UN SUEÑO DE DIOS

Cuando tú y yo hacemos el amor

nos asisten todas las flores de la tierra

los ingrávidos besos de los cardos

el cardíaco semen del manzano

las rosas que elegí para tu nombre

y los alelíes que no sé cómo se besan

Pero cuando somos el amor

cuando lo éramos y cuando lo seremos

Dios se acuesta con la eternidad

para engendrar la primavera

que trae una ofrenda de canciones

para ti que fuiste un sueño en demasía

de Dios cuando duraba solo.

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