Oye tú, cómo ha pasado el tiempo.
Te ves muy bien, ese nuevo andar y estilo te sienta genial.
Al ritmo de guitarras eléctricas te desarrollaste en tus veinte, y se nota que ahora puedes sonreír sin sombras que nublen tu cielo, todos esos fantasmas del oscuro pasado se han ido.
—¿Y cómo estoy yo?
—Aquí ando, luchando cada día, entre deudas y facturas, pero optimista, creyendo que mejores tiempos vendrán.
—Imagino que te gustan los girasoles.
—Sí, actualmente a mí sí.
Serán mi flor favorita toda la vida; me han acompañado en momentos muy importantes y hermosos.
Y mientras sigo con mis días ocupados, una taza de café y mis canciones favoritas me recuerdan que incluso en la rutina y los problemas, hay cosas simples que hacen todo más bonito.
OPINIONES Y COMENTARIOS