borrador – El mundo en cenizas. La insurrección del infierno

borrador – El mundo en cenizas. La insurrección del infierno

Andres España

02/02/2025

INTRODUCCION

Estábamos siendo masacrados, nos superaban en número y a duras penas los lográbamos contener, cada centímetro era muy valioso y perderlo era perder un momento mas de existencia, mi fusil me pesaba, ya eran muchas horas disparando sin tregua, las manos me dolían y mi puntería se volvía escasa por el cansancio, pero aun así no podía dar muestras de debilidad, ellos me devorarían vivo si flaqueaba, así sea un segundo. De un momento a otro nos llegaron noticias de los demás frentes, Luis, un joven moreno descendiente de peruanos, “muy bajo para que fuera destinado a la defensa, pero veloz justo para ser un buen mensajero”. llegó corriendo con los reportes para que entendiéramos que tan mal estaba la cosa – ¡China ha caído! – gritó con voz desesperada. No me esperaba esa noticia, sentí como la sangre se congelaba en mis venas, no quería seguir oyendo, pero tenía que hacerlo, así que presté atención a lo que el pequeño mensajero seguía gritando. – Fueron superados desde las costas del pacifico. Las fuerzas del enemigo llegaron por millones y no dieron clemencia a nadie- Luis tomo un breve receso para tomar aire y continuar con la noticia – En un intento desesperado para frenar la ofensiva, el ejército chino detono 3 bombas nucleares en su propio suelo, aunque esto arrasó inicialmente con los primeros invasores una segunda holeada de atacantes llegaron del océano para reemplazar las fuerzas que fueron evaporadas por las explosiones, los soldados chinos no pudieron hacer nada frente a ellos, casi todos fueron acribillados en el campo de batalla, los pocos que sobrevivieron fueron desollados vivos y crucificados en la playa. 2 horas después se perdió el contacto con el presidente Yuang, debido a esto la unión dio por perdido el país –

La noticia nos cayó como un balde de agua fría, pero no había tiempo para lamentar nada, de todas maneras, China decidió pelear sin apoyar al resto, tomó el liderazgo de Asía e ignoro cuando pedimos ayuda para poder devolver al enemigo al foso de donde estaban saliendo, los chinos fueron los primeros de notar que estos seres venían desde algún lugar de medio oriente y tenían como primer objetivo tomar el norte de África, para desde allí atacar ferozmente a Europa. De habernos compartido esta información habríamos podido actuar antes pero tarde entendimos que habíamos perdido la oportunidad de solucionar esto y cuando supimos de la verdadera amenaza ya era imposible darle marcha atrás a la guerra que se avecinaba. China prefirió guardar silencio y cerrar sus fronteras aislando Asia del resto del mundo y confiados en su tecnología creyeron poder resistir. Ahora la esperanza cae Rusia, de que ellos puedan frenar el avance de estas bestias hacia Europa. Con el tiempo notamos que por su actuar, ellos necesitan desesperadamente llegar hasta acá y buscaban penetrar en el continente no importa desde que dirección les fuese posible. Nos dimos cuenta de esto porque primero lo intentaron por Italia, pero fueron frenados y exterminados, aun no entendemos como los romanos lo lograron. Después lo intentaron atravesando por Turquía. Los turcos trataron de resistir como pudieron, pero en solo 2 días cayeron abrumados por esta diabólica fuerza desconocida y fue demasiado rápido además para que los otros países europeos los pudieran socorrer, debido a que estaban concentrando nuestras tropas sobre el mediterráneo previendo un ataque desde el mar. El enemigo después de acabar con Turquía siguió hacia el occidente, pero en Bulgaria, aunque la batalla fue brutal y las bajas incalculables, se logró frenarlos y contenerlos fuera de Europa. Por último, intentaron atravesar por Georgia y allí la historia se repitió, se dio una batalla feroz, pero los defensores pudieron resistir y contener fuera al enemigo. Es como si algo divino protegiera la entrada de Europa y eso ha tenido ocupados a nuestros investigadores tratando de encontrar que es lo que hace que estos seres se debiliten y permite que podamos defendernos, aunque la cantidad de gente y de terreno perdido y que ellos controlan solo es un recuerdo diario de que nos acechan y solo están buscando hacer brecha para que el continente caiga en sus manos y con él lo que ellos están buscando. Con sus fracasos por el este empezaron los ataques en el oeste., se concentraron especialmente en España, y arremetieron 10 veces con más violencia que en los anteriores intentos, fue literalmente el infierno, todo el mundo envió refuerzos y logramos frenarlos en granada, hasta llegar al punto muerto que tenemos al día de hoy.

Cuando empezaron las primeras incursiones en Europa, las naciones Islámicas tomaron la iniciativa de posar más del 90% de sus fuerzas en Irán y desde allí esperaban ganar tiempo para fabricar las armas necesarias que les permitieran ganar la guerra, “Seguro pensaban que después de arrasar con Europa, los enemigos estarían muy debilitados y así ellos podrían aplastar dar un contraataque, acabando de paso con dos enemigos “Que equivocados estaban”. Los invasores fueron audaces, hicieron creerles que no estaban interesados por ahora en ellos y esperaron pacientemente. Después de invadir el norte de África y tratar de entrar a Europa por Italia, atravesaron la franja de gaza en pequeños grupos de no más de 10 de ellos, eliminaron las defensas que encontraron allí y continuaron hacia el sur, hacia Arabia, una vez entraron, abrieron una brecha en la costa y se dio la invasión dela península, fue una noche lo que necesitaron para exterminarlos a todos, utilizaron en ese momento una estrategia similar a la usada con China, salieron por millones desde el mar, ingresaron por una zona sin muchas defensas y a una velocidad inverosímil se hicieron con el país. Al amanecer solo había muerte y sangre en lo que una vez fue una nación prospera. Cuando los ejércitos Islámicos se dieron cuenta de esto ya era muy tarde, no les daba tiempo para reorganizar las tropas y poder luchar eficientemente, Irán y la unión árabe que esperaban un ataque por tierra desde Irak, fueron sorprendidos por un ataque anfibio desde el Golfo pérsico, y desde allí ya no había nada que frenara el avance del enemigo, salvo el poder nuclear que tanto presumían y que solo sirvió para volver un páramo inhabitable el medio oriente, hoy solo estos monstruos se atreven a transitar por allí, para que cualquiera de nosotros sería una condena de muerte solo acercarnos unos kilómetros.

Luis tomo un momento y continuo con su reporte – ¿Hay más, ahora qué? – pregunte mientras con mi arma daba un certero disparo a la cabeza de uno de ellos y su cuerpo caía pesadamente al suelo – ¡Rusia logró detener el avance del enemigo, los pudo contener en la frontera con Mongolia y Kazajistán! – exclamo Luis. “Buenas noticias después de todo” pensé; seguí defendiendo mi posición sin dejar de oír a Luis – Estados Unidos tomó el liderazgo de toda América y está combatiendo a los invasores que han llegado desde varios puntos del pacifico- cayó Luis un momento para tomar aire. -Mierda, ya están atacando a los americanos, la grieta que abrieron en algún lugar del pacifico debe ser enorme – susurre a mi rifle mientras derribaba a otro que venía corriendo como encolerizado hacia nosotros “Por lo menos varios de ellos eran tontos, más similares animales rabiosos, lo que los hacia predecibles y fáciles de matar” Luis retomo la que debía ser la última actualización que traía – Lograron abrir un grieta en Ecuador – Sentí justo acá un mareo que me hizo temblar por un momento, la grieta no solo era en el norte del pacifico, ya también habían llegado al sur de América, la estrategia era obvia, querían cerrar en pinzas a estados unidos, y si ellos caían, solo sería tiempo para que nosotros también – a pesar de la resistencia- Luis continuo sacándome de mis pensamientos – el país está perdido completamente. Brasil en alianza con Argentina, y las otras 3 naciones del cono sur formaron un muro de fuego con todos sus tanques y aviones para contener los ataques. Perú dio la orden de evacuar hacia Brasil previniendo un destino similar a Ecuador- Luis volvió a tomar aire – Colombia está atrincherada y mantiene una resistencia desesperada contra el enemigo, los ha contenido en la selva amazónica convirtiéndose en el último foco que evita el avance del enemigo hacia el norte, de perder y ser invadido, América quedaría dividida y su caída sería inevitable, al momento los defensores colombianos junto con centro y norte americanos refuerzan filas y mantienen la posición – Luis finalizó y se retiró. – Malditos Sudacas – me dije, -Quien iba a pensar que tanta guerra los iba a preparar para este infierno – esbocé una sonrisa nerviosa mientras continuaba disparando, pero en ese momento oí un pitido, giré mi cabeza y vi al general que estaba a cargo nuestra tropa, Gritó que la zona sur había caído y que teníamos que lanzarnos en carga para recuperarla. “Hoy no era mi día”, eso era un suicidio, me tome la cabeza con fuerza, me acurruque y solo pude decir – Europa también va a caer -.

Capítulo I – los 4 extraños –

El mundo actual es la consecuencia directa de nuestras propias decisiones, pero hubo un evento que aceleró esta catástrofe. El 7 de octubre del 2023 un grupo radical realizó un ataque terrorista sobre un concierto en Israel iniciando la cuenta regresiva para el fin del mundo tal como lo conocíamos, este día empezó una guerra entre semitas alimentando un evento que haría temblar a toda la humanidad.

Me encontraba con mi unidad entrenando en el Líbano, donde la ONU tenía una oficina destinada a defender los derechos humanos en medio oriente y norte de África. El 8 de octubre del 2023 nos dieron la orden de movilizarnos a Israel más exacto a la frontera con la franja de Gaza para según ellos “Defender la libertad y luchar contra el terrorismo”. Nos embarcamos animados -Por fin veríamos acción “eso era lo que muchos veníamos a buscar en estas tierras tan lejanas de nuestro hogar”-. Fue un vuelo corto, al llegar nos recibieron dos delegados de alto nivel del estado israelí y unos cuantos oficiales norteamericanos, era lo protocolario, a continuación, nos dirían el verdadero fin de nuestra presencia en eso zona. Después de un rato el oficial estadounidense de mayor rango se dirigió a nosotros – Soy el coronel Miller, hemos solicitado de su apoyo para realizar una operación directa contra un grupo radical estacionado en Jabaliya, su objetivo es ingresar y neutralizarlos a todos los hostiles, tenemos información de que en su poder tienen una reliquia de extremo valor que fue robada al estado de Israel y es imperativo que sea retornada y entregada a los dos delegados que nos acompañan- sentí curiosidad brevemente por saber que objeto sería tan valioso para enviar a un grupo de elite a una ciudad que no tiene nada salvo escombros y ruinas, podrían perfectamente bombardearla y después enviar al ejército judío a recuperar personalmente lo que sea que fuera tan valioso para ellos; deseche esas ideas pronto de mi cabeza y me enfoque en la misión, nos organizaron en escuadras juntándonos con soldados de otras bases que habían llegado antes que nosotros, maldije mi suerte por no haber compartido equipo con alguno de mis amigos “Hombres en quien podía confiar ciegamente”.

En la madrugada del 9 de octubre subimos al helicóptero y tomamos rumbo para la ciudad palestina, en mi equipo íbamos 4 hombres, un sargento español de apellido Sevilla, un francotirador japón de apellido Nakamura «un tipo de aspecto agradable, inspiraba confianza y parecía ser muy alegre» contábamos también con un médico hispano de apellido Sarmiento y para cerrar la escuadra me tenían a mí. Antes de la salida del sol estábamos a 3 kilómetros de la ciudad, allí fue donde nos desplegamos e iniciamos la marcha hasta nuestro objetivo que no estaba muy lejos de allí, justo a las afueras de la ciudad. Al estar cada vez más cerca tomamos posición y con los visores buscamos el edificio para planear el asalto, mi sorpresa fue mayúscula al ver una catedral coronada por una humilde cruz, al lado lo que podría jurar que era un tipo de guardería o escuela y enfrente de la entrada principal un campamento de refugiados “Son unos desgraciados, ¿Cómo ponen a todos estos civiles de escudo para que no los bombardeen?” pensé en ese momento “Nunca había estado más equivocado en mi vida”. – Tenemos el objetivo enfrente, indicar cómo proceder, hay muchos civiles y el riesgo de daños colaterales es muy alto- dijo por radio el comandante Sevilla al cuartel, esperamos respuesta con ansiedad “No es lo mismo realizar un asalto a sangre y fuego contra la guarida de un grupo de terroristas en donde solo hay hombres armados y dispuestos a matar o morir a hacerlo con muchos civiles alrededor que solo quieren sobrevivir”. -Inicien el asalto, la zona sur está despejada y neutralicen cualquier obstáculo- respondieron del cuartel. Estaba conflictuado, no podía imaginar que algo, por más valioso que fuera valiera el precio de arriesgar vidas inocentes, no voy a mentir, he luchado por petróleo, diamantes, nacimientos de agua, pero siempre fue contra hombres que podían defenderse y atacar, nunca expuse a civiles. -Sargento no podemos hacerlo así, hay muchos blancos y no puedo cubrirlos- dijo Nakamura, con un tono muy serio “Bastante extraño en él” Pensé. – Tenemos nuestras órdenes y vamos a cumplirlas- le respondió el sargento, con un tono de voz aún más serio que no daba espacio para refutar más sobre el tema. Procedimos a ubicarnos en nuestras posiciones, la zona sur del edificio era perfecta para ingresar, no tenía barreras y parecía ser un patio de juegos que hacía mucho estaba en desuso, Nakamura se ubicó en el 5° piso de un edificio aledaño abandonado, creo que lo imaginé, pero antes de verlo partir a su ubicación vi en sus ojos rencor hacia nosotros.

Iniciamos con el asalto, tendría que ser lo más sigiloso posible. Entramos a la catedral por la ventana de lo que parecía ser una cocina improvisada antes una sala de oración. Sonó el chillido clásico que realizan los intercomunicadores para alertar de un mensaje entrante – Los terroristas están vestidos de monjes y sacerdotes, eliminar al contacto- ordenó una voz, lo más seguro es que fuera del cuartel. – Entendido- respondió Sevilla con una frialdad en su voz que me hacía despreciar lo por su falta de criterio, era más una máquina que un hombre. “¿Los terroristas están disfrazados de sacerdotes? ¡así pasan desapercibidos! pero no es propio de los terroristas que ayuden a los refugiados, aunque así la tapadera estaría completa”. Mi mente se arremolinaba entre dudas y cuestionamientos mientras nos movíamos por los pasillos, pero mi sentido del deber justificaba cada duda que surgía. Oímos unos pasos venir hacia donde estábamos, de inmediato nos pusimos encubiertos, vi como Sevilla alistaba un cable para ejecutar la última orden recibida, pero lo persuadí de no hacerlo, que primero averiguáramos dónde estaba el objeto aprovechando que al parecer era solo una persona la que se acercaba.

Por el pasillo donde los 3 estábamos escondidos, pasó un hombre joven “No más de 25 años, con aspecto semita, Barba abundante y tez bronceada”. Sevilla se abalanzó sobre él y puso su cuchillo en el cuello del joven, de inmediato le preguntó susurrando y en un perfecto árabe – ¿Dónde está la reliquia? – el muchacho pálido del miedo balbuceo -La la …- se veía el terror en sus ojos, y aun así tuvo el valor para decir lo siguiente -La la… reliquia no es para ustedes, no debe salir de de acá- Sevilla enfureció y le cortó el cuello, yo entre en shock al verlo hundir su cuchillo sin miramientos en la garganta del joven, no creí que lo hiciera realmente, ese muchacho no parecía ser un terrorista. – ¿Frederick estás bien? – me preguntaba Sarmiento mientras me sacudía por los hombros, yo reaccioné y con rabia le reclamé a Sevilla porque lo había hecho. – Son órdenes muchachos, si no estás en la capacidad de seguirlas, mejor cambié de profesión – me respondió y esto solo hizo que lo odiará más “Claro que cambiaría de profesión, no me enlisté para matar gente desarmada y en el piso ya vencida” pensé en ese momento.

Seguimos adentrándonos en la iglesia, Sevilla asesinó dos terroristas vestidos de sacerdotes los cuales estaban en una sala y se negaron a decirnos donde encontraríamos la reliquia, Sevilla estaba cada vez más molesto y actuaba con más descuido y más errático mientras pasaba el tiempo “Por fortuna no nos han descubierto por culpa de este demente ¿Por qué lo asignaron como comandante? Es un psicópata que va a hacer que nos maten si seguimos así” tenía en mi mente y me preguntaba si iba a llegar el momento en que yo mismo lo tuviera que detener. Cada vez estábamos más frustrados, no sabíamos donde buscar y los conflictos con Sevilla no hacían más que aumentar, pero todo tomó un rumbo diferente cuando un niño vestido de monaguillo ingresó a donde estábamos, Sevilla lo sujeto por un brazo y con una rabia atroz lo amenazó de muerte si no le decía donde guardaban la reliquia. “No tiene sentido que hayan monaguillos si esto es una tapadera de terroristas” mi cabeza gritaba silenciosamente – No me lastimen, no sé qué es una reliquia- dijo el niño, justo cuanto Sevilla acercaba su cuchillo a él, instintivamente aliste mi arma y apunte a mi Sargento -¡Niños no! Maldito asesino- le dije tajantemente mientras lo veía con el mayor odio que había sentido hasta ese momento por alguien, el volvió su mirada a mí y escupió con rabia – ¡Soldado no me joda! y si tiene los cojones dispare de una vez, ¿oh es que le agradan estos terroristas? – No respondí, solo lo miré fijamente sin dejar de apuntarlo. -Calmados los dos- dijo Sarmiento “Casi nunca pronunciaba nada, solo se limitaba a seguir las instrucciones de Sevilla” -Recuerden la misión y sargento la orden es neutralizar a los terroristas vestidos de sacerdotes y monjes, no dijeron nada de eliminar niños- Lo dijo más para tranquilizarme que para proteger al niño. Sarmiento se acercó al niño y lo puso frente a él, se arrodillo tomándolo por los hombros y le dijo con una voz apacible también en perfecto árabe -Una reliquia es un objeto sagrado que los sacerdotes cuidan mucho, somos de la ONU y nos enviaron a cuidarlo porque gente mala quiere robárselo-. Sarmiento demostró un manejo de las palabras impresionante, se ganó la confianza del niño en ese instante y terminó preguntándole – ¿Has visto un objeto que cuiden mucho acá? – el niño más calmado le respondió – Si, el padre Gabriele tiene una cosa que guarda debajo del altar, está dentro de una caja negra, no deja que nos acerquemos a eso, aunque podemos jugar por todo el resto de la iglesia- Sarmiento sonrió y le revolvió el cabello con amabilidad, se levantó aun con la sonrisa en la cara y nos vio para decirnos -ven que no es difícil hacer esto siendo educados-, sacó de su funda una pistola con silenciador y disparó en la cara del niño sin dejar de vernos, yo quedé congelado de la impresión. Sarmiento continúo hablando y esta vez se dirigió solo al sargento -Sevilla no sé porque trajeron soldados de otros lados, pero este pendejo no va con nuestro plan- abrí los ojos de par en par, “tengo que dispararle antes que…” volteé a ver a Sevilla y lo último que vi fue su culata dirigiéndose a mi cara y todo se volvió negro.

Capítulo II – El Cisma –

Abrí mis ojos pesadamente y con un fuerte dolor de cabeza, puse mi mano en mi frente y al retirarla vi sangre, recordé lo sucedido, Sevilla me había golpeado a traición y perdí el conocimiento, me levanté como pude, confundido y con la visión borrosa, tuve que tomarme unos segundos para reponerme, por fortuna el golpe no había dañado mi cabeza y me surgió una duda “¿porque no me mataron?” esta inquietud quedó resuelta cuando vi el suelo, había un considerable charco de sangre, por fortuna el estarnos moviendo y por el estrés que tenía con todo lo que estaba pasando, se había acelerado mi presión y eso hizo que el corte que me provocó el golpe se Sevilla fuese lo suficientemente convincente para que creyeran que me habían matado “Si no fuera ateo tendría que darle gracias a alguien” pensé tontamente, una broma para mis adentros y así tratar de controlar el remolino que era mi mente en ese momento . Giré mi cabeza y vi el cadáver del niño que Sarmiento asesino tan vilmente, revisé mi equipo y no tenía mis armas; “No podía haber pasado más de unos minutos después de desmayarme” pensé y tomé rumbo al salón principal, no sabía que había pasado, pero sí sabía que esta misión no era lo que nos habían dicho y que me enviaron acá no a detener terroristas sino a robar algo que podía ser muy peligroso.

Llegué al salón principal donde estaba el altar que el niño nos había mencionado, noté que había varias personas en el piso con las manos en la cabeza, junto a ellos estaba Sarmiento apuntándoles con su fusil y a su lado Sevilla estaba golpeando al sacerdote Gabriele. – ¿Cómo se abre esto? – le gritaba Sevilla a Gabriele, este solo lo miraba sin decir nada, “uno, dos, tres…” tres golpes en el rostro le costaron ser valiente al sacerdote – ¿Cómo se abre esto? – preguntó nuevamente Sevilla con las venas brotándole de su cuello y espuma saliendo de su boca, el padre Gabriele con un ojo que apenas podía abrir y tosiendo sangre por la inclemente golpiza, por fin habló – Esto no es para ustedes, esto no debe salir de acá, no saben con qué van a encontrarse – sonó una explosión ahogada, era Sarmiento que había disparado al pecho de Gabriele y miró al sargento con disgusto para decirle – Sevilla dejé la estupidez, vuele ese altar y larguémonos de acá- la voz de Sarmiento era muy severa en ese momento, ahí entendí que Sevilla no era el comandante de esta misión, sino que era Sarmiento y que su rango de médico era solo para tenerlo tras bambalinas por si algo salía mal, el pudiera actuar y resolverlo. -Pero podemos romper la reliquia- respondió Sevilla con la voz más apagada, más temerosa. -Si se rompe se romperá, ya encontraremos otro modo- le devolvió Sarmiento, Sevilla no discutió más y puso una carga de c4 en la base del altar y se alejó un poco. Impotente por no poder hacer nada desarmado, esperé al momento de la explosión donde el miedo inevitablemente se apoderaría de las personas que estaban en el suelo “No me enorgullece que ese fuera mi plan, pero no tenía nada más y sabia que las personas en pánico en su afán de huir provocarían confusión, ahí podría desarmar a uno de los dos, ya fuera Sarmiento o Sevilla”.

Sevilla detonó la carga y como lo planee la gente empezó a gritar y a correr, Sarmiento los ignoró y se fue al hueco que se hizo en el altar, aproveche la oportunidad y me oculté en la nube de polvo que levantó la explosión, me acerqué lo más rápido que pude y tomé a Sevilla por la espalda estrangulándolo y rompiendo su cuello “Fue muy fácil hacerlo, creí que me opondría más resistencia, pero la sorpresa es un arma infalible” tomé su fusil y me dirigí a Sarmiento para detenerlo, pero el polvo que me había ayudado hace unos segundos, ahora me jugaba en contra, no podía ver nada y no sabía dónde estaba él, trate de identificarlo entre las sombras pero no tuve suerte hasta que él mismo delató su posición gritando – ¡Sevilla venga de inmediato, lo tengo! Nos podemos largar de acá-. estaba a mi derecha a unos 3 o 4 metros. Volvió a gritar – ¿Sevilla que pasó? – creyendo que lo tenía y confiado por mi ventaja, le contesté – Sevilla está muerto y usted me va a decir que sucede acá- hubo un instante de silencio, justo el tiempo apropiado para que el polvo se disipara, lo vi parado sosteniendo una caja con su brazo izquierdo y buscando a qué apuntar manejando su pistola con la mano derecha, justo cuando éramos lo suficientemente visibles, él identifico ubicación y su cara hizo una mueca de rabia al darse cuenta que lo tenía en mi mira, se quedó quieto, mirándome al rostro con ira y odio – ¿Qué está pasando acá Sarmiento? ¿Por qué vinimos hasta acá a matar sacerdotes? no son terroristas ¿Verdad? – Sarmiento sostuvo mi mirada y después de unos 10 segundos que me parecieron eternos, el abrió la boca – No tenía que ser así, el plan era entrar y recuperar la reliquia sin ninguna baja; Tampoco es personal lo que pasó allá atrás, solo que esta misión es más importante que cualquiera de nosotros – me dijo con una calma temible. – ¿Cuál es el verdadero objetivo… esa reliquia que es… para que sirve? – pregunté en esta ocasión, pero esta vez no tuve respuesta, él se quedó quieto y su boca empezó a esbozar una sonrisa y note que él estaba mirando justo detrás de mí. Volví a temer, -¡Maldita sea!- grite, recordé a Nakamura, no había pensado en él porque las situaciones se presentaron con Sarmiento y Sevilla, lo había olvidado por completo “Grave error “ dijo mi mente mientras entendía que el disparo con el que Sarmiento había matado al padre Gabriele y los gritos de los civiles lo habían alertado, esto hizo que él dejara su posición y viniera a prestar ayuda, solo me quedaba esperar el disparo que traería mi muerte, aún así no dejé de apuntar a Sarmiento, pero no pasó eso – ¿La tienes? – le preguntó Nakamura a Sarmiento -Si, mátalo para que salgamos de acá sin problemas – le ordenó Sarmiento.

Lo siguiente que oí fue un disparo a mis espaldas, cerré lo ojos y esperé que la vida me abandonará, pero nuevamente no pasó nada, abrí los ojos para ver qué había pasado y vi a Sarmiento caminando lentamente hacia atrás con su rostro desencajado – Pero que hicis…- sonó un segundo disparo y esta vez la frente de Sarmiento voló, solo quedaba un amasijo de carne donde debería estar su cara, quedé paralizado, oí los pasos de Nakamura mientras pasaba al lado mío, se acercó al cadáver de Sarmiento y tomó la caja, se levantó y me vio – No sabía si eras uno de ellos, me alegra que no lo fueras, te puedo explicar que está pasando, pero tenemos que salir ya de acá, no demorarán en saber que algo les pasó a estos dos y mandaran a los equipos de contingencia- se dio la vuelta y salió por la puerta de enfrente, lo seguí con paso tembloroso.

Afuera de la iglesia nos esperaban algunos hombres armados, árabes sin duda alguna, nos gritaron que bajáramos nuestras armas y nos arrodilláramos, yo seguí la orden, eran muchos para siquiera creer que podría hacer algo, Nakamura se quedó de pie y les dijo en árabe – Soy Aiko Nakamura, soy el presbítero de Tokio, fui enviado por Roma para recuperar la reliquia e impedir el plan de lo impíos de profanarla, necesito salir de acá con mi compañero, no es seguro y van a venir más para robarla- después de eso no sabía que decir, no sabía quién era Nakamura o porque Roma estaba metida en esto y tenía soldados infiltrados. Los hombres armados que nos habían estado apuntando bajaron sus armas y el que creo que era su líder se acercó a Nakamura diciéndole que por favor demostrara que era quien decía ser, Nakamura de su bolsillo sacó un rosario, de lejos uno común, pero al verlo más detalladamente estaba hecho de algún tipo de piedra roja que no lograba identificar pero parecía extremadamente valioso, el árabe vio el rosario y asintió con su cabeza, solo preguntó –¿No había forma de haberlos salvado?– refiriéndose a los sacerdotes muertos, Nakamura bajó la cabeza y dijo – Los convencí en el cuartel que lo mejor era no asesinar a nadie, para así evitar tropiezos, no me fue posible advertir a nadie sobre esto, Roma sabía que algo estaba pasando pero no tenían certeza, por eso varios nos hemos infiltrado en diferentes grupos internacionales – el árabe lo vio con tristeza y volvió asentir –¡Traigan urgente la camioneta!- grito y se retiró dándonos la espalda sin decir nada más, unos 5 minutos después llegó un Jeep algo viejo pero ideal para esta geografía, le dieron las llaves a Nakamura y este se subió dejando la caja delicadamente en el asiento trasero, abrió la puerta del copiloto y me pidió que entrará, así lo hice.

Capítulo III – Roma –

Nakamura después de subirse al Jeep condujo por As-Siafa y no se detuvo sino al llegar al mediterráneo, allí nos ocultamos como pescadores por dos semanas hasta que un diácono español llegó en un barco con ayudas humanitarias para los refugiados y logró sacarnos de la Franja de Gaza cruzando el mediterráneo hasta llegar a Roma, durante mi estadía junto con Nakamura, le indague sobre todo lo que estaba sucediendo, mientras estuvimos en la Franja de Gaza fue muy renuente a contarme algo, solo me decía que era más seguro que no supera mucho por si llegábamos a ser atrapados, durante los días en el bote no tuve más suerte, allí solo me dijo que una vez en Roma ellos evaluarían mi valor y que tanto debería saber.

Una vez llegamos al puerto de Roma, Nakamura cambió completamente, dejó de ser el militar serio e irritable que fue durante las semanas en la costa de Gaza y volvió a ser ese hombre agradable y con sentido del humor que conocí la primera noche en esa horrible misión. Primero llegamos a una casa cural cerca del coliseo, nos atendieron con comida y bebida, me dieron un cuarto y algo de ropa, Nakamura tuvo su habitación al lado de la mía, pero aún así no fue posible obtener información de él, solo que ahora me despacha de forma más amable. Así duré varios meses en Roma, salía a conocer la ciudad, pero sin noticias de cuando se me llamaría para ser evaluado y por fin saber qué fue lo que sucedió y porque la reliquia era tan importante que debía realizarse una operación militar tan compleja para obtenerla. Sobre qué pasó con la iglesia en Palestina y con los cuerpos de Sarmiento y Sevilla, todo quedó encubierto por los gobiernos y medios de comunicación, el caso fue reportado como un ataque de los extremistas islámicos a un centro cristianos de refugiados, donde habían perecido 4 soldados protegiendo la evacuación. Parte de que la historia fuera contada así fue gracias a Nakamura, él antes de la detonación donde pude asesinar a Sevilla, reportó al cuartel que se estaban escuchando disparos al interior de la iglesia y que iba a ir a revisar, justo antes de colgar accionó su rifle y gritó – ¿Quién está ahí? ¡No por favor! ¡NO! – disparó una segunda vez, dejando todo preparado para fingir su muerte, después de eso salió hacia donde estábamos para recuperar la reliquia y ponerla a salvo. -me imagino su sorpresa cuando llegó y vio que nos estábamos matando entre nosotros, así facilitando su trabajo-

Sobre el cuarto mes después de llegar y asentarse en Roma me rendí con Nakamura y decidí iniciar de nuevo, conseguí un trabajo como entrenador en un colegio “Gracias a las excelentes influencias de los sacerdotes con quien me hospedaba y quienes ya me habían hecho parte de su hermandad” no fue necesario que me mudará, la iglesia no estaba interesada en tenerme alejado, -“solo que no había tiempo de que me llamaran ya que la situación estaba compleja”- fue lo más cercano a información que me suministro Nakamura por esos días. Siendo entrenador conocí a una hermosa profesora de nombre Caroline, “la mujer de mis sueños” nos hicimos rápidamente amigos y después de 2 meses de estar saliendo nos volvimos pareja, a estas alturas ya no me importaba saber sobre lo sucedido en Palestina, ya lo había desechado con un conflicto entre dos facciones por algo extremadamente valioso, en pocas palabras un conflicto más entre poderosos. Al tercer mes de conocer a Caroline me mudé de la casa cural a un apartamento sobre cerca de la plaza Margana junto con ella, en mi mente solo había un pensamiento “La vida es muy buena”.

Pasaron 8 meses desde que salimos de Palestina, era muy feliz, ya no me interesaba lo que había sucedido, incluso mi mente ya lo estaba enterrando y sobre eso solo estaban mis pensamientos con Caroline y con mi trabajo, de haber sabido lo feliz que me hacía enseñar a los niños, nunca me habría vuelto militar en un principio, pero nada es para siempre y tarde o temprano tu destino te alcanza. Era lunes en la mañana estaba alistándose para salir al trabajo y golpearon a la puerta, extrañe que tuviéramos visitas a esa hora “Tal Vez alguno de los niños pasó a saludar” hacían eso ocasionalmente cuando no querían caminar y me pedían un aventón en mi auto. Abrí la puerta y grande fue mi sorpresa al ver a 3 sacerdotes esperando en la entrada. Los hice seguir a mi sala preguntando que requerían, aunque solo por formalismo porque ya sabía a qué venían, pero la respuesta a esa pregunta no podía haberla anticipado – Sr Frederick, estamos acá porque necesitamos que vuelva al campo de batalla, estamos a punto de perder una guerra que acabaría con el mundo entero si no obtenemos un milagro antes de noviembre- definitivamente no estaba preparado para oír eso.

Me senté frente a ellos, ya no me interesaba entender lo que había pasado y quería hacerles saber no estaba interesado en la vida de militar y mucho menos iba a sacrificar mi felicidad por caprichos de poderosos y sus tesoros mundanos, pero antes de decirles eso, les di el beneficio de la duda para que me explicarán que era eso que decían de que el mundo estaba en peligro y que se necesitaba un milagro – Hace millones de años en el cielo hubo una gran guerra entre los ángeles leales a Dios y los ángeles que se revelaron siguiendo la ambición de Luzbel- iniciaron contando esta historia brevemente y continuaron -En esa guerra el universo se fracturó en 3 planos de la realidad, se mantuvo la ciudad plateada, el creador previamente había construido un espacio para los mortales, el cual había quedado protegido con su manto de protección y se formó un tercer centro donde solo existía la oscuridad y la nada, fue llamado el vacío o infierno para nosotros, el choque entre los seres celestiales fue tan brutal que se formaron campos delgados entre el vacío y el espacio mortal, por estos campos alcanzaron a cruzar elementos que eran expulsados por la colisión entre los dos bandos, estos elementos fueron conocidos como reliquias, por si solas son inofensivas para nosotros, pero con el ritual correcto se pueden convertir en armas con la capacidad de romper el velo que separa nuestro espacio del infierno-interrumpí en ese momento – ¿Ósea que la reliquia que sacamos de Palestina es uno de esos elementos?- pregunté con incredulidad – Sí y de haber caído en manos de los impíos, ellos habrían podido romper el velo- me respondieron. Todo esto era demasiado fantástico para creerlo, me levanté del asiento y les dije cortantemente – Lo siento, pero no voy a arriesgar mi vida por mitos y por fanatismos de una fe en la que ni siquiera creo, así que por favor retírense de mi hogar y olvídense que alguna vez tuve que ver con ustedes- me dirigí a la puerta seguido por sus miradas sorprendidas y la abrí con la clara intención de echarlos para siempre de mi casa y de ser posible de mi vida.

Quedé congelado al ver a Nakamura parado frente a mi puerta al abrirla, -¿Qué haces acá?- le pregunté algo molesto – Vengo a pedir de tu ayuda y a mostrarte que es lo que tanto querías saber hace casi un año atrás – Vi que sostenía la caja que contenía la reliquia sacada de Palestina, el ingreso a mi casa y ubico la caja en el centro de mi sala y procedió abrirla, me acerque con incredulidad para ver que era la misteriosa reliquia y al fijar mi vista en su interior vi lo que parecía ser la punta de un gran cuchillo – Esta es la punta de una espada celestial, llegó a nuestro mundo por alguno de los duelos que se dieron en la guerra de los cielos, no sabemos si es de un ángel leal o de alguno de los rebeldes- seguía sin creer en lo que me hablaban – Eso puede ser un filo roto de cualquier época de nuestra historia, Europa debe estar llena de estos objetos, cada día los arqueólogos encuentran más- Nakamura me miró con una sonrisa y divertido – No la traje solo para que nos creas únicamente de vista, te mostraré de que es lo que estamos hablando- tomó un objeto de su bolsillo muy similar a un pica hielo, se pinchó un dedo y dejó caer una gota de sangre en la espada rota, después pronuncio un rezo en una lengua extraña pero que por algún motivo pude entender lo que decía – Con una gota de mi vida sello una porción de tu poder un mi alma- segundos después la espada salió sola de la caja y ardió por unos segundo en llamas y posterior hubo una explosión de luz, quede cegado por un momento.

Mis piernas dejaron de soportar mi peso y caí sentado al suelo, viendo como ese trozo de metal ardía flotando en el aire con llamas de un color imposible, unos segundos después las llamas se apagaron y la espada cayó pesadamente en la caja nuevamente como si fuera un trozo de acero común, oí un gemido y vi que era Nakamura doblándose de dolor, estaba estupefacto, no entendía que había pasado, Nakamura se repuso después de unos segundos, gimiendo de agotamiento me miró y dijo – Esto es una mínima porción del poder de una reliquia celestial, pero el precio a pagar para usar este poder es sacrificar parte de tu alma, lo que pacté fue mínimo, pero el dolor es abrumador- se sentó en una de las sillas de mi sala y esperó a que me repusiera de la impresión, duré unos minutos en silencio sentado en el suelo de mi casa y decidí levantarme para continuar con la conversación, una vez me puse de pie tuve que ir por un vaso de agua para controlar mis nervios, estaba recibiendo información muy difícil de asimilar muy rápidamente “Ahí entendí porque no quería contarme nada en las semanas que estuvimos varados en Palestina”, Me decidí a preparar un café, esto no se puede pasar con solo agua

Capitulo IV – El cielo en llamas-

-Al principio de todo solo Existía, existió y siempre existirá Dios- inicio hablar Nakamura después de recibirme una taza de café y continuo – El creador decidió iniciar una gran obra y no estar más solo, desde su esencia formo un ser a su imagen y con su poder, este ser fue el primogénito, el hijo de Dios-; – ¿JESUS? – Le pregunté algo impaciente. -Así es como lo conocemos, ¡sí! – Me respondió con sin cambiar su semblante calmado, entendiendo que desde mi sorpresa vendrían muchas otras preguntas más para poder entender todo esto y continuo -Cuando el Creador y su hijo recorrieron todo lo existente e inexistente, juntos crearon seres similares a ellos y los llamaron ángeles, eran seres formados de la esencia de Dios y de su hijo, perfectos en todo sentido, hermosos como ningún otro ser existirá, los ángeles tuvieron el don de su propia conciencia y se esparcieron por todo lo existente e inexistente, con la única función de vivir y tener el honor de acompañar al señor- Nakamura hizo una breve pausa para dio un sorbo al café y con una sonrisa y cara de satisfacción me preguntó -¿Colombiano?-, – me gusta solo lo mejor – respondí, el breve momento de complicidad relajó un poco el ambiente. – Después de que la realidad estaba llena de seres divinos, Dios creo dos nuevos ángeles muy especiales, uno de ellos resaltaba sobre su hermano gemelo y sobre los demás ángeles. Los creó con aún mas de su esencia que la utilizada para los otros, pero para el que era más espectacular que todos los demás, a este Angel le otorgó el don para gobernar sobre sus hermanos, para así proteger su obra la que Él y su hijo crearían. Este ser de infinita belleza, poder “Solo por debajo de Dios y su hijo” fue nombrado Luz bel el portador de luz. Este Angel acepto su trabajo con gran felicidad y dedicaría su existencia a alabar a su creador, a su padre y a defender de quien fuera o lo que fuera su nombre y su grandeza- Nakamura tomo aire y soltó un triste suspiro – Fue triste que su gran amor por Dios lo llevará hacer lo que hizo – miró la taza y me miró a mí – ¿Y el hermano de este ángel que le pasó? – pregunté con mucha curiosidad. – Dios le dio la misión de cuidar de Luz bel – Me respondió Nakamura esta vez con una mirada seria

– Después de crear a todos los ángeles y determinar sus funciones, Dios y su hijo (quien en ese momento empezó a ser conocido como “El verbo” porque con solo su voz podía crear maravillas infinitas) iniciaron CON SU GRAN LABOR. Dieron forma a un espacio físico, un espacio tangible con límites y reglas. Este espacio es lo que nosotros conoceremos como “La realidad”. En este espacio crearon elementos y materia que junto con la energía se puso en movimiento. Acá Dios y el Verbo crearon el primer ser vivo de la realidad, este ser fue nombrado como “El caos” quien debía gobernar sobre la incertidumbre y sobre las consecuencias del azar, vieron que el caos dio aún más movimiento al universo y de este empezaron a surgir otros seres con menos poder que el caos, pero necesarios para la obra. Luz bel seguía la creación de Dios con mucha alegría, sorprendido de todo lo que estaba apareciendo, un ser divino maravillado por la simpleza de un mundo material. Del Caos surgieron 6 seres, estos seres fueron: Urano quien fue el ser primordial del Cielo, el mismo que cubre a todos los mundos de este universo, Gea quien fue el ser primordial de la tierra, la que componía a los mundos y daba fertilidad o no a los mundos, Nix quien relevaba a Urano para que el cielo pudiese descansar y llegará la noche. Erebo el primordial de la oscuridad y las tinieblas, Coexistía mas con Gea para llevar las sombras a los mundos. Éter el ser primordial que llenaba el espacio y daba volumen a este universo real y material para que los mundos puedan moverse y finalmente Hemera quien debía llevar la luz material, luz que en brillo y existencia estaba por debajo de la que conocían los ángeles y que era emanada por el creador, pero aun así bastaba para mantener el equilibrio con la oscuridad- en este punto tuve que interrumpir – ¿Me estás diciendo que los jodidos dioses griegos son reales? – Nakamura sorbia de la taza mientras yo hablaba – ¿Ósea que los mitos y leyendas son reales también? – seguí preguntando y obtuve respuesta – No son dioses, son seres que fueron creados para pertenecer a este plano y darle vida, pero si, si existen o por lo menos aún quedan algunos, los primordiales no pueden dejar de existir porque la realidad es ellos, sino que decidieron renunciar a sus conciencias después del gran conflicto-

– ¿Gran conflicto? – pregunte de nuevo, – Si – respondió Nakamura y prosiguió – Después de que los primordiales existiesen, Dios y el verbo decidieron no mostrarse, así darían espacio para que estos pudieran preparar el universo para sus obras posteriores, Esto no le agrado a Luz Bel, el sentía que todo ser debía postrarse antes Dios y no desconocerlo, pero decidió seguir creyendo en la voluntad de su padre y continuo a su lado. Los primordiales engendraron una nueva raza de seres, estos serían conocidos como Titanes, pero nacieron fundamentalmente como conceptos, un ejemplo fue Cronos quien es el tiempo, Los hecatónquiros que son hoy conocidos como las fuerzas de la naturaleza y así, después nacieron los seres que Debian gobernar los elementos y los estados de la materia, Zeus la energía eléctrica, representado como el trueno, Poseidón las aguas, Hades el estado sin vida ósea la muerte, entre otros. Estos seres tenían como función por parte del creador formar mundos habitables para su mas importante obra- En este punto ya no quería preguntar, por algún motivo todo estaba encajando perfectamente, Nakamura continuaba con su relato – Dios y el verbo vieron los mundos y vieron que estaban aptos para continuar con su creación, iniciaron con los mares, con una palabra surgieron pequeños seres que se empezaron a multiplicar, a unirse y a formar seres mas grandes, empezaron a tener algunos aletas, otros tentáculos, otros se mantenían fijos en un solo lugar, pero todos llenos de vida, después fueron a la tierra y crearon a todos los seres que caminan, trepan o reptan usando como base algunos de los seres que se acababan de formar en los mares, el verbo vio hacia el cielo y permitió que algunos de los seres de la tierra pudieran volar y así fue. Dios y el verbo, felices de ver tanta vida y tanta energía finalizaron su obra creando un ser a su imagen y semejanza, este ser sería mortal, pero con la capacidad de llegar a la inmortalidad, le otorgarían el don del libre albedrio y gobernaría sobre toda la creación.

Al crear al hombre la obra por fin quedó terminada, Dios amó tanto a su ultima creación que le ubico en un paraíso en la tierra completamente protegido del exterior el cual podía ser peligros, esto debido a los choques que en ocasiones se daban entre los seres primordiales y su descendencia. Este lugar después sería conocido como el Edén y aquí el hombre maduraría hasta tener la fuerza, el poder y la sabiduría para salir a gobernar la creación que Dios había creado para él, así como lo había hecho con Luzbel y los ángeles. Pero este lugar no pasó desapercibido por uno de los primordiales, Erebo encontró un lugar al cual no podía ingresar y esto lo molestó (Al no conocer al creador, cada primordial se sentía como el ser más importante de todo) buscó por todos lados como ingresar a este lugar, así lo acechó por mucho tiempo – En mi mente esta historia era muy fantástica para creerla, pero lo que me había mostrado Nakamura con la reliquia no me daba lugar a cuestionamientos, solo había ocasionalmente alguna pregunta sobre algo que me tomaba por sorpresa – Dios antes nos puso a prueba para evaluar cuando estaríamos listos para tomar nuestro lugar como regentes de este nuevo universo. En medio del Edén hizo crecer un árbol, cuyo fruto contenía todos los secretos de la realidad, estos secretos eran desde la luz suprema hasta lo que ocultaba la tiniebla mas oscura. Erebo sintió una fuerte conexión con este Árbol y con mayor desesperación decidió que entraría como fuera para saber que existía allí adentro. Dios llamo al hombre y le mostró el Árbol dando la orden de nunca probar de su fruto, el hombre le aseguro que no lo desobedecería. Erebo cada vez más ansioso busco por cada ranura, por cada milímetro del perímetro que rodeaba al Edén sin encontrar nada, hasta que un día corrió con suerte, vio a un ser trepar sobre una de las barreras que no le permitían entrar, este ser era pequeño, alargado y con pequeñas patas para moverse, un conjunto de escamas brillantes cubría su cuerpo, Erebo se transformó en una copia exacta de este ser y se acercó lo mas que pudo. – ¡Hola! – le dijo Erebo al ser del Edén – ¡Hola! – respondió este. –¿Qué haces allá afuera no deberíamos poder salir? – respondió inocentemente el ser del Edén, a lo que Erebo astutamente le dijó – Me dieron permiso para buscar como podríamos ir mas lejos y he encontrado cosas maravillosas, vengo a decirles que es- El ser den edén lo empezó a mirar curioso – ¿Qué encontraste? ¿Dios ya sabe? Preguntó el inocente ser – “¿Dios?” Pensó Erebo un momento, – Si el ya sabe y me pidió que te dijera que me acompañaras para cargar algo que el desea ver -. el ser del Edén ansioso por complacer a Dios y sin pensarlo mucho saltó del muro y cayó al exterior, acá Erebo aprovecho de que había dejado la protección que el Edén ofrecía lo atacó, se introdujo en su interior y le quitó toda voluntad adueñándose también de sus recuerdos y lo comprendió todo, los primordiales no eran los seres supremos, eran creaciones con el fin de poder moldear el universo para que un ser superior conocido como Dios creará algo inferior y que este gobernará todo, Erebo no soporto esto y con odio propio de la naturaleza de su esencia juró hacer caer el Edén-

