Andaban algunos extraños esperándome,

pidiendo sellar mi boca,

apagar mi cabeza, frenar mis pensamientos,

apartar sus rocas,

que giraban sin parar

como misiles sin ganas de acertar.

Rondando por rápidos ríos redescubro sombras,

con ondas, oleosas, obsecuentes;

y en mi cabeza muchas manos mojadas,

colgadas de un puente,

imágenes impregnadas indecentes,

a punto de soltarse con ganas de romperse.

No alcanzan dioses ni religiones para pedir:

corresponder, coincidir, habitar, compartir …

aprendería rezos en todos los idiomas

cantaria mantras en las mañanas,

del Tibet tomaría su calma…

seguiría, aunque sin fe, al pie la receta

apartaria mi mente, atea, nescia

si acaso una pitonisa la fortuna en ella predijera,

o tal vez todo lo contrario elegiría la amnesia…

Etiquetas: amor desamor poesialibre

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS