MI ABUELA MATERNA UNA GRAN DESCONOCIDA

MI ABUELA MATERNA UNA GRAN DESCONOCIDA

Alma Poetizada

14/03/2021

Estoy ahora mismo con sentimientos encontrados, con mi abuela materna, ¿por qué , os estaréis preguntando, estimados lectores ? Pues porque llevo dieciocho años buscando respuestas, de quién era ella, en qué trabajaba, dónde vivían, tengo sólo dos versiones y espero, que ustedes consigan ayudarme a despejar una gran incógnita en mi vida.

Mi abuela, murió cuando yo tenía catorce años, con sesenta y seis años, por aquellos maravillosos años 90 … de una muerte dulce, la versión edulcorada : “ fue que le dolía la cabeza se tomó una pastilla y al día siguiente no se despertó”. Sin embargo, la verdadera historia es que tuvo un trombo cerebral, y se quedó “dormida” en el sofá, de la calle Almirante Cadarso en Valencia.

Estuvieron reunidos todos los hermanos, al parecer nerviosos, tras la muerte tan joven y repentina de mi abuela, recuerdo a mi madre fumar cigarrillos de la marca LM mentolados, mi padre pipa de fumar, y mis tías y tíos , tres cuartos de lo mismo. Nosotras estábamos con nuestra tía, sin entender ni comprender lo que estaba pasando, desde entonces en casa siempre habían enfados por cualquier cosa, tanto con mi padre como con nosotras, recuerdo las discusiones a puerta cerrada, nosotras abajo en el salón, preocupadas, porque no entendíamos nada. Mi madre estaba descolocada, mi padre no sabía como consolarla, sin embargo ella no paraba de tirarle cosas en cara, los dos cirujanos y entre medias con guardias de más de veinte y cuatro horas por delante.

Entiendo a mi madre, todo el estrés, pero tenía el mismo carácter y sigue teniendo agrio, de mi abuela, mi padre dentro de lo que cabe, tiene algo más de paciencia y ha sido algo más reflexivo, pero, cuando se cabreaba tenía que salir corriendo, digo tenía, porque siempre me caían a mí los castigos, zapatillas voladoras, algún cachete bien merecido lo reconozco, y ahora soy la que soy.

Retomando la historia de mi abuela, cuando venían a casa algún día toda la familia, recuerdo que siempre había discusiones, los primos estábamos en el jardín sin enterarnos de nada «supuestamente» , pero las voces, griteríos, y demás improperios, y exaltaciones, no cesaban, no recuerdo al menos en mi casa, alguna comida feliz. En la mesa, siempre había una tensión que se podía cortar con un cuchillo jamonero, de hecho recuerdo, porque me están viniendo imágenes, que la abuela presidía siempre la mesa, los matrimonios enfrentados a ambos lados, mientras que los niños comíamos en una mesa contigua, lo de siempre la mesa de niños y la mesa de los adultos, sí éramos la típica familia clásica.  

Mi abuela tenía la manía de mandar en todo , y era bastante entrometida , y eso a mi padre le sacaba de quicio, porque era su casa , mientras que mi madre defendía siempre a mi abuela, recuerdo las broncas en la cocina mientras se fregaban los platos, el único momento de placer para mi padre era cuando estaban los hombres tomando cerveza y haciendo la paella en el paellero, mientras supongo que las mujeres les criticaban a sus espaldas, que es el deporte internacional, por muy mal que suene. Yo siempre, me quedaba al lado de mi padre, porque nunca me han interesado las conversaciones de ellas, y además , me gustaba el olorcillo a paella dominguera y las risas que tenían entre ellos, digamos que en mi casa era, la eterna lucha entre hombres y mujeres; ellas de Venus y ellos de Marte.

Mi madre, no nos dejó ir a su entierro, pues según ella, no era lugar para unas niñas pequeñas, por lo que jamás pudimos despedirnos de una abuela dulce y cariñosa con todos sus nietos. El ir a su casa, era siempre una gran fiesta , los domingos , recuerdo el olor de la cocina, de los flanes, empanadillas, croquetas , que le salían … se me está haciendo la boca agua de tan sólo recordar aquellos olores de pucheros antiguos.

La casa era muy grande , con suelo de mosaico, una gran puerta de madera , en frente el despacho, con un teléfono antiguo , aquellos de la rueda , que girabas y tenías que esperar hasta marcar el siguiente número, ¿os acordáis?. También recuerdo que había una pequeña pizarra donde jugábamos al ahorcado mientras los mayores, estaban en la sala de estar, era una gran salón comedor, en el lado contiguo a esa sala, había otra habitación, en la que en Navidades, solíamos tirar confeti, abrir los regalos , cantar canciones, tirarnos por el suelo …. una verdadera fiesta!. Al final del pasillo, estaba el cuarto de baño, la habitación de mi abuela(en la cual, dormíamos mi hermana y yo , cuando mis padres hacían sus largos viajes de 15 días, y cada noche , mi abuela, nos metía una pastilla de chocolate, diciendo que eran los gnomos de la noche que nos lo habían dejado, por portarnos bien). En frente, se encontraba el lugar más movido de la casa, la cocina, mi abuela siempre , estaba metida en aquél lugar, haciendo platos riquísimos, nunca nos faltó de nada cada vez que íbamos a su casa.

Cuando llegó la triste noticia, estábamos en el colegio, nos sacaron, para dejarnos en casa de una tía paterna, pero no recuerdo mucho más de aquel día, vagamente tengo imágenes, pues para mí, mi abuela ha sido una mujer de bandera, ya que tuvo que sacar a 5 hijos ella sola , ya que se quedó viuda muy, muy , pronto , según mi madre cuando ella tenía 14 años de un enfisema pulmonar.

