Tan Lejos de tu Alcoba

Tan Lejos de tu Alcoba

Neiver Rodriguez

09/05/2025

A través de la luz de la luna,

mi alma se eleva con inmensidad;

para llegar hasta ti,

tu cuerpo ferviente se asoma en la alcoba,

tan bella y tan sola, inundas mi realidad.

En tu castillo en forma de corazón,

soy un plebeyo, el cual no puede pasar;

y sueño en las noches, en forma de oro,

que a tu amor algún día quiero llegar.

Miles de aves se elevan en árboles,

trayéndote oro, prendas y muchos sabores;

y yo que grito a lo lejos,

esperando que me puedas escuchar.

Escalo y caigo,

me levanto de nuevo,

con esperanza perdida;

pero al vislumbrar su rostro,

me vuelvo a encantar.

Permíteme la dicha de entrar,

de besarte y tocarte,

hasta darte mis noches enteras;

que mis ilusiones sean verdaderas,

y finalmente este cuento se vuelva una realidad.

Aquellas aves o galanes pueden darte lo que tú pidas;

yo quiero darte la felicidad que no conoces,

así pienses que el amor no es una realidad,

déjame besarte y te haré saber existe en verdad.

Solo pido al tiempo en tu alcoba,

que se haga eterno solo un momento,

para poder apreciarte y encantarme

con lo que yo siento.

Mi vida es sencilla vivir,

pero difícil es vivir como vivimos;

entonces demuestra que tú me amas,

y viviremos felices unidos.

Me enseñaste lo que se siente

al amar de verdad,

y es que cuando duermo,

quiero despertar, solo para verte otra vez.

Así sea en esa alcoba,

no me importa,

porque sé que algún día

a tu amor llegaré.

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