Bajo El Cerezo Parte 16

Mientras tanto…

Ren caminaba sin rumbo, sintiendo el peso de todo lo que acababa de pasar.

¿Por qué se había dejado llevar por la esperanza de que Mika realmente
tuviera algo distinto que decir?

Suspiró, metiendo las manos en los bolsillos, cuando de repente, escuchó una
voz familiar.

—Ren.

Levantó la vista y vio a Ayaka, que lo miraba con una
ligera sonrisa.

—¿Estás bien?

Ren exhaló lentamente.

—No lo sé.

Ayaka lo observó con calma y luego señaló un banco cercano.

—Ven, siéntate conmigo un rato.

Ren dudó, pero finalmente aceptó. Se dejó caer en el asiento junto a ella.

Por un momento, ninguno de los dos habló. Solo el sonido del viento llenaba
el silencio entre ellos.

—¿Quieres hablar de ello? —preguntó Ayaka con suavidad.

Ren apoyó los codos en las rodillas y pasó las manos por su rostro.

—Solo… pensé que tal vez Mika realmente tenía algo importante que decirme.

—¿Y crees que no era así?

Ren dejó escapar una risa sin humor.

—La encontré con el mismo tipo… otra vez.

Ayaka inclinó la cabeza.

—Eso duele.

—Sí… —Ren apretó la mandíbula—. Duele más de lo que quiero admitir.

Ayaka lo miró con ternura y puso una mano en su hombro.

—Tal vez es hora de dejar de mirar atrás, Ren. A veces, hay personas que
entran a nuestra vida para enseñarnos algo… y luego es mejor dejarlas ir.

Ren la miró a los ojos.

Ayaka le sonrió, y en ese momento, Ren sintió por primera vez en mucho
tiempo que tal vez había alguien más que podía entenderlo.