Perrito caliente

Perrito caliente

Zuanh

31/08/2020

Bienvenida…

—…Gracias por responder al anuncio…
¿Lucía?

—Bueno… Le dije que me llamaba
Lucía por teléfono, pero me llamo Laura… Por discreción, ¿sabe
usted?… Hasta conocernos, ver la cara del otro y eso…

—Comprendo. Pues mucho gusto, Laura.
Tome asiento, por favor.

—¿Y… lo demás? Faltan cosas, ¿no?

—Ehm… Luego… Primero sin nada…
Al natural…

—Oh… Está bien, joven…
¿Entonces, solo me tengo que quedar quieta…?

—Exacto. Y yo le daré poco a poco la
salchicha. ¿Está cómoda? Empecemos…

—Sí, supongo… Adelante, joven.

—Aquí tiene… Eeeso, Laura… Muy
bien. Qué bien lo hace… Pero dígame, ¿qué edad tiene
exactamente?

—Setenta y ocho años… Pero no me
llega la pensión para vivir, ¿sabe? Por eso acudo a estos…
anuncios…

—Entiendo. Abra bien, por favor…
Aaasí. Lo estoy disfrutando mucho.

—No está nada mal, jovencito…
Ehm… ¿La hizo usted?

—Desde luego, al vapor. De cualquier
otra forma sería sacrílego… Bueno, también podría estar cocida.
¡Pero ya! Cualquier otra forma de cocción sería… Puff… ¡No
quiero ni pensarlo! Va otro poquito…

Mi salchicha…

—Sí, clar…

—¡Aquí tiene!

—Ahm…

—Mastique… Disfrute la textura,
Laura. Sienta toda la proteína concentrada en estos quince
maravillosos centímetros… Toda esa carne compacta, tersa y
frágil…¡Vamos con otro trocito!

—Ahm…

—¡Eso!… Al final un vasito de
agua… ¿O «con» agua? Da igual… Por favor, concéntrese en mi
salchicha… Necesito que esté aquí en todo momento… Sienta su
frescura, lo tierna que es… ¡Otro pedazo!

—Ahm…

—¡Otro!

—Ahm

—¡Otro!

—Es demasiado rápido para mí,
joven…

—Tranquila. Seré cuidadoso. Diga:
«Aaaah»…

—Ehm… Ahhh…

—¡Muy bien!

—¿Me… pu… puede dar algo de…
de su… mos… mostaza…?

—¡No! Lo siento, mi querida Laura.
Eso iría en contra de mi filosofía…

—Ahm… ¿Filosofía?

—«Sé el mal, no hagas el mal».

—¿Eso, joven, es de alguna secta?
¿Alguna religión?

—¡Nooo!… Por favor, abra la
boca… Es más bien un tema «espiritual».

—Ahm… Pe…

—Mastique… No queremos tener un
accidente, ¿verdad?

—No, por favor, no… Ahm… ¿Pero…
qué quiere decir eso de «ser el mal»?

—Señora Laura, el traerla aquí para
darle de probar mi salchicha me permite «ser el mal». Me he dejado
llevar por mis instintos. Ahora puedo ver en lo más profundo a la
peor versión de mí mismo para… digamos que «conocerme mejor»…

—Ahm… Y no me hace daño… No está
usted «haciendo el mal»… ¿Es eso, jovencito?

—Exacto. Pero, por otro lado, darle
la mostaza sería comprometerme demasiado. Le explico: La salchicha
con mostaza era el plato predilecto de mi esposa. ¡Y de nadie más!
Se lo debo a ella… De no hacerlo así, estaría también «haciendo
el mal». A ella, a usted por hacerla partícipe, a mí mismo…
Sería una traición en toda regla.

—Ahm…

—¡Otro! Ya queda poco… Nunca había
podido darle mi salchicha así… al natural… a nadie… Gracias,
señora Laura.

—Ahm… Joven… Bueno… Yo…

—¡Despacio!… Voy a cambiar la
música…

—Por mí no se preocupe, jov…

—Sí, hay que celebrarlo. Su primer
día está siendo bastante prometedor… Por cierto, llámeme Perrito.

Buscando nueva ama.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS