Sueño con despertar (historia de un beso)

Luego de aquel accidente, desperté en un lugar maravilloso, soñado, lo que siempre quisimos… Parecido a una pradera, llena de árboles, animales, y clima cálido.

No entendía porque aun no estabas ahí, conmigo… ¿Acaso ya no me querías?

Pasado un tiempo, llegaron mujeres, hombres, incluso niños… éramos una comunidad. Aunque, más allá de eso, cada día se volvía una eternidad sin ti a mi lado…

Cada vez que podía intentaba visitarte, pero nunca me lo permitieron…

No recuerdo nada desde aquel viaje en auto, mi última memoria antes de llegar aquí.

Todos parecían deprimidos, cada quien extrañaba a un familiar, de hecho, la mayoría tenía rememoraciones similares, uno de ellos recordaba estar en una montaña rusa, otro en un percance automovilístico como yo.

Después de unos años, apareció Judith, nuestra hija, se veía como nueva a pesar de su enfermedad terminal. Principalmente, corrió a abrazarme, estaba realmente muy feliz de verme… Sé que no toleraban verme llorar, pero no pude evitarlo.

Yo seguía esperando, Margaret, quería un último beso si es que ya no me amabas…

Finalmente, llegó el día… Judith debía irse, una luz parecida al sol de la mañana se asomó, y algo me dijo que debía dejarla ir, que aún no era mi turno.

A la mañana siguiente, otra vez estaba solo… sin Judith… sin ti…

Veía como todos se iban y yo seguía ahí, cada vez más solitario…

En cierto punto, quedé totalmente aislado, volví al principio…

Mi cuerpo se iba deteriorando, me hacía viejo, estuve los siguientes años así…

-Julian…

A pesar de mi deplorable estado, nunca olvidaría esa hermosa voz, más bien, esa melodía…

(Con cansancio)-Margaret…

Automáticamente nos sumergimos en un abrazo eterno, seguido de un beso que parecía el primero, perfecto e imperfecto a la vez, único, tan… Margaret…

Se presentó nuevamente ese destello, el mismo que se había llevado a nuestro retoño anteriormente…Solo que, ahora vendría a llevarnos a ambos…

De eso se trataba, debía estar ahí, esperándote… juntando todas mis fuerzas, aguardando aquel amanecer…