Siempre me he preguntado de dónde viene la inspiración. A menudo siento la necesidad de arrastrar la pluma sobre el papel, quizá para distraerme o relajar mi mente. Sin embargo, al intentar plasmar algo, me encuentro con la mente en blanco. Aun así, el deseo de escribir me mantiene aquí, reflexionando sobre experiencias vividas y emociones. Para mí, aprender a redactar es una forma de sincronizarme con mis pensamientos, aunque a veces ni siquiera eso logra capturar todo lo que siento. A menudo paso días intentando focalizar una idea, pero a pesar de la falta de inspiración, la motivación persiste, recordándome que la teoría necesita práctica. Aunque disfruto de la meticulosidad teórica, prefiero la práctica cuando se trata de escribir.
Interesado por: Me interesa la literatura en un sentido amplio, sin predilección de género
Autores o libros favoritos: Los ojos de mi princesa, cien años de soledad, Diario de Grefg