Todo comienzo tiene un inicio, y aunque normalmente uno trata siempre de iniciar las cosas bien; no siempre se obtiene el resultado esperando. Cada mañana al despertar el reloj como siempre marcaba las 5:35am, había iniciado mi día ya.
A veces no tan bien pues el levantarte de madrugada para una mamá resulta pesado, el despertar a cada momento para vigilar el sueño de tu bebé. Es algo que siempre requiere que vigiles su sueño ya que en cualquier momento lo podrás encontrar despierto intentando bajar de Cuna.
Para Derek el aprender a caminar solo, se ha vuelto una aventura. Recuerdo que al principio solo se dejaba llevar en su andadera, pues aun no tenia las fuerzas para dar sus primeros pasos. Y por recomendación del pediatra, resultaba bien el hecho que utilizara andadera para reforzar sus pasos. Claro que yo su mamá primeriza siempre quise que aprendiera a Gatear mas no fue necesario, pues el siempre se ha distinguido por ir un paso mas adelante.
Así que cumpliendo su primer año, se inicio en la aventura de caminar solo. Algo que fue reforzando con el paso de los meses, pero fue hasta el año y medio que por fin dominaba el caminar solo. Ya ahora solo te tomaba de la mano para guiarlo, para después ya en confianza le gustaba recorrer cada centímetro de la casa por si solo. Claro que como todo niño ha tenido sus caídas, de esas que hacen que se te rompa el corazón al verlo llorar y me duele mencionarlo que la mayoría de sus caídas ha sido por tener a su mama entretenida con el celular. Cabe mencionar que solo lo he usado para medidas extremas.El pasado mes de Julio, recién cumplí los primeros 2 años de feliz matrimonio. Después de tantos comentarios de amigos y familiares, respecto al matrimonio siempre hacen énfasis en que los primeros años resultan los mas difíciles. Y lamentablemente lo he comprobado. Sucedió hace un mes, cuando por fin pensé que las cosas habían cambiado para mi. La noticia me cayo de sorpresa y es que cuando uno planea las cosas bien, a veces no esperas el resultado tan pronto. Y es que cuando menos lo esperas las sorpresas llegan sin avisar.
Así fue como me di cuenta que estaba embarazada, había transcurrido ya 1 mes de no tener mi periodo, y es que para las mujeres es algo tan puntual que es muy difícil que lo olvides. Y es que los síntomas no se hacen esperar. El chiste es que no sucedió conmigo, salí de la oficina en cuanto pude para correr a la farmacia y comprar una prueba de embarazo. Misma que abrí con tanta delicadeza, que temía que el resultado se viera afectado por abrir el empaque desesperadamente. Ya estando en el tocador me realice la prueba como venían en las instrucciones. Espere paciente mientras se iban marcando las lineas que indicaban el resultado que tanto había esperando. Finalmente el indicador me decía que si ya estaba confirmado. Ahora solo esperaba el momento para hablar con mi esposo Javier y darle la noticia que seremos nuevamente Papás.
Desde ese momento, sabia que este Bebé seria muy especial para mi. Pues con mi primer hijo, tuve muchas nauseas y el sueño pesado que normalmente se me cargaba mas después de las 3pm. Y ahora con mi segundo bebé, no había presentado ningún síntoma. Empezaba a disfrutarlo, porque podía comer de todo aun no iniciaba el seguimiento de mi bebé con mi ginecóloga de cabecera pues no sabia cuanto tiempo tenía.
A la semana de que nos enteramos que seriamos papas, acudimos a realizarnos un Eco. Fue una de las experiencias mas hermosas, que por segunda vez Dios me permitía ser madre de nuevo. El escuchar su corazón, hizo que se me llenaran los ojos de lagrimas. El ver el rostro de mi hijo con su carita sorprendido pues era algo nuevo para el y mi esposo quien también tenia los ojos llenos de lagrmas, con la emocion ya que nuevamente seriamos padres. Esa sensacion de nervios, porque todavia no podiamos saber que sexo tendria el bebé. Cuando salimos de la cita, en el camino veniamos haciendo cuentas para saber que dia fue el magico que nos permitio llegar a ser padres de nuevo. Entre la platica surgieron los nombres, como le ibamos a llamar. Imaginabamos como seria el o ella, desde fisicamente como su caracter. Como si ya lo tuviesemos enfrente. Dia a dia, disfrutabamos de sus movimientos, yo conversaba con mi bebé todo el tiempo. Era como tener a alguien frente a mi, a quien le podia platicar de todo. Incluso resolviamos cosas juntos, era tan emocionante ver como mi vientre iba creciendo.
Contaba los días para volver a ver a mi bebé, en la siguiente cita con la ginecóloga. Todo marchaba bien, pues no tenia síntomas que me impidieran seguir trabajando. Siempre lucia mi rostro con una hermosa sonrisa, me sentía plena porque sabia que iba a ser diferente. Ya en mi mente planeaba su fiesta de bienvenida. Como iba a decorar su recamara, ya teníamos separado el hospital donde daría a luz. Programe cesárea, pues ya seria mi segundo bebé. No tenia miedo, no me sentía nerviosa sino todo lo contrario.
De verdad que mi esposo y yo, pensabamos que era lo mejor que nos habia pasado. Pues la familia iba a crecer con un segundo bebe, obviamente se venian mas gastos pero era lo que menos nos importaba pues ya deseabamos tenerlo entre nosotros. Conforme pasaron los dias, tenia mi segunda cita mensual con mi ginecologa para realizarme el chequeo de rutina.
Recuerdo muy bien ese día, yo estaba en mi trabajo. Ese dia desayune rápido pues por el tiempo no podía darme el lujo de tardarme y regresar a mi area de trabajo tan pronto como fuera posible. Ya estando en mis labores de oficina, realice varias llamadas mientras adelantaba unos reportes que siempre me solicitaban para seguimiento de los clientes.
De pronto sentí la necesidad de ir al tocador, pensé que el comer deprisa había hecho que mi digestión fuera mas rápida. Enseguida me dirigi al tocador de la oficina. Me sente en el sanitario y al terminar note un sagrado extraño. Me limpie pero me quedo esa intriga del porque el sangrado si mi embarazo ya llevaba 13 semanas según mis cuentas. Note que no era normal, y enseguida solicite me dejaran ir a checarme.
Empece a sentir ese hormigueo en el estomago, como cuando sabes que las cosas no van bien. Si bien sabíamos mi esposo y yo, que tenia que tener cuidados todo el tiempo. Y entre tantas ideas que viajaban por mi mente, pensaba si yo había hecho algo para provocar el sangrado. Sali de la oficina tan rapido como pude, llame a mi esposo para decirle lo sucedido. Me alcanzo en el consultorio y entramos los dos para que me revisaran.
Por la distancia me vi en la necesidad de consultar con el medico de la familia, pero a falta de que no tenia un aparato para revisarme a detalle. Tuve que acudir con otro doctor para enterarme de la peor manera que habíamos perdido al bebé.
Antes de entrar con ese doctor, seguia con ese mismo hormigueo. Al confirmarnos la noticia con el eco que me realizaban, el doctor me decia que lamentablemente ya no presentaba signos. Alcance a ver a bebe mas pequeño de lo normal, pues dejo de crecer a la semana 8. Cuando el doctor dijo eso, rompimos en llanto. Mi esposo no podia controlarse con la noticia, el doctor fue muy directo y en todo momento nos dijo que no habia sido culpa de nadie. Y menciono esa frase que hasta la fecha me sigue dando vueltas en la cabeza. «…La naturaleza es muy sabia, su bebe no termino de formarse porque hay muchas probabilidades de que venia mal. Pero no se preocupen – decía el medico dirigiendose a los dos – ustedes es jóvenes puede esperarse un año o dos e intentarlo de nuevo. Le recomiendo que vaya con su ginecólogo de cabecera para que le de mas indicaciones»..
Al escuchar sus palabras, no podía asimilar lo que nos había pasado. Era tanta la emoción que teníamos desde que nos enteramos, para que en cuestión de minutos acabaran con todas nuestras ilusiones. Eran muchos los planes que teníamos con este bebé, no podíamos creer lo que nos decían. Al salir del consultorio, mientras mi esposo manejaba aun con llanto en sus ojos. Era la primera vez que conducía el coche sin música, veníamos en silencio. Pensando cada uno el porque Dios nos puso esta prueba tan grande. No sabíamos como reaccionar. Mientras conducía hacia el hospital donde se estaba mi ginecóloga. Los dos veníamos muy consternados pues no sabíamos que iba a suceder. Preguntamos en la recepción del hospital por la ginecóloga y me extraño que fue muy poco el tiempo que me hicieron esperar.
En cuestión de minutos, entramos en su consultorio mostrandole los informes que el medico nos había entregado. La ginecóloga se mostró muy amable, pues en su historial clínico agrego y me pregunto todos los detalles para determinar porque habíamos perdido al bebé. Me practico nuevamente un Eco donde finalmente me confirmo que lo habíamos perdido. Nos dejo unos minutos a solas, para poder asimilar lo que estábamos pasando. Mi esposo siempre ha estado conmigo en los momentos mas difíciles. Rompimos nuevamente en llanto pues ya no había nada que hacer. No podíamos regresar el tiempo, o tener una lupa para ver a detalle en que momento fue cuando paso y no nos dimos cuenta. Hablando en voz alta, me culpe por lo que sucedía pues pensé que en un descuido algún día que me haya olvidado tomar mis vitaminas quizás haya sido eso cuando paso. A lo que mi esposo me dijo que no era culpa de nadie y que no me iba a dejar sola, que teníamos que estar bien por el bien de nuestro hijo Derek.
