EL RETIRO DEL LEÓN

EL RETIRO DEL LEÓN

En mi corazón siento el ímpetu de la juventud.

En mi alma llevo un guerrero, que lucha contra la esclavitud.

El sentirse atrapado en un cuerpo que cumplió la madurez.

Resistirse a las fuerzas que le atan a una vida unida a la sensatez.

Conformarse recordando el pasado de una juventud alocada.

Soñar con llegar a la noche y que soñando vuelva su vida desvocada.

Pasan los años y con ellos van marchando las batallas.

Sobrevivir de los recuerdos de otros tiempos llenos de medallas.

La vida vuela como un halcón peregrino, que vuela tan rápido, que en nada llega a su destino.

No te das cuenta, y cuando reaccionas, es tarde para levantar el vuelo.

Se te cayeron las plumas y tus alas se arrastran, terminó tu tiempo de polluello.

Es la triste historia del león de las colinas, la realidad inequívoca de que debe retirarse de la caza y esa vida tan felina.

Pero es mejor reconocerlo, que perseguir una presa y te flojeen las piernas.

Saber que tu tiempo pasó y poco te queda para una vida ya eterna.

MORALEJA : Reconoce tu realidad, antes de que la realidad te sorprenda.

Si sigues volando alto, posiblemente, la mofa no tenga enmienda.

Angel Márquez Díaz