Lamentaciones de fantasma

1.

Si los que fían a la bartola se callaran, si la bendita savia no me cubriese en mis malos momentos, si en verdad la revolución existiese, si tus ojo cobrasen vida. Quizás sentiría menos que soy un fantasma; Condenado a la nada.

2.

Ni el seductor de Córcega, ni el sicario de Santa Teresita. No la desgracia percibida, Tampoco los vichenzos más otarios. Solo soy yo, que vuelve al fantasma de la mujer amada como el más perfecto de los idiotas.

3.

Ella no quiso hacerlo, pero lo hizo. Quizás por error, por no saber. Quien sabe si ni hubo consejos de terceros, que convenientemente influyeron a cometer el exabrupto. fue apenas un minuto, o meros segundos que cambiaron horas, días, semanas, etc. Al servicio del capricho o de la llana estupidez se prepara para continuar con su vida mientras esconde mi cadáver en el placard.

4.

Descansamos en la siembra, nadie nos oye. Todo parece moverse muy rápido, pero en realidad estamos estáticos, la traslación es un mito y nosotros seremos la sombra de lo que fue otra sombra, de otra sombra, de otra sombra, de otra sombra, de otra sombra…