El perro era extraño desde siempre. era un perro raro, tenía una mirada rara, una postura rara y una forma de relacionarse rara. Una vez cuando yo era chico, digamos que tendría unos doce años mas o menos, abrí la puerta del comedor y allí me encontré al perro, dando vueltas sobre si mismo con frenesí persiguiendo su cola de manera alocada. Al principio me resulto gracioso verlo en esa actitud inocente tan propia de su especie, pero esa risa duró poco. Es que grande fue mi sorpresa al ver que el perro alcanzaba su cola con el hocico y la apretaba con los dientes de forma violenta hasta que la sangre brotaba de ella. Las gotas de sangre del pobre animal cubrieron las baldosas del suelo de rojo. Pero tal acto de crueldad contra si mismo no terminaría allí. 

El perro lamia con regocijo la sangre del suelo.  En palabras de mi hermano, aquel perro era un vampiro. Es que tenia varias conductas extrañas, huía de las corrientes de agua aunque tal vez esto fuera porque el perro no sabía nadar, no le gustaba estar afuera los días de sol y si lo estaba se ponía lo más a la sombra que pudiera y odiaba el terriblemente. Aunque en ese punto lo entiendo, yo también odio el ajo. Y ni halar de su afición por lamer sangre. En una ocación mi hermano se cayó de la bicicleta… se hizo un corte profundo en la pierna, tuvieron que llevarlo al hospital por la puerta de urgencias. Lo curioso de esto es que el perro, no solo que seguía a mi hermano a todas partes mientras éste sangraba, sino que lamia la sangre del suelo y no disimulaba para nada sus intentos de lamer la herida de mi hermano mientras éste aún estaba en casa, tiempo antes de salir hacia el hospital. 

Y en una tercera oportunidad, me toco a mi presenciar la conducta extraña del perro, era un día tranquilo, yo estaba caminando por el parque con mi hermano, un amigo de mi hermano y dos compañeros de escuela con los que me llevaba bien aunque no éramos amigos del todo, el perro nos había seguido desde la casa y aunque no queríamos su compañía nos pareció cruel echarlo así que nos acompañó hasta el parque. Luego de un rato de caminata decidimos sentarnos a la sombra de un viejo árbol a tomar un poco de sombra y descansar de la caminata. Luego de estar un rato allí sentados se acercó a nosotros un perro callejero, sucio y lleno de pulgas con la  intención de que le diéramos algo de comer. La reacción del perro nos dejo helados a todos,  comenzó a gruñir de forma exagerada, mostrando sus filosos colmillos al aire y con un brillo aterrador en los ojos, parecía como si el infierno estuviera  desencadenado dentro del minúsculo cuerpo del animal. El aire se volvió pesado, se  hacia difícil respirarlo, el perro callejero huyó despavorido y el perro, el perro solo se quedó ahí parado, mostrando sus filosos dientes al aire, con un aura de pesadez a su alrededor, haciendo el aire cada vez más y más pesado a tal punto que asfixiaba en lugar de oxigenar.  
En palabras de mi hermano mayor, aquel perro era un vampiro, el perro vivió en mi familia 15 años y luego un día desapareció de la nada. algunos dicen que murió, otros pensamos que solo se mudó, de casa, de cuerpo o de forma. Solo para que lo sepas, y también pienso que aquel perro era un vampiro, y que de algún modo estaba atrapado en el cuerpo de un perro.

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