Al noroeste de Islandia existe un rincón llamado Hellulaug donde sumergido en una terma puedes huir de todo mientras contemplas el Fiordo de Vatnsfjörður. Pero hablemos de Lola…
Cautiverio
La imagen congelada de la pantalla exhibe a una perfecta pareja disfrutando de esas vistas islandesas al lado de un magnífico SUV eléctrico con autonomía suficiente como para transportarles a la más recóndita felicidad. Lola desatiende su creación audiovisual porque anda ensimismada en su reflejo en el ventanal: su rostro es una orografía abrupta, lugar apartado de difícil acceso donde ningún montañero querría perderse ante la dificultad de ser rescatado; en los valles que dejan sus collados las arrugas forman arroyos que recogen el agua salada que habitualmente brota de sus ojos. En el subsuelo, bajo varias capas de piel, se oculta su caja mágica.
Ventura
Incorpora su cuerpo enjuto y, ajena a las miradas, sale del despacho camuflada en su coraza. Ya en el hall destinado a cafetería sorbe nerviosamente un expreso mientras Luis charla con la de contabilidad; Lola por fin se decide, abre la caja y el corazón se le dispara mientras recorre esos cuatro pasos: ”Necesito el informe antes de las doce”, le dice con voz seria y Luis, intimidado, asiente con una mueca. Nuestra protagonista regresa a su oficina tras haber conseguido lo que tanto ansiaba, el informe era sólo un pretexto.
Tránsito
Un intenso aroma a pino escandinavo invade su apartamento mientras se calza las zapatillas. Ya en la calle se cruza con toda esa gente anónima mientras respira la frialdad que la pandemia instaló, pero en este desierto Lola es ella misma sin tener que fingir…
…El Parque del Retiro la ve acelerar hasta que sus piernas arden: dos vueltas, como todos y cada uno de estos últimos 365 días, para completar esos 3.057 kilómetros. “Costó pero ya he llegado a Hellulaug”, celebra.
Contienda
En el salón suena “How to fight loneliness” y la tristeza afina sus cuerdas mientras el agua de la ducha se le escurre entre sus dedos sin que las endorfinas puedan evitarlo. Pese a todo, un rato después se toma los tres vinos necesarios para culminar su plan con éxito…
…bajo las sábanas siente que la ropa interior ciñe demasiado su cuerpo, “quizá esto no ayude en el proceso”, piensa, pero deja atrás su inseguridad e inspira con fuerza hasta destapar su caja para recibir todo el aroma robado a Luis esa mañana; sin más se transporta a aquella poza…
Hellulaug
El horizonte anaranjado les dice que se ha parado el tiempo en la madrugada. Sumergidos en agua color turquesa respiran vaho y el frío del ambiente se pelea con el calor de sus cuerpos. Ella no encuentra reflejos de sí misma, porque en ese mundo su cara es tersa y blanca. Él se acerca y la rodea con sus brazos fundiéndose en un abrazo, aproximan sus labios hasta unirlos en un profundo beso en mitad de aquella noche blanca y durante un instante infinito Lola deja de sentirse sola.
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