Me llamo Eduardo, tengo 40 años y hoy me toca cumplir mi condena de 20 años por causar la muerte del sujeto que mato a mi hijo de 18 años, persona que no fue arrestada, salvándose del juicio gracias al poder de la chequera de un tercero poderoso. Les pregunto a ustedes, ¿Qué harían si alguien asesinara a su ser querido? en especial si ese alguien no es sentenciado y encarcelado, cuando se debería hacer justicia ante esas personas que roban por vicio y necesidad, quitando le la vidas a gente inocente, la cual sale a trabajar, busca ganarse la vida y traer el pan a su familia.

En mi caso, enterarme que murió mi hijo de manera injusta, solo fui consumido por la venganza luego que el juicio salio a favor de este asesino por la ayuda de un tercero lleno de dinero, su cara expresaba superioridad, egoísmo y una sensación de placer ver a otras personas sufriendo, esto solo rompió mi mente, mi odio me invadió y decidí hacer justicia por mis propias manos. Después de todo, él de arriba solo se lleva a la gente buena, los malos pueden vivir libres en la calle, los ricos no sienten el peso en nuestra cruz, caminar con miedo, atentos, evitar los confortamientos y no resistirse al sentir un cañón en la frente, no saben lo que es rezar por nuestras vidas, la vida para ellos es diferente a la nuestra.

Quién sea que este arriba ¿Por qué te lo llevas? ¿Acaso hizo algo malo? tantas personas en el mundo pero la vida de mi hijo tuviste que llevarte, entonces ¿Qué tal si te mando a alguien más? pero esta vez será diferente, va a ser la persona correcta, aunque deba correr riesgos, dormir con remordimientos, o cumplir una sentencia de cierta cantidad de años, todo lo realizare por una causa justa, por la vida que tomaste y no se hizo justicia en el momento justo en esta realidad.

Así fue, me aislé del mundo por dos semanas, sin decir ni una sola palabra después del juicio, solo con una meta fija y un plan, mi mirada solo demostraba odio, mis manos temblaban por la bronca acumulada y tener un nudo en la garganta al enterarme que el asesino se fue libre, toda esta ira iba a volverme loco pero cuerdo no deseo estar, solo me preparo, negando la visita de mis amigos queriendo consolarme, mi familia o mi ex esposa, una persona que se fue en el momento crucial de nuestras vidas, desde ese día después de su partida, prometí cuidar a nuestro hijo, educarlo para ser un gran hombre y que llegué a ser alguien, que logre cumplir sus sueños, alcanzar sus metas.

La noche cayó, el haber contratado un informante anónimo me sirvió para conseguir la dirección donde se ubicaba la residencia de la persona que buscaba, iba vestido con una campera negra, una capucha cubriendo mi cabeza, un barbijo negro, un pantalón de jean oscuro ademas de un sueño que hoy se iba a cumplir, una ambición llena de odio y un plan que no podría fallar. El llegar a la casa del sujeto, noto que vive solo, como leí en el documento del anónimo, era una oportunidad única, con paciencia y esperar que se durmiera, esto hizo que iniciara con el plan, cortando los cables de la electricidad conectada al mástil de luz, saltando la reja con sigilo e ir caminando despacio, una vez en frente de la puerta trasera, observo un perro rottweiler, vine preparado para una situación así, soltando un pedazo de carne con pastillas somníferas dentro de este, esperé paciente a que se devore la comida, acercándome y encerrarlo en su cucha, colocando le un bozal ademas de atarles sus patas.

Este fue un paso imprevisto, ahora venía lo importante, con una ganzúa destrabo la cerradura de la puerta trasera, me quito mis botas y entrar, un cuchillo en mano y movimientos sigilosos, colocando cuerdas en zonas donde puede escapar para que se caiga, también me encargue de preparar mi pistola 9mm en mano, todo estaba preparado, subí por la escalera suavemente hasta el cuarto de esa persona, pude observar como dormía tranquilo sin remordimientos de haber matado a mi hijo, más aumentaba mi ira pero solo prepare una cuerda en su entrada del cuarto y me senté en el sofá que estaba en frente de su cama donde él dormía, apuntando mi arma al techo, apretando el gatillo y el sonido genero que se despertara con susto, me quede observando al ver que se despierta y apunte el cañón rápidamente al sujeto.

Eduardo: Qué tal? Dormiste bien? Me alegro que si, por que yo no, no digas nada y quédate quieto… -no baje el arma de su cabeza, mi puntaría era precisa por haber entrenado en el ejercito- Sabes, este mundo se esta pudriendo, él de arriba solo se lleva a la gente buena pero no a la basura, parece que así tendrá que ser no? Es la ley de la vida, vivir o morir, pero para ti, solamente hay una opción y esa es… La muerte.

Dicho esto, apreté el gatillo, un tiro preciso entre las cejas de la persona, su expresión era la misma que la de mi hijo, lleno de miedo y lagrimas rogando piedad, pero no dudo en disparar, una vez vi caer su cuerpo en la cama, por fin pude relajar mi mente, mirando al techo y sonriendo, entendí que aunque deba cumplir un castigo, se que hice justicia por la muerte de mi hijo. 

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