Bajo El Cerezo Parte 13

Al día siguiente Mika había esperado todo el día por este momento. No podía
dejar que Ren siguiera alejándose sin escucharla.

Aprovechando un instante en el que Ayaka no estaba cerca, se acercó a Ren
cuando él estaba por salir del colegio.

—Ren, por favor… necesito hablar contigo —dijo, bloqueándole el paso.

Ren la miró con frialdad, sin rastro del cariño que alguna vez le tuvo.

—No hay nada que hablar, Mika.

—Sí lo hay. Lo que viste en el parque no fue lo que crees.

Ren dejó escapar una risa amarga y negó con la cabeza.

—¿De verdad esperas que te crea? —sus ojos reflejaban dolor y decepción—. Lo
que vi con mis propios ojos es más que suficiente.

Mika sintió un nudo en la garganta.

—Déjame explicarlo…

Ren la interrumpió con dureza:

—Cuando te vi besándote con él, no te soltaste. No hiciste nada. Pero ahora
vienes a decirme que no es lo que parece. ¿Crees que voy a caer en eso?

Mika sintió que el aire le faltaba.

—Ren, yo…

—No —dijo él, apartando la mirada—. Yo te pregunté antes qué pasaba, te di
tu espacio, te vi pensativa… y aún así, esto es lo que pasó. No me engañes más,
Mika. No sigas con esto.

Ren hizo ademán de irse, pero Mika, desesperada, le tomó la mano.

—Por favor, solo escúchame…

Ren reaccionó de inmediato, apartando su mano rápidamente.

—No me toques.

Su tono fue firme, pero en su mirada había tristeza. Sin darle oportunidad
de decir nada más, se dio la vuelta y se marchó.

Mika sintió que el mundo se le derrumbaba. Se quedó allí, viendo cómo Ren se
alejaba sin mirar atrás.

Las lágrimas amenazaban con salir, pero se contuvo. Sin rumbo, caminó hasta
un rincón apartado del colegio, donde nadie la vería.

Cuando estuvo sola, finalmente se dejó caer sobre sus rodillas y se abrazó a
sí misma.

—¿Qué hago ahora…? —susurró, sintiendo cómo el dolor la invadía.

Sabía que Ren no la perdonaría fácilmente.

Pero, ¿realmente había perdido toda oportunidad con él?