En el silencio hay cenizas de palabras

como hojas antiguas
Yo tengo que ser pastor de ellas
hacer un rebaño
y retroceder el fuego, el otoño
luego limpiarlas
como a semillas anteriores
cerrar sus ojos atónitos del ahora
y luego untarlas en la tierra
y tejer un árbol
un fruto será el mundo
y yo despertaré en la fruta
para intentar hacer un verso de la vida
ignorando que una vez fui Dios.

17

Creo en ti porque en la noche
aferrado a tu rostro, que amedalla de luna ésa y
todas las noches,
doy la espalda al recodo de mi recelo
y no me importa morir

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