Ahora viene la cruda realidad, estimados lectores, mi abuela con sus hijas fue mi estricta, hasta el punto de meterse en sus matrimonios, las tres separadas, los chicos, el mayor y el pequeño han sabido aunar a su familia, a pesar de mi abuela.

Sé que mi abuela nació de un pueblo llamado Terriente, «actualmente cuenta con ciento setenta y tres habitantes, no me quiero imaginar en la época de la postguerra», sitiado en la Sierra de Albarracín, y que se casó con mi abuelo que trabajaba como ingeniero en el ferrocarril y tenía mucho dinero; con una diferencia de edad de veinte años, en aquel entonces y en aquel contexto, que según cuenta la versión materna, era por amor. 

Así fuimos creyendo y creando a una abuela idealizada, a mí habían cosas, que no me cuadraban, mi abuela no tenía ni oficio, ni beneficio, era ama de casa, tenían un caserón en Sueca, y una casa en Valencia, indagando y preguntando, me acabé enterando que mi abuelo era un putero, vividor y alcohólico en aquel entonces, vivían en el barrio de Nazaret. La ama de llaves, no se llevaba bien con mi abuela, porque se terminó liando con el señorito, del quien ella estaba enamorada en silencio, pero, mi abuela era más guapa y más joven que la ama de llaves, ya que llegó con diecisiete años a buscar trabajo.

Me contaron la versión paterna, de los matrimonios separados, que ellos eran quienes ponían dinero de su bolsillo, para nuestras fiestas espectaculares, porque al parecer la abuela se había quedado sin nada y entre todos los hombres llegaron a un acuerdo para ayudarle a mantenerla … ( ahí se marchó una parte de mi inocencia tras aquella dura confesión ..).

Regresando a aquellos años, mi abuela se queda embarazada, y mi abuelo, estaba prendado de ella, con lo que deciden fugarse, ya que su familia le repudia, por haberse acostado con la sirvienta. Con lo ahorrado, se van de Nazaret a Sueca, compran un caserío enorme, donde los cinco hijos viven felices. ¿Qué pasó con la ama de llaves, os estaréis preguntando?, pues mi abuela consiguió tirarla a la calle y hacerse dueña de todo, lo sé suena feo, y a mí me ha costado muchos años entender el contexto de la postguerra y sé que lo hizo por supervivencia.

Actualmente, ninguna de las hermanas, habla de los veranos pasados en Sueca, repudian y odian, su estancia, nunca nos habían contado nada hasta que se hizo el reparto de la herencia, que se lió la de San Quintín …. De hecho, se han ganado la vida siendo funcionarias, ya que como os he comentado, se quedaron jóvenes desde muy pequeños, ¿ cómo se las arregló mi abuela con cinco hijos, en aquel entonces?, me puedo imaginar lo peor , de ahí el silencio maternal , prostitución, o intercambio de comidas …. sinceramente, es algo que nunca sabremos jamás porque no nos ha sido desvelado, esa al parecer oscura historia…

Me enteré hace poco menos de dos años, cuando la psicóloga, tras toda esta maraña mental, me hizo que indagara sobre mi árbol genealógico, le pregunté a mi padre, y fue él quien me contó toda la verdad, que mi abuelo murió borracho en un accidente de tráfico, mi abuela pasó muchas penurias y fue muy dura, además de exigente con sus cinco hijos, sin embargo, con sus nietos nos volcaba de amor y cariño, nos daba todo lo que le pedíamos. Corroboré la historia con mis tíos divorciados, y los tres, coinciden en lo mismo.

He buscado en los archivos de nacimiento de Terriente, no he obtenido respuesta, no sé la fecha de nacimiento de mi abuela, ni el año …, por lo que es más difícil la búsqueda y encontrar sus orígenes para verificar su historia, la historia de los varones de la familia o la historia de las mujeres de la familia. Sé que está enterrada en el cementerio de Valencia, pero nunca he ido a verla, porque me quedo paralizada, y bloqueada, pero creo que con esta catarsis, me voy a plantear el ir a verla y pedirle perdón.

De mi abuelo, no sé nada tampoco, sólo sé lo que os he contado, no sé ni por dónde buscar, sé que es valenciano, supuestamente según » alardean» que lo odio, somos dueños de los Jardines de Monforte, tenemos una parte que nos pertenece … yo no sé ya si es real o irreal, sinceramente me da lo mismo, ya que el dinero viene y va, pero el amor es lo que perdura en una familia, la cual no he tenido, y ha sido truncada además de desdichada. No sé si algún lector , me podría ayudar a encontrar mis orígenes, si es verdad que mi abuela se prostituyó por necesidad, me da lo mismo, entiendo el contexto, la época , no tengo nada que reprocharle ni que perdonarle, nunca me lo he planteado, tiene que haber sido muy difícil el sobrevivir en aquellas circunstancias sacando a cinco hijos adelante. De los cuales, espero que esté contenta allá dónde esté ya que aunque mal o bien avenidos, han conseguido ser todos funcionarios, ya jubilados, y espero que ese fuera su propósito y meta final en la vida.

Sin embargo, a fecha de hoy con treinta y seis años, sigo dividida no sé a quién creer , si a los hombres de mi familia, o las mujeres de mi familia … en el fondo sé la respuesta, sé que lo hizo con todo el cariño del mundo, no la odio, la quiero y le tengo mucho amor además de respeto por ser una gran mujer!

Siempre, tenía un carácter muy duro , muy recio, estricto, nunca entendí porqué hasta que me dijeron la «supuesta», confesión final, la cual fue muy , muy duro de digerir , ya que pasé de tenerla a una abuela cariñosa con sus nietos, a haber pasado una ardua y dura vida de postguerra.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS