Bajo El Cerezo Parte 9

Mika reunió todo su valor y se acercó con paso decidido hacia Ren. Su
corazón latía con fuerza en su pecho, pero no podía permitir que el miedo la
detuviera.

—Ren… —su voz salió temblorosa, pero clara.

Ren, que estaba escuchando a Ayaka con tranquilidad, se tensó al escucharla.
Giró levemente el rostro, sus ojos oscuros reflejando una frialdad que Mika no
había visto antes.

Por un momento, ella esperó que él respondiera, que al menos la mirara con
la misma cercanía de antes. Pero, en cambio, Ren simplemente desvió la vista,
como si ella no existiera.

Mika sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

—Ren, por favor… necesito hablar contigo —insistió, dando un paso más cerca.

Pero él se puso de pie sin decir una palabra. Con un rostro serio e
indiferente, se dio la vuelta y comenzó a caminar en dirección contraria.

—Ren… ¡espera! —exclamó Mika, sintiendo cómo la desesperación la invadía.

Sin embargo, él no se detuvo.

Mika sintió como si el mundo se le viniera abajo. Ni siquiera le había dado
la oportunidad de hablar, de explicarle lo que había pasado aquel día en el
parque. Su garganta se cerró, y un vacío amargo se instaló en su pecho.

Justo cuando pensaba en ir tras él, una voz femenina la detuvo.

—Así que tú eres su ex, ¿verdad?

Mika parpadeó sorprendida y giró la mirada. Ayaka la observaba con una
sonrisa tranquila, pero en sus ojos había un destello de determinación.

—Sabía que en algún momento aparecerías —continuó Ayaka—. Es obvio que
todavía lo quieres… pero, ¿sabes algo? —Se cruzó de brazos, inclinando un poco
la cabeza—. Tú ya estuviste con él. No sé qué pasó entre ustedes dos, pero
ahora… yo siento algo por Ren.

Mika abrió los ojos con sorpresa.

—¿Tú…?

—Sí. Y no voy a dejar que sea fácil para ti volver con él —dijo Ayaka con
seguridad—. Si quieres recuperarlo, tendrás que esforzarte… porque no pienso
alejarme de él.

El corazón de Mika se aceleró. No solo Ren la estaba ignorando, sino que
ahora tenía a alguien más que también quería estar con él.

Las cosas se habían complicado aún más…