28-DIC-2024
Para Lorena
Aquel tren nocturno pasó tan rápido que dejó mis mejillas manchadas con el barro que
levantó a su paso, mientras tú te despedías desde el último vagón…
Casi desearía estar muerto para que descubrieras que existí alimentado por tus ojos de
fanfarria y gozos.
En cambio, a mí se me partieron los míos al releer lo que te había escrito; tal fue su intensidad
que no pude mover ni un músculo.
¡Si tan solo con evitar mencionarlo fuera suficiente para dejar de sufrir el impacto de ese tierno
amor que fue un puente roto en mi juventud!
Pero, de los amores que tuviste, fui yo el último de tu inventario que se quedó en stock, y aquí
me tienes, ilusionado como un poseído por demonios en el medievo.
Dolor tan arrollador, salido de las entrañas de este planeta deshabitado, clavado con agujas
negras de rechazo para un amor sin fecha de caducidad.
Quisiera contarte tantas cosas… si el tiempo fuera misericorde con nuestras voces adoloridas…
Describirte el fulgor que no se alimenta de pájaros… entregarte el aire que es la antesala de
afanosos suspiros…disolver tus lágrimas con el crepitar manso de una fogata.
Mirarte a la cara es toda una proeza porque proyectas toda la luz que originó palabras sacras
que me consuelan.
Se me repliegan los brazos al tratar de alcanzarte cuando huye tu figura de cazadora nocturna.
Vida mía, la más hermosa de entre todas las lunas que pueblan las galaxias…
¿Qué escondes en tu regazo de poetisa?
¿Me darás tu hombro para descargar este torrente de lágrimas?
¡No tengo aliento sin tu alma dentro de mi propia alma desfallecida!
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