un beso… EL BESO

un beso… EL BESO

Coruja

27/01/2021

Estaba allí, acostada, atenta.

Tantos días de pensar en este, tantas noches de no dormir con la expectativa.

Fue profuso el tiempo planeando el momento para este beso, un beso que despertaba miedos y emociones. Muchas cosas me decían que este beso me cambiaría la vida, por lo esperado y porque el revoloteo en el estómago intuía que, a partir de él, nada sería igual.

Las horas previas pasaron lentamente, como si el segundero estuviera castigado con un grillete y tardara mucho más en su vuelta por el reloj. No había libro, película, ni tv que le apuraran.

Que…¿si había sentido amor antes? Claro, había vivido décadas de amor, más allá del amor que me rodeaba en familia, el amor -y la búsqueda de él- formaban parte de mi cotidianidad.

Pero ya estaba allí, ya faltaba poco para el encuentro, una cita planeada hace mucho, con detalles, con instrucciones prácticas que poco servían en el minuto final.

El momento estaba cerca y era como si no importara nada y – al mismo tiempo- importara todo de manera exponencial.

Luego de millones de segundos, que tan solo fueron pocos, se mostró, estaba allí, todo sueño que tuve se borró para una realidad que le superaba.

Era como si todo el amor que sentí había sido un ensayo para la obra cumbre que se encontraba frente a mí cuando, finalmente, pude darle un beso… a ella… a mi hija.

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