Los 14 de febrero

Los 14 de febrero

Hani

20/02/2021

– 1 – 

Cuando leí a Poe en “Corazón delator”,

nació en mi la sospecha,

de que, en un lugar sin resplandor, 

escondía lo que sentía por ti.

Pero, fueron las paredes,

la tubería, el concreto, que, con todo y encierro,

supieron delatara este pobre cuerpo,

que infinitos sueños, deseos y pensamientos 

intentaba acabildar.

Entonces, me delata…

la sonrisa, me delata,

la mirada,

y mi palabra silente 

que no acalla nada.

– 2 –

No prometeré algún “por siempre”,

tampoco desgastaré ese par de palabras pendientes,

no te pondré en un pedestal, 

porque no somos perfección celestial.

No estaré a tu lado,

cada que tu mente y corazón 

se sientan desesperanzados;

no serás mi deseo más egoísta

dejaré atrás mis pensamientos hedonistas.

Pero, si no hago todo eso,

¿Cómo demuestro lo que siento?,

le pregunté a tu reflejo…

Entonces, recordé, que, desde hace mucho,

te quiero en libertad.

Porque, tú no eres mío, 

ni yo soy tuya,

no lo fuimos o seremos.

Te quiero libre, 

para que por ti brilles

y tengas presente,

que eres más que suficiente,

te quiero libre,

porque, si no abrazas tu libertad,

te espantarás por el monstruo imaginario de la soledad.

Te quiero libre,

sin “para siempre”

ni sentido de pertenencia

que nos condene a la demencia.

Te quiero libre,

y tú has de quererme igual,

siendo éste el camino, 

que, nos equilibre…

Tú y yo

querámonos en libertad.

– 3 –

Llámame por mi nombre, 

porque, tras cada amanecer

me olvidas entre pronombres,

llámame, porque he de desaparecer…

Musítame, si haz de querer,

susúrrame, si no me has de frañer,

vociférame, si hemos de sentir placer.

Musítame,

musítame despacio

entre tus labios,

que no hay pecado

en nuestro pasado,

solo el descuido de tu mente

que me ha olvidado.

Susúrrame,

hazlo con descaro

y sin reparos,

desliza tus verdades y mentiras,

que los guardaré en el cofrecito

que, de lejos, tanto admiras.

Vociférame, 

en el lugar que prefieras,

para no dejarnos ir

y no extrañarnos en el porvenir,

hazlo con la certeza,

de que yo también nos haré proezas.

Musítame, susúrrame o vociférame;

con el respeto, la seguridad y la fortaleza

que le das a mi nombre,

entonces llámame…hazlo, sin usar pronombres.

– 4 – 

Sostén mi mano, 

que vamos de lado

y no es asunto de un rato,

aunque, tengas presagios malos

y la desconfianza te genere estragos

por los infames desmanes de villanos pasados,

solo, sostén mi mano, 

que yo también me estoy arriesgando.

Sostén mi mano,

te darás cuenta que todo miedo fue imaginario, 

al principio, todo parecerá pesado 

y un camino sin la certeza

de lo que aún no ha llegado,

pero, te darás cuenta, 

que yo, a tu mano sostengo 

hace más de un rato.

Sostén mi mano,

no la alejaré con desgano,

ni tiraré de ella,

escudado en la frialdad,

indiferencia o la pura falsedad;

sostén mi mano,

que quiero poner tu mano calentita

con historias y sonrisas secretitas,

dibujando el brillo en tu mirada,

que mañana no nos queda más nada,

que sostener nuestras manos y juntar nuestras palmas.

– 5 –

Suena una canción en el reproductor,

no es ‘Radiohead’,

porque causaría demasiada emoción, 

tampoco ‘Paramore’, 

porque, no eres mi única excepción.

Retumba la canción, 

parece una balada de a dos,

pero relata otra historia de corazón,

no es una canción de antaño,

aunque recuerdo 

cuando cantábamos juntos hace algunos años,

entonces, apareces en mi mente

como el coro repitente

y no puedo quitarme la imagen de tu sonrisa reluciente.

