Mi ultima cuarentena

Mi ultima cuarentena

EstaniS R

05/08/2020

Estoy asustado, lo único que escucho en este momento son gritos de personas, son varias y están alrededor mio, puedo notar su desesperación, por su puesto, algo grave esta pasando…

 

Mi nombre es Mariano y les voy a contar, todo empezó dos semanas atrás… El sol amaneció en su esplendor, era una mañana fresca pero agradable, son mis favoritas. Acá en Santa Fe estamos viviendo una cuarentena flexible, el coronavirus no llego a expandirse mucho en la ciudad por lo que muchas actividades se realizan con normalidad. Mientras me alistaba para ir a trabajar escuchaba la radio, otro día mas que gracias a Dios no se detectaban contagios en la región y todo seguía mas o menos igual. 

Se huele en el ambiente, cada día que pasa sin nuevos casos la gente pierde el miedo a la enfermedad y se descuidan las medidas preventivas. Tenia suerte, primero por haber sido afortunado de tener empleo y luego de haber podido seguir realizándolo como siempre en medio de todo el caos. Trabajaba en la administración de una obra social muy importante, que en estos momentos mas que nunca está en actividad por la pandemia que estamos pasando. Diariamente hablaba con personas con diferentes problemas de salud, algunos la pasaron muy mal pero la mayoría salió adelante y tienen una vida plena, creo que eso me curó el espanto a casi todas las patologías, me hace ser positivo y poner toda mi fe y esperanza en todo. Lo primero que hago todos los días cuando llego a la oficina es prender el ordenador, mi herramienta principal y ese día no iba a ser la excepción. Abro todas las aplicaciones que voy a usar durante la jornada y dejo que se carguen mientras preparo mi mate individual; está totalmente prohibido compartir como en la tradición, es algo necesario para evitar contagios y cuesta, pero con mis compañeros lo respetamos y ya nos acostumbramos. 

Era 8 de junio, nada especial para mi hasta el momento en que vi una notificación en mi facebook, debo aceptar que soy muy malo para las fechas. Era el cumpleaños de mi mejor amigo Daniel que cumplía 25 años, con él nos conocemos desde los 6 años, fuimos juntos a la escuela primaria y luego hicimos la secundaria un año hasta que lo expulsaron por travieso, hoy en día seria un chico promedio, cambiaron los tiempos y con ello la definición de travieso. Enseguida agarre mi celular y lo llame para saludarlo, hablamos por una hora recordando algunos momentos vividos y lo comparamos con la nueva realidad que estábamos atravesando. En estas ocasiones uno se imagina pensando que regalar, que decir o como sorprender, pero nunca me hubiera imaginado que mi preocupación del día seria aceptar o no la invitación de mi mejor amigo a juntarnos por su cumpleaños. A pesar que esta prohibido juntarse él me invito, me reí porque pensé que era una broma pero tampoco me parecía descabellada la idea, en teoría ninguno estaba contagiado. Debatimos un rato hasta que le dije que si, acepto que me encanto la idea y tenia muchas ganas de compartir un tiempo con todos los que lo queremos aunque sea un rato. Estuve pensando todo el día, me sentía como si fuera a asaltar un banco, como si fuera a cometer un crimen, pero que mas daba si iba a estar todo bien, es lo que sentimos todos..

 

A la noche me vestí como hace mucho que no lo hacia para un evento especial, ya habían pasado mas de 3 meses sin salir a divertirme, sin ver a mis amigos, extrañándolos. Creo que esas mismas ganas de verlos me entusiasmo a aceptar la invitación y solo quería que todo saliera bien. Al llegar a la casa de Daniel me di cuenta que era un poco mas que una juntada entre íntimos, en fin, ya estaba en el lugar y estaban todas las personas que esperaba encontrar y tanto anhelaba ver. La única que no asistió fue una amiga nuestra, Florencia es muy responsable, realmente una virtud que no todos tenemos, es una mujer fuerte y difícil de convencer, ademas de quererla la admiramos mucho.

La noche se hizo eterna, tomamos, bailamos y nos divertimos como hacia mucho no lo hacíamos. Después nos tiramos a hablar de la vida, de lo que nos estaba pasando a cada uno en ese momento, sentíamos ganas de no terminar nunca mas ese encuentro, la pasamos muy bien. Llegado el momento le di un abrazo muy fuerte a mi amigo y le dije lo que lo quería, por suerte me pude dar ese lujo, y me fui a casa.

Los días siguientes fueron normales si existe la normalidad, pero a pesar de eso seguía sintiendo que que algo estaba mal y que ya no estaba seguro. A veces me pregunto si no tendré premoniciones, casi siempre acierto cuando tengo sensaciones como esas, de todas formas trate de no pensar tanto y seguir con la vida positiva que llevaba. Al séptimo día después de la fiesta empezaron mis dolores de cabeza, mis presentimientos se estaban manifestando en la realidad. En ese momento quise desestimar lo que me pasaba, quien no tiene un dolor de cabeza? En el trabajo el día no se me terminaba mas, mis ganas de irme a descansar eran gigantes, me sentí realmente exhausto y con pocas ganas de nada.

Vivo con mi madre Elena, ella es una mujer increíble de 55 años que a pesar de todo me sigue mimando como si fuera un niño. Lloro solamente por ella, no se merece este momento… Prosigo con mi relato, me estaba esperando en mi casa como todos los días para merendar juntos y contarnos que tal nos fue en el día. Después que mi padre murió y mi hermano mayor se fuera a vivir a Córdoba, quedamos solo los dos así que nos tenemos el uno al otro, tenemos una conexión muy especial. Con solo escucharme dos minutos noto que algo no estaba bien en mi y me trajo a la clínica en donde estoy desde ese momento.
 

Todos pensamos que nada nos puede pasar, mas que nadie aprendí esa lección, me puede pasar a mi y a cualquiera en cualquier momento. Estoy contagiado de Covid 19, estoy solo, aislado y mis expectativas no son las mejores, probaron muchos tratamientos y esta enfermedad lo único que hace es empeorar mi salud con cada día que pasa, mis dolores ya no los soporto, me cuesta respirar y escucharla a mi madre llorar por teléfono solo me genera mas dolor. Ahora aprendí, ahora ya se, tenia que pasar por todo esto para darme cuenta de lo mucho que tengo para perder, de lo mucho que debía cuidarlo… de todas formas ya no importa porque en un momento voy a dejar de respirar…

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