Era una tarde de Verano; mientras Catalina cantaba como de costumbre en el pozo, en espera de su amor…
Catalina: Y hoy aquí viendo las estrellas, y hoy aquí todo es claridad…–Cantaba con su dulce y cálida voz, mientras agarraba una rosa.
Estaba muy entusiasmada, porque le quería mostrar a Sergio el poema que le creó.
Sergio: ¡Catalina!– Gritó.
Catalina salta del pozo en busca de sus brazos. Si, en busca de sus «Cálidos y dulces brazos», así es como ella decía.
Catalina: Sergio, mi dulce Sergio.–Lo abrazó fuerte.
Sergio: Catalina…- Le dijo entre lágrimas.
Ella eleva su cabeza y lo mira con ternura, pero a la vez sorprendida. Sin embargo, le limpia las lágrimas que ruedan por sus mejillas.
Catalina: Te quiero y siempre lo haré. -Susurró.
Sergio: Catalina…-Continuaba llorando.
Catalina: Sergio…-Lo mira con amor.
Empieza la lluvia.
Sergio: ¡Catalina!-Grita con fuerza.
Ella se asusta…
Sergio: ¿Por qué?-Su voz se quiebra.
Catalina: Sergio, levántate-Lo mira confundida.
Sergio: ¿Por qué a ti?-Empieza a golpear el pozo y su mano sangra.
Catalina: ¿Qué pasa?, cuéntame-Le agarra su mano, pero él continua torturandose.
Sergio: ¿Por qué no llegué a tiempo?-Se empieza a golpear.
Catalina: ¡No lo hagas!, por favor– Le grita.
Se percata que Sergio tiene la mano morada, intenta ayudarlo, pero le es imposible.
Catalina: ¿Acaso no me escuchas?-Se para delante de él, pero él ni se inmuta.
Sergio: Cata…-Saca un papel de su bolsillo.
Muy sorprendida, se da cuenta que es idéntico al de ella.
Sergio: Mi dulce Catalina…– Arruga el papel.
Catalina: Sergio…¿Acaso estoy…– No logra terminar de hablar, porque rompe en llanto.
Sergio: ¿Por qué te tuvo que pasar a ti?– Se seca las lagrimas y vuelve a ver al pozo.
Sergio empieza a patear el pozo.
Catalina: ¡No!– Grita lo más fuerte posible.
Sergio: ¿Cata-talina?– Tiembla.
Catalina: ¿Me escuchas…?– Se sorprende y sonríe.
Sergio: Catalina, ¿Dónde estás?– Busca desesperado.
Catalina: Ya no sufras, por favor…– Empieza a llorar.
Sergio: ¡Catalina!– La mira sorprendido.
Catalina: ¿Me-Me pu-puedes mirar?– Su respiración se acelera.
Sergio se arrodilla delante de ella.
Sergio: Perdóname, por no haber llegado a tiempo…-Le brotan lágrimas y golpea el suelo.
Catalina: Por favor, ya no sigas torturándote…-Respira hondo
Sergio la abraza fuerte.
Sergio: Por favor, no te vayas…–Solloza.
Catalina: Nunca me he ido-Llora, mientras le soba una mejilla.
Sergio: No sabes cuanto te extraño, perdón.- Suspira.
Catalina: No me pidas nunca más perdón, por favor.-Lo mira con los ojos llorosos y a la vez con ternura.
Sergio: Catalina…-La mira fijamente.
Catalina: Vive por los dos.-Le sonríe.
La lluvia se hace más fuerte.
Catalina: ¿Recuerdas que te dije que nuestro primer beso sería muy especial?
La mira confundido, pero Catalina se ríe.
Sergio: ¿Qué hice?–Se sonroja.
Catalina: Bésame–Sonríe.
Y así fue su primer, único y último beso…
Te amo-Ambos dicen al unísono
Se ríen…
Ella continuó diciendo «Te amo» con su melodiosa y dulce voz, él solo la escuchaba y la miraba como acostumbraba. Ambos no querían que acabe ese hermoso momento, no querían separarse.
Pero ella desapareció…
OPINIONES Y COMENTARIOS