Suena la canción

¿acaso es Cerati 

con “Cosas Imposibles”?

no, no es él;

eres tú negándote a ser invisible,

resonando una vez más…

tú eres la canción que jamás podré cantar,

mucho menos bailar,

y está bien así,

porque cada uno fue ritmo y estribillo

de otras voces o ruido campero de unos mágicos grillos.

Somos canciones extrañas

descompuestas por puras marañas,

mientras, a ti te cantan 

yo me compongo desde el inicio,

para cantarme a todo pulmón desde un corazón novicio.

– 6 –

Once, I called you home

but, now I’m all alone

thinking out loud

how bad it went for me,

while I laid in my cloud, 

my comfy cloud of lies,

I still dream with your butterflies.

I called you home

and now I have none,

there are no words of comfort,

neither smiles in the front,

or hugs for my soul.

Once… but,

that’s in the past,

as the dream of last night,

now I build my own…

now I’ll be my home.

– 7 –

No pretendo poseerte,

solo quiero conocerte,

de a poquitos, 

de a besitos,

entre sonrisas 

con admiración y sin prisas,

¿prefieres un emoliente?

o ¿eres de café caliente?,

una plática corta bastará por ahora,

pero, mañana,

será suficiente una trasnochada.

No solo quiero conocerte,

también quiero morderte,

mordisquear y perderme 

en tus aventuras relatadas a lo Verne,

bailaré en tus silencios

para que mis latidos hagan eco,

en el lado de tu mente,

en el que parece, desaparezco.

Quiero muchas cosas,

demasiadas cosas bobas,

que sueño despierta

con la esperanza incierta de volverlas real,

por si algún día, dejas de ser solo un ideal.

– 8 –

No somos casualidad, ni destino,

somos un boleto perdido

a una montaña rusa de inesperado recorrido,

noches sin pláticas

días de sonrisas plásticas.

Hiel sobre la miel 

y el olvido de tu piel,

humedad en la pared

acabando la pintura de ayer, 

van y vienen los días sin querer.

No somos plan, ni suerte,

somos almas coincidentes,

en la aleatoriedad de este mundo decadente, 

sí, lo más hermoso, es que,

somos, con la advertencia de que no para siempre,

bajo la vigilia de una contable eternidad recurrente.

– 9 –

Escribí una carta

que mi memoria no aparta,

estaba en cursiva,

era cursi y festiva,

relataba mi fragilidad

y lo que me afligida con seguridad.

Escribí una carta,

pero el papel cambió de color

y su ahora es el del último cajón,

echado al olvido,

aunque, tú apareces, 

cual recuerdo vivo, 

mi remitente perdido.

Escribí una carta,

por cada vez que me encantabas,

eran tantas,

que no cabían en la habitación,

por eso te hice un balcón

para cuando quiera recitarte una canción.

Pero, son todas entregas pendientes,

si me preguntas, mi alma lo niega y miente.

Escribí tanto

y todo acallanto,

porque no hubo pasado

ni futuro a tu lado.

– 10 –

Mis ojos,

dos portales vacíos,

miran sin mirar,

buscando, donde acaban los ríos.

Mis labios,

delatores de nerviosismo,

sonrisas fugaces

y latente inmutismo.

Mi corazón,

de pálpito inhabitado,

se aqueja en suspiros

aparentemente incausados.

Mi espíritu,

un laberinto,

contradicciones y enredos,

que dejan a cualquiera perplejo.

Pero, son esos mismos ojos,

los que, te admiran en silencio,

mis labios,

los que, te anhelan en cada sueño,

mi corazón,

el que, con tozuda desazón,

se reserva con recelo

un «te quiero»

y es mi espíritu peculiar,

el que, a tu lado quiere andar,

empezar nuestra historia

y hacerla… inmortal.

– 11 –

Hay quienes…

quieren

o aclaman que aman,

ojos brillosos, 

de sentir curioso,

arriesgan y dan, 

dan, una y otra vez,

dan, sin mirar atrás,

porque creen que bastará

y que el camino que eligieron

junto a ese otro alguien, 

será un futuro imperfecto de ensueño.

Pero, como todo cuento,

y epítome de una vida, todo es incierto, 

a pesar, de la incondicionalidad unilateral,

de quien tanto ha dado,

habiéndose, incluso abandonado, 

es a quien dejan atrás.

En ese abandonar, se pregunta:

¿qué me ha de faltar?

¿mi sonrisa he de cambiar?

¿será mi cabello?

¿mi peso? ¿mi cuerpo no tildado de bello?…

¡Shhhh!

Deja ya de machacar,

autodestruir y cuestionar;

abraza cada falta y exceso,

añora tus sonrisas hasta el embeleso,

corta o pinta tus cabellos,

ama tu cuerpo y recuérdale sus destellos. 

Solo mantén en mente,

que no todos quieren o aman igual,

hay quienes comparten soledad

por mera necesidad,

cegados por la orfandad 

de un corazón que dota de romanticismo,

por veces pueril, acostumbrado a ser cínico,

plagado de falsos “nuevos inicios”.

Así que, no te dejaron atrás, 

solo originaron un verdadero empezar.

– 12 –

Me hubieras conocido antes,

cuando mis latidos eran gigantes, 

preparaba la cena a la luz de una vela

o derretía chocolates con entusiasmo imparable,

me hubieras conocido,

dulce, risueña y serena,

diferente a la que hoy se muestra.

Me hubieras conocido, 

cuando regalaba flores en un lazo,

manteniendo mis expectativas ocultas en un regazo, 

ingenua lectora de romances fantásticos, 

descaminada por lo imaginario y plástico.

Te hubiera conocido

cuando no sentía hastío por cupido,

o aberración por “los azares del destino”,

cuando tenía esperanza por una muestra de reciprocidad, 

porque ahora solo me ahogo en la mediocridad.

Nos hubiéramos conocido

cuando creía en el “clic”

y mi sonrisa era un tic,

te hubiera escrito poemas

desde mi alma crisantema,

pero, no lo hicimos.

No soy la de ayer,

no nos conocimos.

– 13 –

Dices: Compartámonos,

queriendo ver dentro

para “nunca” apartarnos,

pero cariño,

en mi interior no hacemos más que armarnos,

levantamos murallas 

ante el presentimiento canalla,

del desastre que podemos ser

cuando todos se vayan. 

Exclamas: ¡acompañémonos!

aunque, por veces 

ambos nos sentimos solos y monótonos

uno al lado del otro,

enfriando el espacio entre nosotros.

Exiges: ¡querámonos!

olvidando nuestros desentonos,

imponiendo tu presencia en mi vida

como si no fuera causa perdida, 

hablas en plural todo el tiempo

y no haces más expresar tus egoístas deseos,

dejamos de ser “nosotros” hace tiempo

pero, te convences y aseveras que yo miento.

Deja de decir, exclamar o exigir;

que ya me debo ir,

porque, aunque mi amor por ti perdure,

mi presencia en esta relación no es algo que dure,

dejémonos hoy, para que nuestras almas curen

y no perjuremos amor en los labios equivocados.

– 14 –

Dos palabras y cinco letras, 

llevan años… 

están en mí, de reserva.

No te asustes

entre tanto barajuste,

seré lo suficientemente valiente

para no estar silente

y confesar lo que mi corazón siente…

Tiene miedo,

se espanta con pequeños estruendos,

pero te mira y confía,

quiere bailar junto a ti

canciones lentas

y oírte muchas noches en vela.

Tiene esperanza,

porque para conservar su luz

primero se hizo oscuridad

y ahí estabas tú,

con una sonrisa despreocupada,

inspirando a mi alma

a ser desmelancolizada.

Dos palabras, cinco letras,

bastarán para sellar

nuestra pequeña infinitud, 

a la que abrigo con gratitud,

por un mañana en la que te admire

mientras respires,

una tarde en la que bese tus rutinas

y tú desvistas las mías, 

una noche en la que nuestras almas 

coincidan con calma,

con la seguridad de que todo se repetirá mañana

en una versión distinta y no esperada… 

Son solo dos palabras,

una suerte de abracadabra,

y comenzará la magia

una nueva aventura cada mañana.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS