Tengo un pollito en el corazón.
A veces se llena de inquietud y con razón,
otras veces parece invadirle la desazón.
Sé que puede tropezar y caer,
sé que puede llegar a volar.
Anhelo con ver tus sueños,
sueño con ver tus anhelos.
Disfruto contigo, porque te llevo dentro
y sufro contigo, porque te siento sin puerto.
Deseo tu felicidad,
protejo tu identidad.
Tengo un pollito en el corazón
y sé que puede determinarse con pasión,
jugar con estrepitosa diversión,
mirar al horizonte con gran fulgor.
A veces creo que vive en la luna protectora,
mas luego recuerdo que la luna protege su aurora.
Y aunque sopese en un punto de la jornada,
sé que se levantará al resolverse extrañada.
Tengo un pollito en el corazón,
y la amo tanto,
que no quepo en cuanto
puedo disfrutar su encanto.
Y entonces…
No me hace falta nada,
solo saber que siente,
que respira y encandila.
Porque para saberme amado
debo gozar de un futuro soñado.
Sé que debo amar sin verme apenado,
pues tengo un pollito encorazonado.
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