¿Por qué me han dejado aquí, seres supremos? ¿Fui una mala discípula? Cada noche que paso en este mundo, me pregunto si es que siempre será así, quizás solo exagero, quizás aquí no es normal ser tan intenso, quizás solo debo dormirme para no pensar tanto. Me siento en soledad, otra vez, y pretendo abundar en felicidad completamente algún día, pero hay algo que no me deja, hay algo que me hace pensar, ¿tan mal hace pensar en este mundo? El abandono que surge por mis venas llegando a mi corazón ya destruido me hace recordar que aquí, conocí el verdadero dolor, conocí la envidia, el odio, la mentira, y no me arrepiento de nada, porque también conocí el amor, y cuando me sentía sola, nunca lo estuve en realidad, conocí la bondad, que cada vez brotaba más por los poros de aquellos seres, se hundían en un pantano horrendo, pero luego, en ese mismo pantano, lo convertían en algo bueno, en algo feliz, porque ya no estaban solos, estaban finalmente juntos, unidos, inseparables.

Por ahí me advirtieron… por ahí escuché… las sombras me dijeron, y por ahí me desvanecí, me encontré con el ser más temible, un ser que tiene un nombre el cual no puedo repetir, porque pienso y pienso en él, todo el día, toda la noche, pienso en como se hiela mi sangre al ver sus ojos llenos de antepasados dolorosos e inciertos, allá no me enseñaron a lidiar con estos seres, allá solo vi traición, amor, celos, sufrimiento y explosiones inmaduras, allá… solo aprendí a desconfiar. Malditas estrellas que hicieron que me quedara aquí, con mis pies llenos de barro, y con mi cuerpo cubierto de agua podrida, sucia y des esperanzadora, seres supremos estrellados, queridos seres, ayúdenme, se los pido, ayúdenme a tener la fortaleza que por tanto tiempo he anhelado y no caer en lo mismo de siempre, por ende, les prometo intentar ser merecidamente feliz. Ya no caeré en la melancolía de sus brazos, solo sentiré nostalgia, una triste nostalgia, porque por ahora, no estoy viendo sus estrellas, solo veo mas y mas angustia descontrolada. No quiero estar mas aquí, ya aprendí mi lección, me di cuenta que este mundo no es para mí, pero quizás no es para nadie, quizás todos somos intrusos y no solo yo, pero… ¿Qué mas se puede hacer al respecto? Solo soy una joven que decidió seguir viviendo, viviendo en el mundo que sea.

El cruel sonido que destruye mi alma y me hace tiritar de horror es transformado en hombres monstruosos que desgarran mi piel, hombres atormentados por su inestable pasado y cada vez, escucho más de sus palabras que me hacen desvanecerme en un Febrero alegre y en un Abril fugaz, siento autodestrucción abundante, siento llanto descontrolado e influenciado de amargura, veo el gris en todas partes, otras veces veo azul y poca veces veo celeste, un náufrago me ofreció todo, su vida y sus encantos, pero es mejor hacer que una no siente nada, el rugido de la ventisca interior, me rompe todo desde adentro, hasta llegar a mi triste piel llena de lágrimas y sumergirse por el rojo de mis venas recorriendo todo el brazo, preciado el día en el que estalle, preciado el día en el cual llegue al mar, también anhelo el día en el que pueda dejar de ser un sucio cadáver lleno de incontrolable pena. Sueño con el día en el que pueda nadar en mis profundidades, y tocar mi propia estrella fugaz, prefiero autoengañarme y pensar que estoy viva, aunque mis manos no sientan, aunque mi corazón ya no palpite, aunque mis ojos no vean, aunque mi alma no sienta absolutamente nada.

Yo nací para mirar y acariciar su suave y madura piel, para admirarlo y amarlo.

Etiquetas: existencialismo

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