de la sociedad,
me decepciona ver a la humanidad derribando sus sueños,
fantasías,
alegría e incluso el amor del prójimo;
por conseguir poder,
dinero, lujuria.
Me da tristeza observar cuerpos tirados,
degollados, mutilados por sus enemigos.
Era una batalla constante de dos cuerpos.
Repudio a la guerra,
solo se transforma en algo macabro y despiadado.
Esas victorias tan hipócritas por lograr una parte del territorio.
Celebran con rameras, alcohol y sus asquerosos egos.
Desearía purificar esa malicia que llevan,
pero es una simple ilusión,
de tantas que hay en este mundo.
Agobiado de permanecer en un mundo sin noción del tiempo,
Combatiendo de colmar sus profundos miedos….
V
La crueldad rodea con su máximo esplendor en la sociedad,
transformando al hombre como una especie vehemente.
Consumiendo con desgarró la credulidad de la vida.
No tengo palabras,
soy una simple persona,
con dudas,
sufrimientos,
confundido por las acciones de la naturaleza humana.
todos somos estúpidos, crueles,
débiles,
frágiles,
somos humanos que destruimos,
arrancando
los sentimientos de otra persona.
VI
Ofrendo mis sentimientos,
obsequio la subsistencia de mis poemas,
dono mis débiles abrazos,
regaló mi don,
recreo la luna conectado con tu ser,
derrites mi odio por la sociedad…
soy un fénix por tus cálidos besos…
VII
Maestro con su inmenso conocimiento emana el viaje del discípulo,
para transformar en su existencia un deseable destino,
como un barco recorriendo el magnífico mar,
creado por los dioses.
VIII
Ojo de Ra..
amuleto de mi insignificante existencia,
brilla con pudor el juicio final de mis recuerdos avanzados del tiempo.
Nace con intensidad intelectual para facilitar la travesía de mi ser,
retirando mis podridos frutos del antiguo y remoto pasado,
entregando con anhelo la tranquilidad que más necesitaba…
IX
Distancia…
desapegándonos del significado tradicional,
su verdadera razón es descubrir cuanto amor existe
en una familia o en una relación,
en todo caso, una lucha constante,
de muchos sentimientos,
melancolía y recuerdos.
Transportando en un mundo magnífico,
conociendo la obra negada de nuestra sensualidad.
Rompiendo los límites de la capacidad de un cálido abrazo,
desterrando los dolores del pasado
incertidumbre de escaso noches melancólicas,
expulsando la macabra especie transportada del infierno…
desterrando los caminos de la iluminación efímera vida.
Agobiado por el fallecimiento de mis infinitos recuerdos del presente
X
Escapar de las cenizas regadas en el camino,
recoger las plumas manchadas,
limitar en ahogar los susurros de la naturaleza,
escuchar las vibraciones mientras camina.
Soñar hasta padecer de niño crédulo
abrumado por el aspecto sádico poseído,
perturbado la expresión soberbia del rostro,
alborotado de la inmensa melancolía desprendía de su energía,
gemir de repugnancia por los retratos pintados en mi cuerpo,
repudiando con desgarro el desprecio de mi…
arrojado de nuevo al abismo sin fin..
XI
Cada hombre tiene una mujer,
Camino y me encuentro con parejas besándose.
Instantáneamente pienso en aquella que me espera,
La recuerdo.
Me hace mucha falta en los costados
Asciendo a los rincones más lúgubres de mi casa
Observo el cielo con ternura y pienso qué ella no se encuentra conmigo,
Miro la naturaleza tan hermosa, tan avasallante.
Veo las parejas besándose
Lloro constantemente,
Lóbrego por la ausencia del roce de nuestros labios,
le entregue mi corazón con temor para que me recuerde,
hostigado…
descendiendo con horror a la caverna de Platón,
para recuperar el valor,
y renacer como fénix,
La amo demasiado, murmuro…
A la vez pienso en las guerras
Y lloro, solo pienso en cuerpos esparcidos dentro de las batallas
No más guerra, no más guerra,
Me digo mientras la recuerdo.
Cuando el viento sopla pienso en las guerras…
Veo muchas cosas,
derramo agua por la muerte y el amor.
XII
La Tierra se encuentra fragmentada en miles de pedazos…
Tengo un poco de esperanza… que va a cambiar su ruta;
La veo detrás del arcoíris,
anhelo sus besos,
me encuentro solo con mis recuerdos
el viento susurra con delicadeza su nombre,
La amo demasiado.
Haría cualquier cosa para que fuera radiante,
Alumbra mi tormento,
Pero en el mundo todo es distinto;
El hombre derrumbo el símbolo del amor,
Quiero que haya armonía,
Quiero que esté a la orilla de Schuaima,
rodeado de rosas, ángeles y Aniquirona..
hasta que el sol declina detrás del campo de batalla.
XIII
Camino de nuevo
sin ningún rumbo,
perdido en un universo lejano,
Por primera vez conseguí algo digno para mí
y me lo arrebataron.
Quizás así es la vida,
me digo.
cuando verdaderamente pierdes algo,
empiezas a valorar y cada vez que tienes un inmenso recuerdo,
lo único que haces es fingir ese sufrimiento.
Me encuentro vagando,
Dentro de toda la oscuridad que arroja el mundo;
ando rodeado de tanta penumbra que ni siquiera puedo ver mi mano.
Ojalá pudiera ver a esa persona,
pero… no soy ningún Dios,
ni pretendo regresar el tiempo;
lo más doloroso es ver cómo te mueres lentamente
y observar cómo delante de ti
tus rodillas,
tu cuerpo
y tu alma,
se caen ante la sombra de lo que no tiene nombre.
XIV
Viajo con un cigarro en la boca,
Contemplando el entorno de la felicidad tan anhelada.
Estoy solo dentro de una bodega de tren,
me encuentro aturdido por la melancolía de aquellos recuerdos,
turbado por las emociones que se adueñaron del cadáver que soy.
Transformo el extenso mar que miro
En un retazo de sábanas lóbregas,
descuartizando fragmentos del tiempo transcurrido.
Aquellas impresiones consumidas
Han sido calcadas en los cuadros pintados,
llegando a un punto de equilibrio entre el dolor y el vaivén del océano.
Repudie… repudie..
Cayendo las cenizas del tabaco.
XV
La luna impacta con espontanea agilidad su trazado
y esbelto cuerpo,
ilumina sus delicados senos,
dándoles un toque de lujuria y armonía,
radiando mis lúgubres ojos.
Es capaz de transformar mi alma en un arcoíris.
Con un ligero movimiento pinta el ambiente de la creación de venus…
¡Oh!, Majestuosa creación,
inspirada en las melodías de los ángeles,
pintada en los cuadros de Da Vinci,
pulida en el Hades y liberada
como una Diosa,
rodeada de mares,
y ríos aquella
deidad que está sobre la tierra.
XVI
Arrodillado ante ti mi majestad,
gratificando mi origen,
honrando tu presencia,
perfeccionando tus trazos en la pintura,
escribo mis versos al sonido de la música de las aves,
dedicando a tu excelencia,
ofrendo mis cálidos brazos.
¡Oh!, mi reina,
Os dirijo mi honor,
existo por tu voz angelical,
¡Oh!, mi reina,
divinidad,
seré tu corcel.
¡Dios mío!…
Os suplico mi muerte…
XVII
¡Alteza!,
murmuro tu nombre,
seré tu soldado,
lucharé con honor para evadir tu destrucción,
sacrificaría mi existencia,
seré un instrumento,
¡Alteza!,
mi reina en el ajedrez,
organizando el triunfo,
hónrame con tu espada,
os lo suplico mi alteza,
seré tu caballero…
XVIII
Vivaldi,
Os suplico tocar tus trazos en el violín
magnifica melodía,
excita mi corazón,
honro mis poemas ante ti,
mi destino son mis versos,
estoy en gratitud por tu música,
inspira lugares más recónditos de mi alma,
¡Genio!,
alabo como a un rey,
perteneces al trono de Dios,
él estará encantado de escuchar su destreza…
XIX
Somos seres discontinuos, individuos que mueren aisladamente en una aventura ininteligible; pero nos queda la nostalgia de la continuidad perdida. Nos resulta difícil soportar la situación que nos deja clavados en una individualidad fruto del azar, en la individualidad perecedera que somos. A la vez que tenemos un deseo angustioso de que dure para siempre eso que es perecedero, nos obsesiona la continuidad primera, aquella que nos vincula al ser de un modo general.
XX
Vivir es la palabra más significante para los seres humanos que compone el trato de rectificar los sentimientos atraídos, reprimidos y hasta hostigado por el transcurso del tiempo. Perdemos miles de veces esta palabra tan reconocida, mediante de los deseos carnales, e incluso nos derrumbamos por los vacíos del alma. Nos enfocamos en volver más sociable que nos alejamos de la esencia primordial de la persona.
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