Un 15 de Octubre, fue cuando me practicaron un legrado. Era mi primera vez para esos casos. Habia escuchado miles de narraciones, pero jamas me imagine que podria pasarme. La ginecóloga me planteo dos procesos, el primero de ellos muy descabellado para mi pues era ingerir un medicamento y arrojar al bebe en la privacidad de mi casa. Cosa que me negué rotundamente pues no sabia los efectos secundarios y temía por mi salud. Y el segundo proceso era quedarme internada 1 o 2 días con la atención del hospital. Opte por la segunda opción, pues no quería arriesgar mi salud y que algo saliera mal sin la atención de un especialista.
En mi mente viajaban todos los recuerdos de nuestro bebe que por cuestiones de la vida ya no íbamos a conocer. No sabíamos si era niño o niña, todos los planes que teníamos ya habían desaparecido. Era tanto el dolor que yo no veía la salida, en cuanto regreso la ginecóloga me pidió mis documentos para registrar mi ingreso al hospital y el proceso que me realizarían. Me entregaron una bata la cual debía portar antes de entrar al quirófano, tomaron unas muestras de sangre, y revisaron mi presión arterial. Mientras mi mente vagaba y me preguntaba mil veces porque me había sucedido esto a mi. Tontamente me puse a pensar, si en algún momento herí a alguien con mis palabras o si pensé mal de alguien como queriendo justificar la situación pero no.
Era la segunda ves que entraría a un quirófano de hospital y saldría de el sin nada. Antes de entrar pensaba y le rogaba a Dios que durante el proceso todo saliera bien. Algo presentía pero el dolor de cabeza que tenia no me dejaba pensar, pues el dolor lo empece a sentir porque no había probado alimentos y la verdad ya no podía hacerlo porque ya estaban por empezar el proceso. Le pedí a mi esposo, mandara a alguien a recoger a nuestro hijo, pues estaba en casa de su abuela quien lo cuidaba mientras trabajamos los dos. Deje en sus manos el decidir quien lo cuidaría esos días que estaría internada pues no sabia que iba a suceder después.
Cuando me ingresaron, con el efecto de la anestesia perdí todo el conocimiento desde que inicio. Pues es fecha que no recuerdo nada, «Claudia, te encuentras bien» – yo conteste con dificultad pues tenia mucho sueño me limite a contestar que si estaba bien. El efecto de la anestesia duro unas horas y permanecí en observación mas tiempo.
Mientras me recuperaba en la sala de espera, me enteré de que la cirugía duro mas de lo normal. La doctora nos había indicado que el proceso duraba 40 min aproximadamente. Yo estuve alrededor de 3 horas, al parecer el proceso se complico. Ya una vez que me llevaron a un cuarto, note que estaban mis padres, mis suegros, mis hermanos y cuñados. Alcance a reconocer rostros de unos amigos, venia todavía dormida pues fueron demasiados medicamentos que me suministraron. Ya estando ahí me platicaron lo que sucedió mientras me intervenían. En plena cirugía empece a presentar problemas de coagulación, no tenia conocimiento que padecía de algo así. Conforme controlaban la situación, seguía desangrándome y después de suministrarme mas medicamentos para controlar el sangrado. Con el ultimo medicamento reaccione, fue cuando desperté en la cirugía y ya habían terminado el proceso. Si no controlaban el sangrado la ultima opción era retirarme mi matriz para poder continuar con el proceso. Afortunadamente Dios y la Vida me dieron otra oportunidad por lo que no fue necesario realizar esa ultima opción.
Estuve 2 días en observación, esos días se programaron mis familiares para cuidarme. Pues no podía levantarme de la cama, y necesitaba ayuda para poder hacer mis necesidades. Fueron los días mas tristes de mi vida, pero comprendí a a fuerzas como cuando te imponen algo que las cosas siempre tienen un porque. Y que Dios nos pone a prueba a todos, que no importa si eres muy apegado a el o no. En lo personal nunca tome a mal lo que nos sucedió, eso si me hice miles de preguntas sin respuesta y lo vi como aprendizaje. A veces uno se deja guiar por los comentarios de la gente, que si debes comer de mas porque tienes un bebé. Que debes de dormir mas porque eso ayuda a tu embarazo, Que no debes cargar cosas pesadas, Evitar hacer corajes. Infinidad de cosas que te dicen, pero me queda bien claro que cada embarazo es diferente. Y que no se debe juzgar ni enjuiciar si se hizo algo para provocar la perdida.
Es un dolor que siempre llevaras en tu mente y corazón. Es algo que no se olvida. Porque no alcanzaste a conocerlo, e hiciste demasiados planes con el o ella. Yo creo que cada matrimonio o pareja que planean tener un bebe y que desgraciadamente tienen que pasa por esto, viven un duelo permanente. Porque un hijo duele mas cuando lo pierdes, cuando es pequeño y no puede defenderse.
Por muchas razones aprendes a vivir, a sobrellevar lo que sucedió. Porque la vida tiene que seguir, y hay mas planes. Porque vendrán mas cosas, mejores cosas para todos. Dicen que hay mas tiempo que vida, yo pienso que van de la mano. Pero todo dejándolo en manos de Dios, porque sin el no existiríamos.
*De mi Para ti Hijo.
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