Ni la sociedad, ni el hombre,
ni ninguna otra cosa debe sobrepasar
los límites establecidos por la naturaleza.
Hipócrates
En este siglo la Tierra se estremece y truena,
sin piedad huracanes devastan territorios,
tempestades arrasan con seres y ciudades,
negros laberintos de ciegos átomos
la primavera amenazan;
el Hombre aún no emprendió
la sagrada tarea de llenar
de amor el corazón trémulo,
de brindar dulzura
con manos hechas colmenares,
de cobijar un niño que de frío tirita…
Inhabitado está el corazón
-es ya un cascarón vacío-,
los sueños volaron a lejanos territorios…
Los labios se desgranaron y ya no suspiran…
Si Cristo naciera a matarlo volverían.
A estas vacías gentes del siglo
no las mueve la pasión,
ni el amor ni la piedad les arrancan lágrimas.
Solo son sombras…
Aterrante procesión fantástica,
mediocridad, manada…
Vuelve a tu interior, húndete
en el núcleo oscuro de donde nace el grito.
Transfórmate en hoguera,
sé soñador de arcanas redenciones…
Conviértete en vórtice de emociones.
Y aguarda expectante
la llegada de los pájaros
y bailarinas de la luz.
HISTORIA DE UN HOLOCAUSTO
I
Tiempo de dolor y furia de la naturaleza…
Los volcanes despedían fuego…
Arrasaban el mundo,
eran copas llenas de vino espumante
cuyo contenido de lava ardiente
se derramaba, raudo, en ríos tumultuosos…
Un rugido de las profundidades terrestres
se hacía escuchar, feroz.
La Tierra devastada
se iba cubriendo lentamente
de cenizas humeantes.
Se extinguía una civilización…
La memoria planetaria guardaba registro
de millones de Abeles y Caines
que derramaron sangre fraterna
en miles de guerras del Hombre.
II
Un sobreviviente de éstas,
de sus máquinas de horror,
se manifestó -progenitor destinado
a originar una humanidad con una
sensibilidad diferente-.
Un sol escarlata,
suspendido en el espacio infinito,
testigo silencioso del drama cósmico,
extendía sus rayos en un paraje
de desolación y muerte.
III
Poco a poco, un susurro de vida creciendo
comenzó a percibirse…
Un paraíso emergió,
enredaderas protegían de los elementos
con extrañas flores que entregaban su aroma.
De aquellas ciudades en que los edificios,
cual castillos de naipes habían colapsado;
provino una mujer, rosa encendida,
portaba su voluntad oscura
de fundar una nueva estirpe…
Mientras, un hombre buscaba
su designio en ella, obstinadamente.
El amor, hermoso y terrible destino
del Hombre, los unió.
Eran dioses de una nueva era
que reemplazaban a uno ya caduco.
En este Edén renacía el mundo
entre tanto ellos se devoraban,
águilas hambrientas,
con todo el fuego del amor.
Vivían desnudos,
nutridos de los frutos salvajes.
En la sombra se buscaban,
instintivamente, raíces reptando,
hasta morir de amor y dolor…
Brotando el hijo del fondo de su sangre.
Y, de nuevo…, la vida, desmesurada,
en nuevo desafío se desplegaba…¡Innumerable!
TRAS EL PASO DEL HOMBRE
Todo era desolación y sequía…
La Tierra parecía un cráneo
que ostentaba unos alambres retorcidos
cual rala cabellera.
Era una superficie calcinada, blanca y enorme,
visible durante todo el extenso día.
Dolientes árboles de torturados troncos,
muñones agarrotados,
rígidos como un sistema nervioso,
se secaban al aire ardiente.
Sin pudor, los campos mostraban
un rostro espectral y hambriento;
escuálida garra extendida
sin fuerza por millares de kilómetros…
Disimulado con algunos yuyos*,
se intuía, entre piedras,
un arroyo antes cantarino;
ahora sólo hilo exhausto de agua clara,
pálido como el paisaje.
Ocasionalmente,
un esquelético animal errante,
se acercaba a beber,
volviendo con gesto vencido
entre matas espinosas.
EL cielo contemplaba,
en mortal abdicación,
el paisaje yermo tras el paso
del ser que, impiadoso, abusó de la Creación.
*La primera definición de yuyo en el diccionario de la real academia de la lengua española es mala hierba. Yuyo es también hierba medicinal.
CORONAVIRUS LE HABLA AL HUMANO
Humano…
Soy una chispa diabólica:
llegué para reinar,
por ello, la corona que ostento.
Mi misión es sembrar muerte y caos
en este mundo que corrompiste,
que convertiste en ciudades nefastas
que, como Sodoma y Gomorra, se erigen.
¡A grandes males, grandes “remedios”!
¡Antes de morir por mi acción devastadora
te consumirá el pánico
que mi poder aterrador desata!
Vengo a recordarte que hace mucho,
un día perdido entre nieblas del tiempo,
se te aclaró que a semejanza
de Dios fuiste creado,
pero no como su igual pues
carecías de la vida eterna.
Lo ignoraste actuando impunemente
como un ser eterno acumulaste bienes
de forma tal que necesitarás múltiples
vidas para su consumo.
¿Has olvidado tu naturaleza efímera?
También actuaste como Dios
disponiendo en tu entorno
de vidas a tu antojo.
Te prevengo que vengo a destruir
todos tus falsos valores,
a socavar las bases de tu economía,
removeré los cimientos de tu cultura,
toda la sociedad será dada vuelta
como un guante mostrando su entraña.
A partir de esto deberás
repensar tu manera de vivir.
¡Vuelve tu rostro a la vida sencilla!
¡Mójate con el rocío,
siente el aroma de las flores
y la frescura de la tierra!
¡Despiértate con el trino de los pájaros!
Y, de pronto, si esto te sirve de algo,
emergerás como un brote,
¡trémulo ante el milagro de la vida!
Una nueva existencia se manifestará,
primero tímidamente,
¡luego con toda su gloria!
Aletargado desde hace siglos
un nuevo renacer emergerá
después de tanta guerra y materialismo.
¡Y los colores se harán más vívidos
y la vida más digna de ser vivida!
¡Inténtalo desde ya!
Recuerda que la espada
de Damocles está sobre ti.
¡O cambias o te extingues!
ANTE UNA MIRADA
Una mirada,
vigilante de su entorno,
aparenta transmitir
con su actitud cuestionadora…
Humano…
¿Qué haces con este Medio Ambiente
que rodea a todos los seres,
animados e inanimados,
presente no solo para tu disfrute y depredación?
Un gran agujero en el ozono
deja pasar rayos destructores.
Sabedor eres que es Natura fuente
de regocijo y subsistencia.
Para ello debes procurar
con mesura y amor su permanencia.
Un milagro es la rosa con su aromada presencia
y el colibrí, asombro de alas trémulas.
Y ¡cuánta maravilla dadora
de placer para tu torturada existencia!
¡Toma conciencia de que tu vida
es parte del Todo y que desaparecerá
con la destrucción de nuestra
amada Madre-Tierra!
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