Mi querido amigo «Recuerdos».

Mi querido amigo «Recuerdos».

Querido amigo «Recuerdos» :

Siempre que me encuentro tranquilo, solitario, en mis ratos de ocio, mi mente se va entregando a las visiones más extrañas que han pasado por mi vida. He tratado, muy confundido, por llegar a comprender cuales fueron las causas que ocasionaron mis más fatales desenlaces; ahora estoy en ese trance y me permito hacerte llegar mis pensamientos, amigo querido.

Mi amada ya no existe. Sabes que se fue de esta vida, me abandonó, muriendo en mis brazos. Logré sacarle el último suspiro, cerrándole su bendita boquita, con lágrimas y el más puro de mis besos. Un beso casto, de amor, que lo llevará siempre en su eterno viaje.

Este pasaje de mi vida me afectó profundamente, me llevó al sufrimiento, a inquietudes eternas que minaron aceleradamente mi entendimiento. ¿Por qué, amigo, dejaste que pasara ésto? ¿Acaso era una prueba que Dios me puso en el camino para saber el límite del amor que sentía por mi compañera? Te odié, te aparté de mis pensamientos; solo la extrema locura apagaba mi desvarío, lo que me hacía pensar que ella seguía a mi lado.

¿Qué pasaba, por qué ella no estaba presente? La sentía, pero nunca la tocaba; se alejaba cuando el cansancio y mis sueños me consumían. Despertaba llorando cuando la luz iluminaba mi entendimiento y me decía fríamente que ella había partido de este mundo… y esperaba por mí. El camino ya estaba trazado y mi despedida se sentía, estaba solo, quería irme tras ella.                                                                                    

Pero.., una luz, en una noche aciaga me iluminó, descubriendo que el amor seguía el camino que mi amada me entregó. El mundo apareció de improviso antes mí, cubriéndome maravillosamente con su calor y mágicos colores. Era la otra realidad que se aparecía en mis sueños, eras tú, amigo «Recuerdos».

Amablemente, llegaste presto a ayudarme en mi calvario. Me trajiste la paz, alumbrando mi camino; cortaste un nudo cruel que aprisionaba mi alma al esclavizarme con los desgraciados hechos pasados. Poco a poco pusiste claridad en mi tormentosa vida, al entregarme una visión amable, más hermosa y realista; desperté poco a poco y los malos pensamientos los llegué a sentir de otra manera, despejando la amarga oscuridad que me consumía. Ahora si me doy cuenta que me acompañas en todo momento, siento que eres un amigo fiel y no el enemigo que sentía en mis sueños. Sé que la vida espera algo más positivo de mí, me dice que la amargura se irá desvaneciendo y las lágrimas serán renovadas por sonrisas, que aflorarán cuando sienta que al ser amado lo recordaré con un amor mucho más especial y verdadero. Su imagen, sus besos en mis pensamientos, serán siempre los más dulces y eternos sueños.

Gracias, querido amigo «Recuerdo».

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