El beso tiene la fuerza de abrir portales en la vida de una persona, es un potencial enriquecedor ,de crecimiento, de un darse cuenta. Cuando se abre uno de esos portales puede venir cargado de diversos sentimientos o puede servir de experiencia como fue mi caso donde tuve dos vivencias que me enseñaron y aprendí a disfrutar de ese beso apasionado que te roban y vulnera las defensas, que te hace suspirar y cuando los recuerdas lamentas lo que faltó por hacer en ese instante.
La primera fue con quince años y estudiaba para formarme como maestra, con un joven guapo que me agradaba porque siempre que pasaba por su lado tiraba de mi trenza para que yo lo notara, me dijo que tenía que hablar conmigo por la noche y yo le dije que sí y le esperé a que me llamara, empezó a enamorarme y nos fuimos para abajo de un sótano propicio para el descanso, lleno de plantas muy bonitas y luces, pero por supuesto buscamos el rincón más oscuro.
Él se sentó con las piernas abiertas atravesado en el banco y yo me senté entre las suyas quedando de lado, con una mano de él tocando mi espalda y con la otra tocando mi frente, me acariciaba mi cabello y en un momento que yo hablaba y reía sobre las cosas que él había hecho para llamar mi atención, me dice:-déjame verte los ojos que nunca he podido ver su color.
Yo lo miré y él se acercó tanto a mí que no me dio tiempo a reaccionar, cuando vine a ver ya tenía su boca y su lengua retozando y buscando la mía. No sabía qué hacer, me sentía torpe, rígida. El tocaba mi cuerpo con lujuria y yo sentía su virilidad crecer, en eso… un profesor nos sorprende y reprende amenazando con decírselo a mis padres y yo le dije: -¡ves que problema,! no quiero más nada contigo porque seguro solo quieres aprovecharte de mí,. Él se quedó así, como te quedaste tú, y luego entendí, que fue el pretexto más tonto que di en mi vida para esconder el miedo. Nunca más me buscó y yo, siempre sufrí su partida,
En otro momento ya tenia cuarenta, lo conocí en una reunión de trabajo y clavó su mirada en mi, me hizo sentir incomoda, pero fue la mirada mas hermosa que recibí en mi vida. de solo recordarlo, me invoca el deseo de buscarlo, era diez años mas joven y no pensé que le interesara, una tarde se llenó de valor y me citó. pensé que era un juego. Pero fui, al verme sintió tanta alegría que me abrazó tímido y fuerte a la vez,despacio, tierno, con miedo a decepcionarme. Sus labios húmedos rozaron los míos sin besar, y yo lo miré sin importar los prejuicios, el miedo o la razón, busqué ansiosa su boca y entonces… fui yo, quien robé su beso. La respiración entrecortada y nuestras lenguas fundidas nos llevó a tener la noche mas loca que recuerde,como en la canción derroche…fueron dos robos de besos, que no olvido.
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