Erebo ahora poseyendo el cuerpo del ser del Edén intentó entrar al jardín, teniendo existo esta vez, caminó hasta donde sentía la presencia que tanto lo había estremecido anteriormente y llegó hasta un árbol, le dio un par de vueltas buscando que era lo que el sentía y porque lo sentía de allí, oyó algo acercarse y subir a este, ocultándose entre sus ramas, vio una luz brillante, mas brillante que cualquier otra, incluso que la luz de su hermana Hemera, entendió que ese era el ser supremo conocido como Dios, pero por mas que trato de verlo, el brillo de su luz no lo permitía, también percibió que en el Edén no existía oscuridad en ninguna de sus formas, la luz de Dios llenaba todo, no había sombra en ningún lugar. Vio que la luz era acompañada por dos seres, altos de dos piernas y sin ninguna particularidad en su cuerpo, no tenían pelo o escamas, salvo en la cabeza que era adornada con una cabellera larga y dorada, vio además que los seres tenían un brillo similar al de Dios, pero menos potente, sus ojos eran de muchos colores y se percibía en ellos la fuerza que pondría al universo a su merced. Erebo no podía permitir que estos seres salieran o el dominio de él y sus hermanos sería insignificante ante el de estos seres. Oyó que la luz hablaba sobre el árbol a los dos seres y les prohibió comer de él, con un tono de voz que prometía un gran castigo si se le desobedecía, Erebo sonrió, esta era su oportunidad, salvaría su reino y el de sus hermanos-

Nakamura dejó la taza de café en mi mesa de centro, se levantó y acercó a la ventana de mi sala para mirar a la calle, a las personas que allí pasaban, sin dejar de verlos me dijo – Ya debes conocer la historia del Genesis, donde una serpiente sedujo a Eva y la convención de comer del fruto prohibido, esa serpiente fue Erebo poseyéndola, Dios nos condenó a salir del Edén a enfrentar el mundo y condenó a Erebo a vivir por siempre en el interior de esa serpiente, le quito las patas y debe andar arrastrándose por el mundo escondiéndose del hombre así como se arrastro por el Edén para corromperlo, Erebo desapareció y su rol en la realidad se desdibujó, dando paso a que las sombras puedan ocultar muchos secretos. Después de que perdiéramos el paraíso, Luzbel tuvo una visión del futuro, donde nos veía cometiendo todo tipo de barbaridades y blasfemias, donde insultábamos el nombre de Dios y cometeríamos un acto brutal contra su hijo, Luzbel no pudo soportar ver esto y se dirigió donde su padre para contarle, Dios lo miró y le explico que todo era parte del plan, que debíamos demostrar nuestro valor y así separar quienes eran dignos de continuar con su designio y quienes no, pero esta explicación no fue suficiente, Luzbel no soportaba que un ser inferior, mortal se atreviera a insultar a su padre y sin mediar palabra se lanzó contra la humanidad desobedeciendo los deseos de Dios, cuando entró en el universo material atacó sin piedad a todos los humanos que se habían multiplicado en ese momento, casi extinguiéndolos. Dios vio con horror los actos de su Angel mas hermoso y lo transportó al paraíso, lo condenó a un encierro que duró siglos, mientras el veía el daño que se le había hecho a su creación, la humanidad después del ataqué de Luz bel quedó reducida a un animal con miedo, olvidando casi por completo su origen divino, Dios le dio el don de la evolución y decidió que el hombre debería encontrar su propio camino para ganarse su lugar al lado del creador y del verbo- todo esta era impactante, todo lo que se me había contado, fue una verdad a medias, miraba a Nakamura quien continuaba enfocado en la calle, mirando con nostalgia a las personas, siendo consciente de lo que perdimos por nuestra debilidad – Después de eso, Dios permitió que Luzbel volviera a su lado, pero Luzbel había creado un odio absoluto contra el hombre y consideró que su padre estaba cometiendo un error, que un ser tan despreciable no podía existir y que si Dios no lo desaparecía, entonces él se volvería el nuevo dios y así protegería la obra de su padre – Nakamura hizo la ultima pausa antes de iniciar con el resto del relato, mientras yo me dirigía a la cocina, esta vez no por café, esto ya era para algo mas fuerte, fui por el ron

Luz bel gracias al don de gobernar dado por el creador pudo convencer a la tercera parte de los ángeles del cielo, que ya era hora de un cambio y que él no permitiría que los errores que creía que estaba cometiendo su creador afectara a todos ellos, que debían ser libres de un ser que había sido corrompido por su poder y que ya no podía gobernarlos, plano una estrategia audaz, eran menos en número pero tenían el facturo sorpresa, así que atacarían a sus hermanos por sorpresa y los enviarían a planos diferentes de lo existente para que así pudieran nivelar el campo de batalla y una vez superaran las ultimas defensas, encerrar al todo poderoso en otra dimensión donde no saldría hasta que Luzbel destruyera todo lo imperfecto y le mostrara su error. Así fue, los primeros ataques tomaron al paraíso por sorpresa, los ángeles eran enviado a dimensiones tan lejanas que les tomaría mucho volver, la voz de alarma sonó por cada rincón de los reinos celestiales, la guerra del cielo acababa de empezar. Esto fue algo que tomo a todos los ángeles leales por sorpresa, sabían que era la guerra, entendían su concepto, pero nunca creyeron que vivirían una, todos empezaron a crear armas y armaduras, al ser seres divinos, creados de la esencia del supremos podían moldear la existencia, los ángeles de mayor rango crearon armaduras para sus aliados, los leales usaron armaduras plateadas, de un brillo incomparable, con espadas que podían rasgar la realidad, los ángeles rebeldes crearon armaduras oscuras, que absorben todo tipo de luz son reflejar el mínimo de brillo, pero imponentes, también crearon espadas que podían traspasar el tiempo y el espacio. Después del ataque sorpresa donde los rebeldes lograron igualar las fuerza, los dos ejércitos se encontraron frente al gran valle que conducía a la ciudad plateada donde estaba el palacio del creador, los ángeles rebeldes cargaron contra sus hermanos leales, el choque entre las dos fuerzas fue brutal, tanto realidad como inexistencia tembló, los leales al inició recibieron el mayor castigo, no esperaban tanta ira de sus propios hermanos y esperaban que al final no tuvieran que enfrentarse, mientras que los rebeldes habían dejado todo sentimiento de hermandad, creían ciegamente que el creador estaba equivocándose y que sus acciones deben parar, Luzbel los había convencido de que le había dado a la humanidad el don más maravilloso, el libre albedrio, mientras que a ellos los había creado como esclavos para nunca ser libres. Las oscuras espadas de los rebeldes chocaban con los escudos plateados de los leales, cada corte provocado causaba un gran dolor que incapacitaba a quien lo recibía y daba la oportunidad de transportarlo a otra dimensión, dado su origen divino, los ángeles no pueden morir, pero si podían recibir un gran daño. Los rebeldes atacaban sin tregua, hasta que los leales decidieron devolver el ataque, ya no eran sus hermanos, sino que eran verdaderos enemigos, entonces los leales cargaron en contraataque, volaron con sus majestuosas alas y se impactaban contra las filas de los rebeldes, al igual que con las espadas negras, las espadas plateadas causaban un dolor espantoso en su víctima y al caer el ángel al suelo en agonía, los leales imitaron la táctica de sus enemigos, aprovechaban su agonía para enviarlos no a otras dimensiones de la realidad, sino los enviaban a la dimensión de la nada.

La batalla fue pareja, los dos bandos estaban nivelados, cada vez habían menos ángeles en el campo y esto no era bueno para los planes de Luzbel quien contaba con llegar hasta el creador con el mayor número de sus hermanos posible, para entre todos vencerlo, así que Luzbel se vio obligado a entrar al combate, confiado de su superioridad, se puso su imponente armadura, negra, pero con leves brillos que resaltaban con bisos azules, tomo su espada, desplego sus 4 alas, alas de color oro, que eran 2 veces más grandes que la de los otros ángeles, alzó su espada y grito con tanta fuerza, que por unos segundos todos los combatientes dejaron de luchar para verlo, alzo vuelo y cargó contra los leales, varios de estos alzaron vuelo y en grupo trataron de interceptar al portador de luz, cuando chocaron contra Luzbel se produjo una gran explosión de energía, la espada de Luzbel empezó arder en llamas azules, y cortaba sin piedad a cada ángel con quien se cruzaba, cortando también la realidad y enviando al herido muy lejos de su plano, poco a poco los ángeles leales fueron diezmados por los rebeldes que ahora estaban siendo liderados por Luzbel, no parecía que algo pudiera detenerlos, pero justo cuando las tropas leales fueron arrinconadas contra la gran entrada de la ciudad plateada, se oyó en lo más alto un silbido, algo se acercaba a gran velocidad, al paso de unos segundos y justo cuando Luzbel iba a realizar otro ataque sobre un leal desarmado, en medio de ellos cayó algo con tanta fuerza que todos los ángeles fueron lanzados por los aires, solo estando en pie resistiendo tremenda explosión Luzbel, Todos los ángeles, tanto rebeldes como leales miraban sin decir nada la nube de polvo que inundaba todo el campo de batalla, poco a poco fue despejándose, mostrando dos siluetas, una era la de Luz bel y la otra empezó a irradiar un brilla tan fuerte que competía con Luzbel, los rebeldes tuvieron que el mismo creador hubiese llegado al combate, cuando el polvo se despejo, se vio alguien parado frente a Luzbel, no era el creador, pero era alguien muy imponente, su armadura era exacta a la de Luzbel, en cada aspecto, incluso en sus manos tenía una espada que al igual de la del arcángel, ardía en llamas, pero no llamas azules sino llamas doradas, su armadura era plateada y sus 4 alas contrastaban con el color de Luzbel, las alas del recién llegado eran negras pero brillaban con mucha fuerza, volviéndolas aún más hermosas que las de cualquier otro ángel, este desconocido se quitó su casco para que todos lo vieran, la sorpresa fue mayúscula cuando vieron su rostro, era igual a Luzbel, en sus facciones pero diferente en varios aspectos, los ojos de Lucifer eran dorados, los ojos del desconocido eran marrones, el cabello de Luzbel era de un banco puro, el desconocido tenía cabello ocre. Miro a Luzbel fijamente y le dijo – Hermano es el momento de detener esta locura, padre aun te puede perdonar si te arrepientes y detienes tanto horror – Luzbel lo vio con sorpresa, recordaba haber sido creado junto a otro ángel, pero no creía que era su gemelo y a sus palabras de respondió – Hermano úneteme, tu más que nadie debería entender los errores que está cometiendo padre y que debemos detenerlo antes de que en su arrogancia cree algo que no pueda contenerse – el desconocido le hizo una pregunta -¿Hermano estas celoso de los humanos?- a lo que Luzbel respondió con odio – De esos seres solo puedo expresar mi asco, mi repulsión, no puedo estar celoso de un ser que solo fue creado para existir levemente, lo que no soporto es que siendo tan inferiores se atrevan hacer todas esas cosas en contra de padre y aun así no se les detenga, esto es inaceptable y hermano, si no estás conmigo, estas contra mi – Luzbel saltó contra el desconocido, chocando sus espada y abriendo muchos portales por todos lados, estos portales transportaron a los combatientes a diferentes realidades y las batalles se reanudaron, Luzbel atacaba con fuerza a su gemelo y este resistía cada impacto sin retroceder, la guerra fue encarnizada y cada golpe, cada ataque, cada resplandor que generaban los cruces de espadas provocaba daños en la realidad, algunos leves, otros más críticos. En un momento cuando la batalla estaba alcanzando su punto más acido, se abrió otra grieta y Luzbel junto con su hermano fueron enviados al mundo físico, acá continuaron con su duelo pero ya no era solo una confrontación entre ángeles, sino que los primordiales se involucraron al temer que estas dos fuerzas acabaran con todo, primera el caos trató de encerrarlos en el vació del universo pero Luzbel corto este velo y arremetió con caos, cercenándolo en millones de partes, Los primordiales arremetieron vengando a su padre Caos pero no fueron rivales para Luzbel, quien los derroto casi que destruyéndolos y lo habría hecho de no ser por su gemelo quien se interpuso entre el y los primordiales, estos últimos por sus grandes heridas entraron en un sueño profundo donde sus conciencias se fundieron con el todo quedando únicamente sus esencias en la realidad. Luzbel volvió su ataque contra su hermano pero el nivel de fuerzas era igual, volaron por todo el universo real atacando y evadiendo los golpes mutuamente, hasta en un momento Luzbel recordó el lugar donde el creador había depositado a los humanos y se dirigió rápidamente hasta allá, tomo rumbo al planeta que después llamaríamos “Tierra” Su gemelo entendió de inmediato sus intenciones y voló lo más rápido que pudo para detenerlo pero eran igual de rápidos así que tendría que detenerlo una vez llegaran al planeta-

-Como dos estrellas fugaces cruzaron el universo y llegaron a la tierra, Luzbel aterrizo y detrás de él lo hizo su hermano, -Ya detente Luzbel, no quiero dañarte, pero esta osadía no podré pasarla por alto- le grito su hermano, Luzbel lo miro con el rostro desencajado y le dijo – ¿Crees que podrías contra mí? El ser que el mismo creador le dio potestad sobre todos los ángeles, hermano lo siento, pero deberé callarte la boca y mandarte a otro lado, los humanos se volverán una plaga y no quiero eso en este universo tan hermoso- Luzbel atacó con todas sus fuerzas su hermano mientras gritaba – ¿Quién protegerá la obra de nuestro padre… quien es la creación máxima? ¿Quién como yo? – Su gemelo alzo su espada y con un gran grito, que se oyó en toda la creación le respondió – ¿Quién como Dios? – y con una fuerza descomunal bajó su espada al encuentro con la de Luzbel, hubo un tremendo estruendo y todo tembló, la realidad y lo inexistente, tembló, todos los ángeles sintieron el tremendo impacto y bajaron las espadas, por fin había un vencedor-

– ¿Quién como Dios? De allí nace el nombre del hermano de Luzbel, que en el idioma de los ángeles suena “Miguel”- hizo una breve pausa Nakamura para explicar esto, que creía sería importante y continuó – Miguel bajo su espada con tanta fuerza que al chocar con la de Luzbel, esta última se partió en dos y Miguel por fin pudo herir a Luzbel y abrir a la su vez una grieta hacia la dimensión de la nada, Luzbel sufriendo y sorprendido grito como había sido posible que miguel rompiera su espada, la espada del ángel más poderoso creado por Dios a lo que Miguel le contesto, que el llevaba una espada creado por orden del hijo y que esta era más poderosa que cualquier otra en toda la existencia, después miró a Luzbel a los ojos, derramó una lagrima y lo empujo a la grieta diciéndole – Hermano mi misión es protegerte y esta vez te protegeré de ti mismo enviándote a donde no puedas volver a atentar contra nuestro padre, de haber llegado hasta él, habrías sido destruido, te amo hermano – Luzbel se perdió en la grieta y Miguel selló la dimensión de la nada para que nadie pudiera salir de ella, salvo el creador, el verbo y el mismo – Nakamura me miró un momento, vio la caja y me preguntó en tono de burla – ¿Dónde crees que fue esa última batalla? – yo lo miré sorprendido -¿En lo que hoy es Jerusalén ? respondí temblorosamente -¡Exacto! – me contestó, finalizó la historia contando como Miguel voló a una velocidad sin precedentes por todos los planos y todas las realidades expulsando a todos los rebeldes a la nada, Esta dimensión después sería conocida como el infierno y es en donde todos los que osan ofender al creador están destinados a permanecer; también me contó que donde se abrieron estas grietas, las realidades quedaron más débiles y que hay personas buscando hacer más débil estos puntos para algún día poder liberar las fuerzas del infierno y que Luzbel pueda obtener su venganza – Ósea que esta espa… da rota es…- dije muy temerosamente – ¡Así es! – respondió Nakamura – Esta es la espada de Luzbel, la única que podría romper el velo entre este mundo y el infierno –

Nota del Autor: Este proyecto lo inicié hace varios años ya, lo encontré por casualidad en mis documentos y decidí pulirlo, sé que se le debe trabajar mucho en lo que hay y aún más en lo que falta, pero espero juntos podamos sacarlo adelante.

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