Siempre Temprano 

En frecuentes noches muy oscuras

Invitamos a cenar

a luciérnagas peregrinas

para alumbrarnos.

Se pierde la noche

en su medida inexistente

con ayuda de hechiceros melódicos,

minúsculos y entregados

al dialogo distante e hipnótico.

Decretas el amanecer anticipado

acariciando mi despertar.

Algo que venimos alentando

nos sorprende pulsando el deseo.

Gimes desde adentro

lo que parecen palabras

en tonos excitantes,

elevándolas sin dejarlas

salir de nuestro abrazo

y volver a celebrar con esas luces

y rituales amorosos

el regreso del día.

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