El jubilo y la pasión nos lleva a senderos desconocidos.
El cuerpo siente el dolor físico, es ausente cuando la mente ocupa su espacio y crea su propio laberinto, telarañas y muros que bloquean el deseo de libertad.
El imaginar de niño querer volar muy alto sin limites y fronteras, crecer con pensamientos que poco a poco inculcaron, sin darme cuenta estoy en la carcel de la adultez, olvidando los sueños de mi niñez.
No se como resolver estos acertijos, según el ser adulto era libertad e independencia.
Despertar día a día con responsabilidades y dependencia, el sueño de mi niñez quedo atrapado en la telaraña de la adultez.
Queriendo llegar a la cima de la montaña que imagine en mi niñez.
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